DEL FÚTBOL Y POBREZA Mi ignorancia sobre el fútbol crece todos - TopicsExpress



          

DEL FÚTBOL Y POBREZA Mi ignorancia sobre el fútbol crece todos los días. En el último par de años, cuando he visto partidos de la selección mexicana, más de dos veces he debido preguntar: ¿y ese, en qué equipo juega? Si me preguntan cuántos puntos tiene un equipo o quién lidera el campeonato erraré con toda probabilidad. Me sucedió de nuevo. Antes de que el poderoso y arrogante equipo español, Real Madrid, anunciará el interés por contratar a un futbolista, Gareth Bale, no había escuchado ni leído su nombre. Después de concretarse el paso del futbolista sigo ignorándolo todo de ese, como de casi todos los jugadores. Se dice que costó cien millones de dólares, o cerca de esa cantidad. La cifra provoca escalofrío y es un testimonio de las inmoralidades en ese deporte, rey en producir ganancias en todo el orbe, con una organización, la FIFA, que, hasta donde mi memoria registra, tiene más países en su membresía que la Organización de las Naciones Unidas. El fútbol es un deporte que casi a cada paso nos regala casos oprobiosos, escándalos que demuestran que los jugadores son una pieza, un objeto en una poderosa maquinaria que los tritura con la complicidad de los grandes monopolios mediáticos y comerciales del mundo. Fue eso, más que sus excesos personales, lo que provocó la terrible persecución que sufrió Diego Armando Maradona, quien los desafió protestando con toda su energía y elocuencia, porque los grandes señores de la FIFA decidían a qué hora se jugaban los partidos de los Mundiales de acuerdo con los intereses comerciales, aunque eso significara poner en riesgo la salud de los protagonistas. Durante la pasada Copa Confederaciones, realizada en Brasil, además de las circunstancias sociales críticas de la población hubo acusaciones por los altos costos que debía pagar el país anfitrión, mientras los servicios sociales se regateaban a la ciudadanía. Y aunque pueda ser una comparación asimétrica, no pocos pusieron el dedo en la desproporcionada diferencia entre el salario de un maestro y el salario del nuevo astro brasilero, Neymar. Escándalos y poca honorabilidad abundan en las decisiones alrededor de ese deporte. Entre ellas, en los últimos años, la inflación de las piernas de los futbolistas. Gareth Bale es el caso más reciente, pero no será el último. Un caso que provoca indignación, críticas en el medio deportivo pero, sobre todo, reflexiones. Bale no es el único, ni el culpable, pero sí, quizá, el caso que reafirma la dificultad para darle la vuelta a esas páginas escritas con la sangre de la ambición y el lucro.
Posted on: Sat, 07 Sep 2013 22:02:59 +0000

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