Dieta y salud en el Antiguo Egipto Ampa el 10 enero, 2013 — 3 - TopicsExpress



          

Dieta y salud en el Antiguo Egipto Ampa el 10 enero, 2013 — 3 Comentarios LA DIETA DE LOS ANTIGUOS EGIPCIOS Texto de Ampa Galduf con la colaboración de J.Luis López de Guereñu Superados los excesos varios de las pasadas fechas navideñas, nos cargamos de buenos propósitos, entre los que nunca falta cuidar la dieta y, atender un poco más nuestra salud, algo debilitada, por tantos atracones seguidos. Nuestro foco de atención, se dirige al pasado de una gran civilización como la egipcia para, -al igual que hizo Heródoto, quien será nuestro guía-, conocer sus costumbres alimenticias y algunas soluciones para combatir el exceso de calorías. Ya lo dijo nuestro sabio Heródoto, padre de la historia : “Somos lo que comemos”, o dicho a su manera; “De la comida nacen al hombre todos los achaques y enfermedades” A los egipcios les gustaba comer bien porque temían las hambrunas. La mayoría de ellos, es decir los campesinos, esclavos y artesanos, no tenían especiales cuidados y sí, verdadero afán de comer todos los días. Los mejor posicionados en la escala social, realizaban constantes ofrendas a sus dioses en espléndidos banquetes funerarios ricos en grasas saturadas, que acababan por deglutir ellos mismos. Según recientes estudios realizados por un Grupo de Investigación Cardiovascular de la Universidad de Manchester “las enfermedades cardiovasculares”, son mucho más antiguas de lo que la gente piensa y no una epidemia del s.XX . Según explican estos investigadores, muchos de aquellos egipcios habrían fallecido por arteoesclerosis, a causa de una dieta con exceso de grasa. Pero el tema de la alimentación no es así de sencillo, la conclusión de este estudio sólo refleja una parte de la compleja sociedad egipcia, tras el análisis practicado a las momias de una casta social como la sacerdotal. Heródoto, admirador y estudioso de la cultura egipcia, nos dejo información de lo más valiosa sobre algunas costumbres que practicaban los habitantes del valle del Nilo, para gozar de buena salud: Ofrendas en la tumba de Menna “Los que habitan en las zonas cultivadas son de lo más hábiles. En su manera de vivir guardan la regla de purgarse todos los meses del año por tres días consecutivos, procurando vivir sanos a fuerza de vomitivos y lavativas, persuadidos de que de la comida nacen al hombre todos los achaques y enfermedades” Los que practicaban esta regla, decía Heródoto, eran los hombres más sanos que había visto. LA IMPORTANCIA DEL CLIMA La dieta alimenticia de los antiguos egipcios, durante las tres fases que duró el Imperio, Antiguo, Medio y Nuevo, varió sensiblemente en función del clima, que fue produciendo, paulatinamente, la degradación ecológica de un suelo fértil y productivo hacia la desertificación. Donde hoy encontramos zonas desérticas, en el período predinástico, se extendía un manto de vegetación que permitía el pastoreo. Progresivamente, a raíz del gradual cambio climático, la vida cotidiana se fue modelando en torno al Valle del Nilo, donde, a pesar de las inundaciones, se podía vivir de los frutos de la agricultura que constituían la base de la dieta alimenticia. Los egipcios, eran gentes trabajadoras y sabían apreciar el valor de sus tierras pero temían las hambrunas. Por así decirlo, los animales del desierto no contaban, para la alimentación, algunos de ellos como gacelas o el orix se utilizaban para hacer sacrificios a los dioses como recuerdo del tiempo en que el pueblo egipcio vivíó más de la cacería que de la cría. El hecho de que cualquier una inundación por débil que fuera, pudiera traer como consecuencia malas cosechas, era causa de constante preocupación para las familias, las cuales esperaban de sus gobiernos los aprovisionamientos necesarios con los que poder abastecerse hasta la cosecha siguiente. Sin embargo, gracias al cieno fértil dejado por las crecidas aguas, podían cultivarse gran variedad de plantas. Durante