Destino del Yasuní Por: Francisco Febres Cordero ¡Pobre Ivonne - TopicsExpress



          

Destino del Yasuní Por: Francisco Febres Cordero ¡Pobre Ivonne Baki! Después de tanto esfuerzo, de tanto viaje por todos los confines del mundo, de tanto hotel de cinco estrellas, de tanta reunión con presidentes, califas, ministros y jeques, no logró reunir los fondos requeridos por el excelentísimo señor presidente de la República para que el petróleo que yace en el fondo del Yasuní se quede en el fondo del Yasuní. ¡Ya lloro!Es que si Ivonne Baki no consiguió que los líderes mundiales se conmovieran y nos dieran la plata que ella pedía, ¿quién más podía hacerlo? ¿Quién más que ella, con su don de gentes, su simpatía, sus muchos idiomas, podía estar en capacidad de emprender su periplo por los más remotos lugares del orbe para alcanzar la cifra propuesta? ¿Quién?Si fue ella, con todas sus virtudes, quien representó a Jamil Mahuad como su embajatriz en Washington; cuando Mahuad cayó y subió Noboa, representó a Noboa como su embajatriz en Washington, hasta que subió Lucio y a él lo representó como su ministresa. ¡Todo lo que pretendía, lo alcanzaba!Cuáles no serían sus dones que logró una proeza que ha quedado registrada en las pasarelas de nuestra historia: la realización del concurso de Miss Universo, hazaña sin paralelo en los anales del glamur. ¿Cuándo nos hubiéramos imaginado que, si no hubiera sido por ella, Donald Trump hubiera pisado nuestro suelo? ¿Y cuándo, que las mismísima Bo Derek hubiera sido visitante asidua de nuestras costas? ¿Cuándo?Luego del suceso de Miss Universo, tal como Ivonne Baki predijo, el Ecuador se convirtió en destino obligado para millones de turistas que hicieron su arribo a nuestras playas, a nuestras mesetas, a nuestros nevados y, enamorados de nuestra geografía, cambiaron la matriz productiva por la matriz reproductiva, creo. Los ecuatorianos (y ecuatorianas) no hacíamos más que asombrarnos ante semejante hazaña, hasta que Rafael Correa, ya en su calidad de excelentísimo presidente de la República, con su proverbial clarividencia, comenzó a despotricar contra la pobre señora Baki en cada una de sus sabatinas: le acusaba de haber gastado en un certamen galante la exorbitante suma de catorce millones de dólares que, según él, habrían sido mejor utilizados en la compra de mamógrafos para los hospitales. Quizás por su proverbial austeridad y su moralismo, el excelentísimo señor presidente de la República estaba ejecutando un verdadero linchamiento báquico contra la señora Baki y su despilfarro de catorce millones. Hasta que de pronto, ¡tac!, milagrosamente vino el silencio. El excelentísimo señor presidente se olvidó de su obsesión del Miss Universo y anunció que sería la mismísima señora Baki la encargada de recaudar los fondos que se necesitaban para no explotar el petróleo en el Yasuní. Es que, aunque no lo dijo, seguramente pensó que si la señora Baki había sido la encargada de organizar el torneo de Miss Universo en el Ecuador, ella era la única que podía hacer que Donald Trump y Bo Derek, más algunos príncipes, jeques, reyes y reinas, pusieran el billete. Y ahora ya se ven los resultados: la explotación del petróleo en el Yasuní va porque va. ¡Viva el excelentísimo señor presidente de la República. Y ¡Viva la señora Baki!
Posted on: Thu, 19 Sep 2013 05:41:11 +0000

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