DEL ESPÍRITU DE LOS SANTOS Alberto Velásquez M. El Colombiano, 27/11/2013 Con la protocolización del presidente Santos para buscar la reelección -aspiración que estaba cantada y que despertó desmesurada algarabía en los palcos y galerías oficialistas- se va asordinando el ruidoso cruce de aviones y buques de guerra rusos, en abierta violación de lo que va quedando de espacios aéreos y marítimos del Caribe colombiano. Lo preocupante de estas incursiones por aire y mar es que la ingenua Canciller se contenta con cualquier respuesta que se le ocurra dar a cualquier funcionario del país agraviante. Mientras Rusia le escurre el bulto a sus responsabilidades para explicar sus audacias y temeridades al invadir el espacio aéreo y marítimo ajeno, la canciller dice quedarse satisfecha con el gaseoso y ambiguo comunicado del gobierno ruso. Declaración abundante en generalidades y en argumentos fofos. La candidez de la Canciller es proverbial. Aguanta irrespetos y provocaciones sin alzar la voz para reclamar la vigencia de la dignidad nacional. Por más que en el país se vayan olvidando las cosas que pasan ante la gravedad de los nuevos hechos que las sepultan, recordemos algunas de sus ligerezas que podrían figurar en la famosa Antología del Disparate. Hace algún tiempo un niño deportista fue maltratado en el aeropuerto de Miami, concretamente en su Inmigración. Psicológicamente lo habrían torturado por más de cinco horas, por el hecho de ser homónimo de un narcotraficante colombiano. Lo aislaron, en medio del llanto, sin ninguna consideración de las autoridades del aeropuerto. ¿Qué dijo la canciller Holguín sobre este tratamiento infame a un ser indefenso? No conocimos ninguna protesta al respecto, así fuera una de las tantas ligerezas en que ha incurrido la elegante funcionaria. En la pasada Cumbre de las Américas había sentenciado que donde hay un hombre, hay prostitución. Se le olvidó aquel versito de sor Juana Inés de la Cruz, cuando se interrogaba si toda la culpa sólo recae en quien peca por la paga y no del que paga por pecar. Seguramente no tiene tiempo para leer poemas. Meses antes se había adelantado al fallo de la Corte de La Haya -a la cual nunca se ha debido acudir, como lo sostuvieron destacados especialistas en el derecho internacional- cuando anticipó que de allí saldría una solución salomónica. Fue tan salomónica que ya Nicaragua mira cómo a través de las casuísticas interpretaciones de la sentencia, podría llegar hasta meter las narices en las costas cartageneras… Ya en el país, algunos sectores invocan un nacionalismo guerrerista para defender lo que no supimos hacer cuando Colombia se situó en el lugar equivocado de La Haya. La Canciller, por sus apellidos, está en el almendrón de la historia colombiana. Su árbol genealógico es rico en pergaminos. Pero no los puede seguir quemando con sus desafortunadas salidas y su pasividad para darse por satisfecha con la primera simpleza que salga del caletre de los que ofendan la dignidad nacional. Sería una situación deplorable, no sólo para su cartera sino para su ancestro. El mismo que tanto cuidan los cachacos bogotanos. Aquellos que se creen bajados del seno directo del Espíritu Santo. O del espíritu de los santos…
Posted on: Thu, 28 Nov 2013 21:34:31 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015