generaciones, los egipcios también vivieron con holgura, en particular, en época de grandes gobernantes como Ramsés, la abundancia fue extrema, lo que se refleja en los bajorrelieves de los templos o en las pinturas de las tumbas privadas con escenas de ofrendas acumuladas, y gente conduciendo animales o transportando vituallas. Existen pruebas suficientes para afirmar, que los egipcios eran amigos del buen comer. En el gran papiro Harris, el manuscrito de mayor tamaño encontrado en una tumba en Deir el-Medina, en tiempos de Ramsés III, encontramos información detalla de los productos alimenticios nombrados a menudo. Además de lo dicho, cabe destacar que, como en cualquier sociedad estratificada y con grandes desigualdades sociales, los antiguos egipcios tuvieron un régimen alimenticio diferente dependiendo de la clase social de los individuos, en cada etapa de mayor o menor esplendor del Imperio. Resumiendo, cabe destacar un par de cosas: • Reiteramos que a los egipcios les gustaba comer, y que temían las hambrunas. • Todo egipcio, independientemente de su rango social, tenía acceso a dos artículos de primera necesidad; el pan, base de todas las comidas en la antigüedad y la cerveza utilizada como bebida alimenticia y espirituosa. EL MENÚ DIARIO La dieta base estaba compuesta por los alimentos más consumidos por los egipcios como los cereales, y en especial el pan y la cerveza, además de frutas y verduras frescas, carne de ave o pescados. Alimentos propios de cada estación que conformaban el “menú” de las principales, comidas almuerzos y cenas: • los cereales cuya producción era masiva y la base de la agricultura y la riqueza, se empleaban de muchas maneras y también para hacer distintos tipos de panes, la espelta, el centeno y la cebada, eran los tres cereales más comúnmente cultivados en el Egipto faraónico. Todos se utilizaban en la fabricación del pan y de la cerveza. Para panes especiales se usaban las harinas de loto y de chufa. • Verduras, el ajo que era muy apreciado, las lechugas cultivadas cerca de la casa, rábanos, puerros, cebollas, y pepinos eran consumidos a diario, las legumbres eran consideradas productos anuales • Las frutas más cosumidas eran uvas, higos, dátiles, higos del sicómoro. Para el verano, se cosechaban sandias y melones. El granado, el olivo y el manzano, fueron introducidos en tiempos de los hiksos, y desde entonces no han dejado de ser cultivados y de dar buenos frutos. Generalmente, los árboles frutales estaban en los jardines privados de las familias ricas. • El aceite de oliva servía para el alumbrado, lo cual no significa que no lo utilizaran para cocinar. • En cuanto a las carnes, la cría y consumo de aves se hacía a gran escala. Aunque todavía no conocían gallos ni gallinas, en el gran papiro Harris se cuentan a miles las aves más comunes como gansos, palomas, pájaros acuáticos, grullas, ocas, etc… • Los pescados en algunas épocas llegaron a estar prohibidos por creencias religiosas que los consideraban alimentos impuros. Pero no siempre fue así . De nuevo, el gran papiro Harris nos habla de considerables cantidades de pescado entre las distribuciones de vituallas hechas a los templos de Tebas, de On y de Menfis: 441.000 pescados enteros, principalmente mújoles, mormiros, clarías, batensodas, pescados de tamaño mediano, y grandes cromis y lates, tan grandes que se necesitan dos hombres para llevarlos, dice el manuscrito. • La leche y sus derivados eran verdaderas golosinas. La recogían en vasos de alfarería de forma ovoide, que se tapaban con una mata de hierba para protegerla de los insectos, evitando cerrar completamente la abertura. • la indispensable cerveza, (keneket) elaborada con cebada y utilizaba también como alimento principal, no sólo como bebida. • Los egipcios tambien elaboraron todo tipo de pasteles y para dar el toque dulzón a sus postres y bebidas utilizaron la miel y las semillas de algarrobo. El consumo de carne de ave, como hemos visto, era el más habitual, sin embargo como