DOS CLASES DE JUSTICIA - 22º Parte Una redención que sea digna de Dios debe lograr esto. El hombre ha sido un extraño para Dios. Él debe ser restaurado. El hombre es la razón para toda la creación de Dios. Cuando el hombre pecó, él se separó a sí mismo de la comunión del Padre. El drama entero de la redención se consuma en esto—el hombre debe ser restaurado a una perfecta comunión con el Padre y debe hacerse en términos legales. Cualquier redención que no restaure al hombre a una perfecta comunión, y a una perfecta relación en términos legales, no será digna del Padre, y no dejará al hombre, en el lugar que Dios ha planeado para él. El objeto de la justicia es dar comunión al hombre. Por esto, vino el Señor Jesucristo, su ministerio público, y después la cruz donde Él fue hecho pecado. Él quedó bajo juicio hasta que fue justificado. Cuando Él dio la vida y fue justificado, entonces conquistó a nuestro adversario y se levantó de la muerte. Sabemos que Él fue el sacrificio por el pecado de muchos. Hebreos 9:28: de la misma manera, también el Cristo, habiendo sido ofrecido una sola vez, presentó en su persona el sacrificio por los pecados de muchos, pero aparecerá por segunda vez sin relación con el pecado para salvación de los que lo esperan. Sabemos que Él fue justificado, porque entró a la presencia del Padre después de Su resurrección como la cabeza de la nueva creación. Si Él, quién estuvo espiritualmente muerto y cargó con nuestro pecado, pudo ser justificado y restaurado a perfecta comunión con el Padre, entonces, sobre términos legales Dios, puede crearnos de nuevo y darnos la misma justicia y comunión gozada por el Maestro. E. W. KENYON
Posted on: Mon, 12 Aug 2013 08:10:24 +0000