LOS MASS MEDIA CONTRA SIRIA La mentira ha sido siempre la - TopicsExpress



          

LOS MASS MEDIA CONTRA SIRIA La mentira ha sido siempre la primera víctima de la guerra. Hoy día, la guerra tan solo es posible gracias a la complicidad de los medios de comunicación: a través de los media se distribuyen historias que nada tienen que ver con la realidad, pero que han sido convenientemente preparadas para impedir movilizaciones antimilitaristas y/o antiimperialistas. Para ello, los media convierten a las víctimas en monstruos para justificar su exterminio, y eliminan cuidadosamente cualquier información que pueda contradecir la versión oficial del conflicto. A la caida del muro, que provocó un desencanto y desmobilización masivas entre las filas de la izquierda, se unió la aparición de la internet y las tecnologías digitales, con sus infinitas posibilidades de manipular creando realidades artificiales (Photoshop es sólo un ejemplo), dando lugar a una tremenda desorientación entre la izquierda, Movimiento Libertario incluido. La aceptación sin reflexión de aquello que el poder, a través de los Media, nos pretende hacer creer, ha provocado una pasividad antaño impensable frente a lo que son claras agresiones militares contra países que difícilmente pueden defenderse, e incluso una defensa abierta y militante de la verdad de los media frente a cualquier llamada a la reflexión. Aparte del frente militar representado por la OTAN y sus mercenarios disfrazados de “rebeldes”, los grandes medios de comunicación están jugando un papel crucial a la hora allanar el camino para la agresión militarista contra Siria. Los patrones de la acción intoxicadora de los mass media contra este país árabe son muy parecidos a los usados hace bien poco contra Libia, pero tampoco son muy distintos a los ya vistos en Kosovo o Chechenia. Ante todo se trata de aprovechar la violencia provocada por grupos armados y entrenados por la OTAN para achacársela al enemigo, que es, paradójicamente, quien pone la mayoría de los muertos en muchos casos. O dicho de otra manera: la función cumplida por los medios desinformativos en conflictos como el de Siria consiste en convertir a las víctimas en verdugos y a los verdugos en víctimas. Para ello, nuestros periodistas no dudan en manipular el lenguaje, descontextualizar (o incluso manipular) imágenes, ocultar los intereses de las grandes potencias, fabricar historias y personajes, jugar con la sensibilidad de la opinión pública para impedir todo análisis racional, basarse descaradamente en fuentes del bando pro-OTAN ocultando otras versiones... Y a veces, simple, y llanamente, mentir. ¿Opositores desarmados? La violencia en Siria aparece, como en Libia, en el contexto de la llamada por la propaganda occidental “Primavera Árabe” y tiene características similares a la del país magrebí. En ambos casos tenemos gobiernos con matices antiimperialistas más o menos marcados y con un fuerte componente nacionalista árabe, atacados por grupos organizados de la extrema derecha islamista asimilables a ese engendro que Washington llama Al Qaeda. Sin embargo en ambos países los principales medios occidentales equiparan a estos grupos armados con manifestantes pacíficos que pedían reformas al gobierno (que los había y protestaban legítimamente). Pero, a medida que avanzaba la violencia, la mentira iba quedando cada vez más al descubierto. Así, a principios de junio de 2011, los medios nos informaban de que (¡nada más y nada menos!) 120 policías morían en enfrentamientos con esos “opositores desarmados” que, según nuestros periodistas, son el grueso de la oposición siria. La pregunta ante esta burla a la lógica racional es obvia: ¿cómo es posible que civiles desarmados puedan acribillar a balazos a 120 miembros de las fuerzas de élite del estado sirio? Eso mismo se preguntó la cadena de noticias latinoamericana TeleSur (2). Gracias a esta cadena, por cierto, nos enteramos que muchas de las bombas de los grupos armados opositores sirios amigos de occidente tenían como objetivo los dos oleoductos que recorren el país de este a este; queda claro aquí que una de las metas de la manipulación de nuestros mass media es ocultar las mezquinas motivaciones económicas de las potencias atacantes. Blogueras barbudas y muertas que resucitan Pero esta estrategia manipuladora tuvo capítulos aún más vergonzosos. Uno de ellos fue la emotiva historia de una valiente bloguera siria lesbiana (Amina Abdalla Arraf al-Omari) que supuestamente narraba desde la clandestinidad las atrocidades del “régimen” de Al Asad. El engaño duró 106 días (del 19.02.1011 al 06.06.2011), hasta que se descubrió que no había tal bloguera siria y que el propietario del blog era un norteamericano (un señor con toda su barba) afincado en Escocia (Tom McMaster) que usaba una foto de una joven croata residente en Londres (que, por otra parte, nada tenía que ver con Siria) para engañar a sus lectores (3). Pero las manipulaciones de McMaster no habrían sido tan útiles a la causa del militarismo otánico si los medios