alimento perecedero, la carne de buey o vaca era menos frecuente. Las familias preferían tomarla durante festividades en las que se reunía el suficiente número de comensales, entonces, asaban un buey entero que consumían en pocos dias. Añadir en cuanto a las frutas, que los antiguos egipcios, no conocieron los cítricos, como naranjas o limones, ni tampoco las bananas. Peras, melocotones almendras, o cerezas, no hicieron su aparición en las mesas egipcias hasta época romana. El coco, era, en casa de algunos privilegiados, una curiosidad muy apreciada. Entre los pescados, el más apreciado fue el mulet, un pez de mar que remonta el Nilo con cuyas huevas elaboraban el poutargue, receta que aún hoy es utilizada. Tambien se consumían las plantas de agua como el loto. REGISTROS DE LA VIDA COTIDIANA EGIPCIA Aunque el tema de la comida no es muy común en los bajorrelieves egipcios, la mayor parte de la información que tenemos sobre la vida cotidiana de los habitantes de la tierra de los faraones proviene del arte funerario, de las representaciones pintadas en las cámaras mortuorias con las ofrendas de alimentos para abastecerse en el Más Allá. Escenas de preparación de las ofrendas pintadas sobre yeso blanco . La mastaba del funcionario y Fetekti sacerdote. V dinastía. Necrópolis de Abusir, Egipto. Cuando un egipcio moría sin remedio, su familia equipaba su tumba con todo lo necesario para el viaje ultratumba y esto, por supuesto, incluía la comida. Pero los grandes banquetes funerarios estaban reservados para los aristócratas. Las pinturas murales más significativas incluyen las figurillas de los ushebtis que representan a los sirvientes del difunto realizando sus trabajos, preparando pan, moliendo grano, sirviendo cerveza y asando aves y otras carnes, con los comensales sentados ante la mesa de las ofrendas repleta de provisiones y el difundo presidiéndola. La mayoria de estas representaciones, donde el pan y la cerveza son además símbolos de resurrección y abundancia, provienen de contextos funerarios. También son destacables las escenas grabadas en las paredes de templos y santuarios a modo de un gran libro de piedra. Incluso, han llegado hasta nosotros auténticos restos de comida, dejados a modo de ofrendas a los muertos, testimonios mudos del modo de alimentarse de aquellas gentes y de sus costumbres culinarias. Algunos museos como el de Louvre, British o Ashmolean conservan restos de esta comida egipcia. También en el Louvre, hay una buena colección de vajillas, con recipientes en los cuales se podía comer sopa u otro alimento líquido o cremoso, además de los cubiertos. Resulta llamativo, sin embargo un bajorrelive en la tumba de Akhenaton, en Amarna, que representa una curiosa escena de la familia real en una comida: El rey devora una paletilla, y la reina un ave comiendo con las manos junto a los demas comensales pero sin rastro aparente de cubiertos ni vajillas. A ciencia cierta, no sabemos si esto sólo ocurría cuando se servían carnes, ni si para otros platos se usaban vajilla y cubiertos. El hecho en sí de comer carne, ya era un signo de distinción. Sólo los aristócratas, los grandes propietarios y los sacerdotes podían permitirse el consumo de carne con bastante más frecuencia, en un terreno cada vez más árido. LA ALIMENTACIÓN EN LA VIDA COTIDIANA No obstante, la dieta de la que podemos hacernos una idea más completa, es la que seguían las clases más altas, ya que las pinturas más abundantes provienen generalmente de las tumbas de élite y de santuarios o templos. Algunas otras, que provienen de yacimientos como Amarna, Deir el Medina y Malkata, nos muestran representaciones relativas también a las clases menos favorecidas que tenían una alimentación más austera. Sabemos que a los egipcios les gustaba comer sentados, bien solos o en parejas, ante una pequeña mesa con los alimentos. En las casas más humildes, toda una familia se amontonaba en unos veinte metros cuadrados, el mobiliario se reducía a unas esteras y algunas