De adobo para el agente Reforma (02-Sep-2013).- El trabajo - TopicsExpress



          

De adobo para el agente Reforma (02-Sep-2013).- El trabajo policial de ayer no fue parejo. Granaderos del Distrito Federal, algunos denominados Zorros y Relámpago, se llevaron la peor parte, al ser blanco directo de las pedradas, botellas y bombas molotov arrojadas por jóvenes anarquistas, a los que rodearon y por momentos encapsularon. En contraste, la Policía Federal pasó el día en el confort, detrás de las vallas metálicas de más de tres metros de altura, sonriendo entre ellos, descansando en camiones y comiendo tacos, golosinas, tamales, y sus respectivos lonches. Los federales prácticamente acabaron con el millar de tacos de un vendedor que dejaron entrar al interior de las vallas con su canasta a ofrecer los de adobo, mole verde, papa y chicharrón. "Acá, taquero, ya déjenlo, acá también queremos", gritó un federal. Otros acudieron al GoMart de Lorenzo Boturini y Congreso de la Unión a comprar aguas frescas, papas fritas y burritos de frijol con carne. En tanto, afuera de esa zona amurallada, la gota gorda de sudor rodaba por los rostros colorados de los policías antimotines de la Ciudad de México, agotados y lastimados por las escaramuzas con los radicales. "No hubo apoyo, siempre estuvimos nosotros al frente", expresó un granadero a uno de sus compañeros, molesto, sudoroso, y que sangraba de la mano, tras una quemada por una bomba molotov. Detrás de las vallas también fueron colocados policías adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, del Agrupamiento a Caballo, que pasaron las horas de un lado a otro sobre Avenida Congreso de la Unión, del Viaducto a San Lázaro. Otros efectivos, también del Distrito Federal, pasaron la marcha hablando por radio y escoltando a legisladores que ingresaron desde las 15:00 a la Cámara de Diputados. En tanto, los granaderos que fueron comisionados a seguir a los manifestantes más radicales, incluso marcharon con el peso del chaleco antibalas, los escudos, hombreras, coderas, rodilleras y cascos. Bajo el sol a plomo y sin tolete. Para la Policía Federal el arribo de integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), estudiantes y anarquistas, por Avenida Fray Servando, fue el momento más crítico. Los mandos mandaron a traer dos camiones con expulsores de agua, como los utilizados en Oaxaca en noviembre de 2006, para dispersar a los manifestantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Para como vieron el contingente, de nutrido, también mandaron por un autotanque con 20 mil litros de agua de capacidad. A este punto llevaron ambulancias, bomberos y paramédicos con camilla en mano para asistir a los federales en caso de ser necesario. Pero los enfrentamientos estaban fuera de las vallas, grescas que empezaron con petardos, insultos y patadas a los escudos de los oficiales, que resoplaban en cada embestida de los anarquistas. En cambio, los federales y policías capitalinos apostados bajo la sombra que daba la Línea 4 del Sistema Colectivo Metro sí portaban tolete, al igual que los desplegados en el cruce de Eduardo Molina y Zaragoza, donde acudió un solo manifestante, y eso a orar y a leer poemas. Eso tenía divertidos a los federales. "Mejor ya vete a bañar", le decían a Daniel, el único que se paró a gritar a los uniformados en esta zona de San Lázaro. "Acá no hay ningún problema", afirmó por su teléfono el teniente Carlos Gómez Arrieta, veterano en el resguardo de la Cámara de Diputados, donde ha trabajado por más de 15 años. El ahora funcionario de la Policía Federal, donde está registrado como titular de la Dirección General de Servicios Especiales de Seguridad y Protección a Personas desde el pasado 1 de julio, fue clave en la coordinación en el operativo montado ayer en San Lázaro. "¿Dónde están los Senadores?, sí, sin problema pueden entrar", garantizó desde el cruce de Fray Servando y Congreso de la Unión. De corbata azul y camisa blanca, Gómez Arrieta, -quien también encabezó la semana pasada el operativo de seguridad en el Centro Banamex, sede alterna de diputados y senadores- ofreció por su celular, a su interlocutor, la máxima seguridad en el paso de vehículos y camiones de lujo, de turismo, para el traslado de legisladores. A unos 100 metros, los del grupo Relámpago de Granaderos, recibían los petardos de los manifestantes, que al estallar retumbaba el piso. Los nervios invadían a estos policías que eran conminados por sus mandos a aguantar. Todavía tuvieron que correr para tratar de contener los ataques de los anarquistas. Incluso en Calzada de Tlalpan, a la altura de San Antonio Abad, los granaderos lograron la captura de al menos diez jóvenes a quienes acusaron de agredirlos con piedras y bombas molotov. Los detenidos, a bordo de la batea de una patrulla, lucían golpeados del rostro. Entre ellos se encontraba una mujer que sangraba por la nariz y exigía de manera desesperada su bolsa. "Es un grupo muy agresivo, nos agredió, por eso van al Ministerio Público", justificó un mando que sangró por la boca. En Congreso de la Unión, luego de la retirada de la movilización, encabezada principalmente por maestros de la CNTE, los federales tuvieron permiso para descansar. Sin pensarlo se fueron a las jardineras de Congreso de la Unión. Sin novedad. Jornada de lucha Jóvenes del movimiento YoSoy132, maestros de la CNTE y grupos anarquistas confluyeron en las manifestaciones de ayer en el primer cuadro de la Ciudad. Al final, fueron contenidos a unos 900 metros de San Lázaro.
Posted on: Mon, 02 Sep 2013 18:39:47 +0000

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