Declaración del Presidente y del Secretario General de las Conferencias Pugwash para Ciencia y Asuntos Mundiales, Jayantha Dhanapala y Paolo Cotta-Ramusino 29 de agosto de 2013 Las Conferencias Pugwash para Ciencia y Asuntos Mundiales considera aborrecedora la posesión y el uso de armas químicas, así como de todas las armas de destrucción masiva. Nos unimos a los sirios y a otras personas del mundo entero expresando nuestro horror frente al aparente uso reciente de algún tipo de agente químico contra niños y otros civiles que dormían en un suburbio de Damasco. La norma internacional contra armas químicas se remonta al Protocolo de Ginebra de 1925, que prohíbe el uso de tales armas. La Convención de Armas Químicas de 1997 (CWC) cuenta con 189 países miembro cubriendo el 98% de la población mundial y el 98% de la industria química del mundo. Mientras que Siria no es un miembro de dicha Convención, ha accedido al Protocolo de Ginebra, que vuelve criminal el primer uso de armas químicas. Los perpetradores de este crimen merecen una condena severa y castigo. Con la memoria todavía fresca en nuestra memoria colectiva de los hechos ocurridos en 2003, sobre la supuesta existencia de armas de destrucción masiva en Irak, estamos convencidos de que debe permitirse tiempo para la completitud del proceso acordado en las Naciones Unidas antes que sean propuestas nuevas acciones. Inspectores de la ONU se encuentran en el sitio para determinar si fueron usadas, de hecho, armas químicas. El Secretario General de la ONU, ha solicitado tiempo para que el equipo termine su trabajo y hasta que los resultados sean conocidos. Discusiones entre líderes nacionales sobre un posible golpe militar mientras los inspectores de la ONU se encuentran en el sitio es irresponsable y desligitimiza el proceso de las Naciones Unidas. Si el equipo de la ONU confirma el supuesto uso de armas químicas, los próximos paso serán evaluar quiénes fueron los responsables de su uso y que la comunidad internacional, vía el Consejo de Seguridad de la ONU, acuerde sobre cuáles deben ser las acciones a tomar, incluyendo la posibilidad de referir el supuesto uso de armas químicas a la Corte Penal Internacional. Es precisamente porque pueden haber desacuerdos sobre las posibles respuestas ante esta situación entre miembros de dicho Consejo de Seguridad es que el diálogo se vuelve urgente y necesario. Mientras tanto, los esfuerzos para alcanzar una solución negociada no deben debilitarse y debe proveerse asistencia al enviado especial Lakhdar Brahimi en esta misión para convocar a una conferencia “Geneva II”. La cancelación de la reunión entre EEUU y Rusia para planear esta conferencia es preocupante. Al final, deberá haber una solución negociada. Como un importante primer paso, se deberá llegar a un consenso en Geneva II en que la violencia no resolverá el problema. Con el fin de alcanzar un futuro pacífico para el pueblo sirio es esencial involucrar a la sociedad civil siria, adicionalmente a los jefes militares. En ausencia de un proceso de paz, una intervención militar muy probablemente profundizará, expandirá y prolongará el conflicto. Más de 100.000 sirios han perdido sus vidas en este conflicto y muchos se unirán al régimen de Assad más concretamente una vez que bombas foráneas sean introducidas al conflicto. Decisiones realizadas por algunos gobiernos para hacer justicia por mano propia no son recomendables y son peligrosas. Acciones unilaterales pueden encender una nueva guerra en el Medio Oriente y complicar la búsqueda de una solución política. Contrariamente a reforzar la norma en contra del uso de armas químicas, estas acciones podrían debilitar esta norma y los instrumentos legales existentes así como los mecanismos de investigación internacionales. En vez de una intervención militar con metas poco claras, un cese de toda acción relacionada con la guerra debe ser promocionada, comprometiendo en un diálogo inclusivo al gobierno de Siria, a los representantes de la oposición, a los países vecinos (incluyendo Arabia Saudita), así como a los países de la OTAN y Rusia. La universalización de la CWC y el desmantelamiento de las armas químicas desarrolladas es una meta que necesita ser priorizada. Se deberán discutir planes sobre cómo alcanzar una Siria libre de armas químicas siguiendo el cese del conflicto actual. Estos eventos en Siria refuerzan la necesidad urgente de un Medio Oriente libre de armas de destrucción masiva. La conferencia convocada por la Conferencia de Revisión del Tratado de no Proliferación Nuclear en 2010 debe ser otorgada la más alta urgencia. Aquellos países que creen que el uso de la fuerza militar es la única opción viable al supuesto ataque con armas químicas pero que bloquean esfuerzos para convocar reuniones que podrían llevar a la erradicación de estas armas de los arsenales regionales, conllevan una parte de la responsabilidad en la profundización de este cenegal en Medio Oriente.
Posted on: Mon, 02 Sep 2013 23:08:31 +0000
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