vasijas de barro, estantes y arcas de madera que eran siempre símbolos de bienestar. En las familias mejor posicionadas, los desayunos no se hacían en familia. En cuanto terminaba su aseo personal, al padre se le servía el desayuno consistente en pan cerveza y alguna loncha de carne fría o pastel, la madre por su parte, desayunaba y después las sirvientas le peinaban o acicalaban. Los niños se sentaban en el suelo sobre esteras o cojines. LA VISIÓN DE HERODOTO Para saber cómo se alimentaban los egipcios; las fuentes arqueológicas están reforzadas por los testimonios de eminentes viajeros del Valle del Nilo a lo largo de todos los periodos, como fueron Diodoro, Próspero Alpini y John Bruckhardt y cómo no, nuestro padre de la Historia, el gran Heródoto, quien ocupa un lugar preferente, ya que dedicó uno de sus libros, el tomo II de Historias, a las costumbres egipcias que desde la óptica de un griego, resultaban de lo más extrañas Heródoto afirmaba que “Egipto es un don del Nilo”, un río que impregnó todos los aspectos de la vida, incluida la mitológia. De los egipcios, este primer historiador de la antigüedad, dijo algunas sabias frases que todavía podríamos aplicar a nuestros dias, como que : • De la comida nacen al hombre todos los achaques y enfermedades, o que • Las clases superiores se cuidaban más, aunque de aquellos cuidados exceptúa a los libios (a la postre Egipto había sido un imperio formado por pueblos de distinto origen y cultura). Este beneficio, de los egipcios de clase superior, lo deben en mi concepto a la constancia de sus anuas estaciones, porque sabido es, que toda mutación, y la de las estaciones en particular, es la causa generalmente de que enfermen los hombres. Y, además nuestro Padre de la Historia, añadió algunos detalles sobre la dieta de los antiguos egipcios: Por lo común no comen de otro pan que el que hacen de la escandía, al cual dan el nombre de ‘cytesis’. Luego añade que, en Egipto no hay viñas. Puede que el vino fuera un artículo de lujo reservado a las clases altas, sin embargo, está documentado que en algunas zonas, ya antes del siglo de Heródoto, los egipcios produjeron vino en su tierra, y por eso, el historiador dice que la bebida en el valle del Nilo es la cerveza, que sacan de la cebada barata y abundante y que se tomaba por igual desde los campesinos hasta los faraones. Antigua Escena de una cervecería, del Imperio Medio (2033 -. 1710 aC) tallada en figurillas de madera pintada. El grano es molido por dos molineros en plena acción. A la derecha, la vasija de recipiente y los vasos pequeños Los egipcios comían algunos pescados crudos después de secados al sol y otros adobados en salmuera, conservando también en sal las codornices, ánades y otras aves pequeñas para comerlas, pero sin cocer. Otros peces y aves, en cambio, se consumían hervidos o asados, eso sí a excepción de los animales que reputan por divinos. Son sólo algunas de las costumbres alimenticias que observó Heródoto.. Para terminar recordamos un viejo refrán que recientemente reafirmó la egiptóloga Davis; “No pudo haber un mensaje más evocador: vive como un dios y lo pagarás con tu salud” Dieta y salud en el Antiguo Egipto Ampa el 10 enero, 2013 — 3 Comentarios LA DIETA DE LOS ANTIGUOS EGIPCIOS Texto de Ampa Galduf con la colaboración de J.Luis López de Guereñu Superados los excesos varios de las pasadas fechas navideñas, nos cargamos de buenos propósitos, entre los que nunca falta cuidar la dieta y, atender un poco más nuestra salud, algo debilitada, por tantos atracones seguidos. Nuestro foco de atención, se dirige al pasado de una gran civilización como la egipcia para, -al igual que hizo Heródoto, quien será nuestro guía-, conocer sus costumbres alimenticias y algunas soluciones para combatir el exceso de calorías. Ya lo dijo nuestro sabio Heródoto, padre de la historia : “Somos lo que comemos”, o dicho a su manera; “De la comida nacen al hombre todos los achaques y enfermedades” A los egipcios les gustaba comer bien