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¿Cómo quedo yo…? Por Oni Acosta Llerena La supuesta falta de libertad de expresión en nuestro país es comidilla diaria para cientos de periódicos, sitios web, políticos, usuarios de redes sociales…en fin, sería interminable la lista. Pero no voy a enfocarme en ello, pues mi profesión es, y seguirá siendo la música, aunque la política mueva con su mano poderosa casi todas nuestras acciones. Quiero referirme a lo que ha generado la ira y el beneplácito de muchos en días recientes: la actuación de Roberto Carcassés e Interactivo en el mega concierto por el regreso a la Patria de nuestros 5 hermanos. Creo firmemente en nuestro proceso político, y lo defiendo. Entiéndase también que defender no es actuar como un zombie inamovible; también critico las fisuras e imperfecciones de nuestro sistema desde mi óptica, lo cual he plasmado tanto en entrevistas como en varios trabajos de opinión. Han sido días de lectura para mí, y he encontrado desde críticas acérrimas hasta el aplauso al hecho en cuestión. Pero la pregunta es, ¿cómo debe ser tomada en cuenta la libertad de expresión? ¿Es acaso un privilegio divino? ¿Hay recetas para ella? Mi respuesta se traduce en que es usada la mayor parte del tiempo como pretexto, para el ataque y la manipulación. Una de las críticas leídas por mí, acusa a Robertico Carcassés de oportunista, pues la “ocasión no era propicia para tal comentario”. Creo hay algo que debemos tener claro, y es que efectivamente cualquier reclamo de índole interno, debe ser tramitado por canales correspondientes. Pero si el músico usó ese marco para expresar algo más que el regreso de nuestros hermanos, haciendo valer su derecho de expresión, ¿cuál es la algarabía? ¿Acaso nuestra Revolución ha negado alguna vez ese derecho? Si algo ha fortalecido a nuestro proceso político es precisamente eso, la fluidez y el respeto hacia el otro, hacia el que no piensa como muchos de nosotros, y ejemplos sobran, en política y en música. Conozco a Robertico Carcassés, pues coincidimos en la ENA mientras nos forjábamos como artistas. Es un músico capaz, noble, indomable y talentoso. Tiene un hijo viviendo en EEUU, y ha estado de visitas muchas veces en ese país, para visitarle y hacer presentaciones. Pero Robertico vive aquí, con nosotros, en nuestro sistema que también es suyo porque, aunque muchos lo desconozcan, ha sido su propia elección. No le han faltado oportunidades de vivir fuera del país, donde le han ofrecido buenos proyectos y contratos. No. Es un cubano más, que coge su guagua o su almendrón, que vive y critica como todos los demás, pero lo hace con la moral de no haber abandonado nunca su tierra. ¿Acaso tienen el derecho de la crítica sólo aquellos que hoy no nos acompañan? ¿Acaso los que decidimos quedarnos no podemos opinar? No, y ese es un error que tenemos que desterrar de una vez de aquellas personas que tanto daño le han hecho a nuestro país, y también a la Revolución. ¿Acaso saben esos bloggeros, o falsos periodistas o especialistas, de las carreras de músicos como Elain Morales, Descemer Bueno, Kelvis Ochoa, David Torrens, Isaac Delgado…? ¿Saben esos que escriben sin pensar, y piensan sin saber qué está sucediendo con nuestra música más allá del “charco”? Pienso que detenerse a levantar murallas de críticas contra Carcassés no es la mejor manera de seguir construyendo nuestro camino. ¿Se equivocó supuestamente? Está bien, tiene el derecho a hacerlo. ¿Se acabó el mundo? ¿Llamó a algún magnicidio o a boicotear algo? Claro que no… Ahora bien, la otra reacción, igual (a mi juicio) de radical, viene dictada por los varados en el tiempo, aquellos que aún juegan, sueñan y balbucean cercanos a 1959… Titulares que acusan a Carcassés de “criticar al régimen en sus narices” no escapan de los (falsos) medios. La realidad es otra, la realidad es que aquellos que afirman que hasta el agua que tomamos es “vigilada por el G-2”, no saben ni entienden el concepto de libertad que fomentamos desde hace años en Cuba. Comparan a Carcassés con el infratonto de Gorki Águila (yo los demandaría, sin dudas), y, como carecen de argumento sólido para sustentar la noticia, comienzan a hacer el cuento de la buena pipa. Ahora, Ud. me preguntaría ¿cuál sería el argumento sólido del cual hablo? Hay más de uno, por supuesto, y esos argumentos sólidos, noticiosos y hasta objetivos, hubieran podido ser, y enumero: 1. El fusilamiento ejemplar de Carcassés en pleno concierto (no sucedió) 2. Se llevan por la fuerza agentes del G-2 cubano a músico patriota en pleno concierto (no sucedió) 3. El régimen arresta a prominente músico que alzó su voz en contra de los abusos cometidos (no sucedió) 4. Desaparece un día después del concierto, valiente músico cubano que desafió ante el mundo al régimen (no sucedió) Esos supuestos titulares, nunca aparecieron en los medios, pues nada de eso sucedió. ¿Qué pasó, a mi entender? Sencillamente que un talentoso músico cubano pidió el regreso de sus 5 hermanos presos injustamente, e hizo otros reclamos haciendo uso de la libertad de expresión que tenemos y defendemos, dentro de un derecho que nadie en Cuba le cuestiona. Claro, hay verdades que nunca serán dichas, y sólo se cuenta una parte de la historia según convenga. ¿Cómo falazmente ensalzan a Robertico por “criticar”? ¿No es el discurso de siempre, desgastado y raído de la supuesta falta de derechos en Cuba el que siempre están esgrimiendo como escudo para atacarnos? Pues bien, lo ocurrido, más allá del criterio sesgado de algunos miopes locales que le acusan de oportunista, no tiene por qué llegar a ninguno de los dos extremos. Creo que valdría la pena replantearse, y muy seriamente, la inclusión de algunos artistas en el mega concierto, como lo fue el caso del Yonqui, incluidas otras payasadas más que sí dejan mucho que decir sobre el mega concierto. En esa línea de combate contra el mal gusto y la mala música búsquenme, seré el primero en alzar mi voz sin esconder mi nombre; recordemos que oportunista es quien usa tribuna para decir lo que no siente a cambio de algo, y es más preocupante el mensaje de validación de tal actitud que un simple coro que, como decimos en buen cubano, no rompió ningún calzoncillo. No botemos el sofá en cuanto a demeritar el grandísimo hecho artístico que significa Interactivo y su director para la música y la cultura cubanas; no elevemos entonces otros verdaderamente oportunistas. No cometamos ese error, no le demos al enemigo ni un tantito así, como profetizara el Che. La Habana, 14 de septiembre
Posted on: Mon, 16 Sep 2013 21:54:21 +0000

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