no las hubieran voceado a los cuatro vientos sin ni siquiera hacer una mínima indagación sobre su veracidad. Y es que las historias de mujeres (y mucho más lesbianas) amenazadas por el “malvado” de turno (ya en las guerras yugoslavas las falsas violaciones masivas demostraron ser una poderosa arma de propaganda (4) es un anzuelo perfectamente bien cebado para el público de izquierdas. Otro episodio bastante escandaloso fue el de la desaparición de la joven siria de 18 años Zainab Al-Hosni. Según grupos de opositores sirios amigos de nuestros medios y la ínclita ONG Amnistía Internacional, la joven había sido detenida por el régimen y posteriormente mutilada y decapitada. Zainab Al-Hosni se acabó convirtiendo en un símbolo para la oposición siria, “la primera mártir de la Primavera Siria”. Sin embargo,la supuesta difunta no tardó mucho en aparecer en la TV pública siria con la cabeza en su sitio, explicando que no había sido raptada por la policía de Al Asad sino que se había escapado de casa por una riña con sus padres . Esto fue reconocido a la postre por algunos de los grandes medios occidentales pero siempre con la boca pequeña y desde artículos minúsculos en las últimas página de la sección de “internacional”. Y por supuesto sin pedir disculpas por el daño causado (5). Curso avanzado de Photoshop y otras triquiñuelas Otro ardid no menos vergonzoso usado por los medios para denigrar a Siria y a sus autoridades ha sido el uso de imágenes de otros lugares para ilustrar la supuesta represión del “régimen” de Al Asad. Así la TV siria (6) y Paul Joseph Watson en el blog Prison Planet (7) denunciaron que los mass media occidentales estaban usando un vídeo grabado en Iraq en los años 90 y difundido por la cadena qatarí Al Jazeera para mostrar al ingenuo televidente la represión ejercida por el ejército sirio contra la oposición. Al parecer un testigo ocular de nombre Salim Ali vio las imágenes y llamó a los estudios de la televisión estatal siria para ubicar las imágenes en el pueblo de Al Baida en Iraq en los años 90 donde, en frente del comercio que regentaba este testigo, dos personas fueron abatidas a tiros. Igualmente, la cadena Annur TV, primer canal musulmán latinoamericano, denunció cómo los medios occidentales estaban difundiendo imágenes de motines en Siria que habían ocurrido realmente en Bahrein, país donde occidente nunca va a dejar florecer a la “Primavera Árabe”, por la sencilla razón de que el gobierno de ese país del Golfo Pérsico, una monarquía feudal al estilo de las del resto de la península arábiga, es un gobierno amigo. Y para dar mayor realismo se recortaron con un programa de retoques fotográficos las banderas de Bahrein que llevaban los manifestantes y se añadieron banderas sirias e incluso carteles con eslóganes anti Al Asad, que, según se puede apreciar en algunas secuencias, nadie sujeta (8). Pero nuestros periodistas no solo son aficionados al trucaje de imágenes y al Photoshop, también son expertos en la manipulación de efectos de sonidos. De un caso muy sonado (nunca mejor dicho) de este tipo de montajes fue responsable la CNN, cadena con un largo historial de intoxicación informativa, especialmente en Irak y Yugoslavia. Esta cadena sobrecogió a su público con el testimonio de un opositor Sirio de nombre Danny Abdul-Dayem (y apodado por los norteamericanos Syria Danny) que en el programa del periodista Anderson Cooper narraba en directo desde Siria las atrocidades del “régimen” de Al Asad con un espectacular sonido de disparos y bombas de fondo. Sin embargo se descubrió que todo era un fraude y que los sonidos procedían de una grabación. Incluso se filtró a Internet un clip donde a Syria Danny se le oye decir a alguien: “¿Le dijiste que tuviera preparados los disparos?” (9). Otro truco tan socorrido como burdo ante la falta de masas opositoras es usar imágenes de multitudinarias manifestaciones pro-Al Asad y convertirlas en manifestaciones de signo contrario. Lo grave del caso es que, por mucho que el pie de foto nos diga que la muchedumbre es el pueblo sirio que ha salido a la calle para protestar contra la represión gubernamental, si uno se fija bien, puede ver a los manifestantes con retratos de Al Asad y banderas sirias con dos estrellas verdes en la franja central (frente a las banderas con tres estrellas rojas que usan los opositores.) Otras veces las multitudinarias manifestaciones pro-Al Asad simplemente se han silenciado en los medios de comunicación occidentales a la vez que se han hinchado escandalosamente las cifras de las manifestaciones de la oposición. Un caso de esto último fue la cobertura de una manifestación opositora en Hama de 10.000 personas que fue convertida por obra y gracia de Agence France Presse (AFP) en una manifestación de medio millón de opositores. Por suerte el profesor de historia y ciencias políticas galo Pierre Piccinin estuvo allí y denunció estos manejos de la agencia francesa de noticias (15).
Posted on: Sun, 15 Sep 2013 17:04:34 +0000

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