porque temían las hambrunas. La mayoría de ellos, es decir los campesinos, esclavos y artesanos, no tenían especiales cuidados y sí, verdadero afán de comer todos los días. Los mejor posicionados en la escala social, realizaban constantes ofrendas a sus dioses en espléndidos banquetes funerarios ricos en grasas saturadas, que acababan por deglutir ellos mismos. Según recientes estudios realizados por un Grupo de Investigación Cardiovascular de la Universidad de Manchester “las enfermedades cardiovasculares”, son mucho más antiguas de lo que la gente piensa y no una epidemia del s.XX . Según explican estos investigadores, muchos de aquellos egipcios habrían fallecido por arteoesclerosis, a causa de una dieta con exceso de grasa. Pero el tema de la alimentación no es así de sencillo, la conclusión de este estudio sólo refleja una parte de la compleja sociedad egipcia, tras el análisis practicado a las momias de una casta social como la sacerdotal. Heródoto, admirador y estudioso de la cultura egipcia, nos dejo información de lo más valiosa sobre algunas costumbres que practicaban los habitantes del valle del Nilo, para gozar de buena salud: Ofrendas en la tumba de Menna “Los que habitan en las zonas cultivadas son de lo más hábiles. En su manera de vivir guardan la regla de purgarse todos los meses del año por tres días consecutivos, procurando vivir sanos a fuerza de vomitivos y lavativas, persuadidos de que de la comida nacen al hombre todos los achaques y enfermedades” Los que practicaban esta regla, decía Heródoto, eran los hombres más sanos que había visto. LA IMPORTANCIA DEL CLIMA La dieta alimenticia de los antiguos egipcios, durante las tres fases que duró el Imperio, Antiguo, Medio y Nuevo, varió sensiblemente en función del clima, que fue produciendo, paulatinamente, la degradación ecológica de un suelo fértil y productivo hacia la desertificación. Donde hoy encontramos zonas desérticas, en el período predinástico, se extendía un manto de vegetación que permitía el pastoreo. Progresivamente, a raíz del gradual cambio climático, la vida cotidiana se fue modelando en torno al Valle del Nilo, donde, a pesar de las inundaciones, se podía vivir de los frutos de la agricultura que constituían la base de la dieta alimenticia. Los egipcios, eran gentes trabajadoras y sabían apreciar el valor de sus tierras pero temían las hambrunas. Por así decirlo, los animales del desierto no contaban, para la alimentación, algunos de ellos como gacelas o el orix se utilizaban para hacer sacrificios a los dioses como recuerdo del tiempo en que el pueblo egipcio vivíó más de la cacería que de la cría. El hecho de que cualquier una inundación por débil que fuera, pudiera traer como consecuencia malas cosechas, era causa de constante preocupación para las familias, las cuales esperaban de sus gobiernos los aprovisionamientos necesarios con los que poder abastecerse hasta la cosecha siguiente. Sin embargo, gracias al cieno fértil dejado por las crecidas aguas, podían cultivarse gran variedad de plantas. Durante generaciones, los egipcios también vivieron con holgura, en particular, en época de grandes gobernantes como Ramsés, la abundancia fue extrema, lo que se refleja en los bajorrelieves de los templos o en las pinturas de las tumbas privadas con escenas de ofrendas acumuladas, y gente conduciendo animales o transportando vituallas. Existen pruebas suficientes para afirmar, que los egipcios eran amigos del buen comer. En el gran papiro Harris, el manuscrito de mayor tamaño encontrado en una tumba en Deir el-Medina, en tiempos de Ramsés III, encontramos información detalla de los productos alimenticios nombrados a menudo. Además de lo dicho, cabe destacar que, como en cualquier sociedad estratificada y con grandes desigualdades sociales, los antiguos egipcios tuvieron un régimen alimenticio diferente dependiendo de la clase social de los individuos, en cada etapa de mayor o menor esplendor del Imperio. Resumiendo, cabe destacar un par de cosas: • Reiteramos que a los egipcios les gustaba comer, y que temían las hambrunas. • Todo egipcio, independientemente de su rango social, tenía acceso a dos artículos de primera necesidad; el pan, base de todas las comidas en la antigüedad y la cerveza utilizada como bebida alimenticia y espirituosa. EL MENÚ DIARIO La dieta base estaba compuesta por los alimentos más consumidos por los egipcios como los cereales, y en especial el pan y la cerveza, además de frutas y verduras frescas, carne de ave o pescados. Alimentos propios de cada estación que conformaban el “menú” de las principales, comidas almuerzos y cenas: • los cereales cuya producción era masiva y la base de la agricultura y la riqueza, se empleaban de muchas maneras y también para hacer distintos tipos de panes, la espelta, el centeno y la cebada, eran los tres cereales más comúnmente cultivados en el Egipto faraónico. Todos se utilizaban en la fabricación del pan y de la cerveza. Para panes especiales se usaban las harinas de loto y de chufa. • Verduras, el ajo que era muy apreciado, las lechugas cultivadas cerca de la casa, rábanos, puerros, cebollas, y pepinos eran consumidos a diario, las legumbres eran consideradas productos anuales • Las frutas más cosumidas eran uvas, higos, dátiles, higos del sicómoro. Para el verano, se cosechaban sandias y melones. El granado, el olivo y el manzano, fueron introducidos en tiempos de los hiksos, y desde entonces no han dejado de ser cultivados y de dar buenos frutos. Generalmente, los árboles frutales estaban en los jardines privados de las familias ricas. • El aceite de oliva servía para el alumbrado, lo cual no significa que no lo utilizaran para cocinar. • En cuanto a las carnes, la cría y consumo de aves se hacía a gran escala. Aunque todavía no conocían gallos ni gallinas, en el gran papiro Harris se cuentan a miles las aves más comunes como gansos, palomas, pájaros acuáticos, grullas, ocas, etc… • Los pescados en algunas épocas llegaron a estar prohibidos por creencias religiosas que los consideraban alimentos impuros. Pero no siempre fue así . De nuevo, el gran papiro Harris nos habla de considerables cantidades de pescado entre las distribuciones de vituallas hechas a los templos de Tebas, de On y de Menfis: 441.000 pescados enteros, principalmente mújoles, mormiros, clarías, batensodas, pescados de tamaño mediano, y grandes cromis y lates, tan grandes que se necesitan dos hombres para llevarlos, dice el manuscrito. • La leche y sus derivados eran verdaderas golosinas. La recogían en vasos de alfarería de forma ovoide, que se tapaban con una mata de hierba para protegerla de los insectos, evitando cerrar completamente la abertura. • la indispensable cerveza, (keneket) elaborada con cebada y utilizaba también como alimento principal, no sólo como bebida. • Los egipcios tambien elaboraron todo tipo de pasteles y para dar el toque dulzón a sus postres y bebidas utilizaron la miel y las semillas de algarrobo. El consumo de carne de ave, como hemos visto, era el más habitual, sin embargo como alimento perecedero, la carne de buey o vaca era menos frecuente. Las familias preferían tomarla durante festividades en las que se reunía el suficiente número de comensales, entonces, asaban un buey entero que consumían en pocos dias. Añadir en cuanto a las frutas, que los antiguos egipcios, no conocieron los cítricos, como naranjas o limones, ni tampoco las bananas. Peras, melocotones almendras, o cerezas, no hicieron su aparición en las mesas egipcias hasta época romana. El coco, era, en casa de algunos privilegiados, una curiosidad muy apreciada. Entre los pescados, el más apreciado fue el mulet, un pez de mar que remonta el Nilo con cuyas huevas elaboraban el poutargue, receta que aún hoy es utilizada. Tambien se consumían las plantas de agua como el loto. REGISTROS DE LA VIDA COTIDIANA EGIPCIA Aunque el tema de la comida no es muy común en los bajorrelieves egipcios, la mayor parte de la información que tenemos sobre la vida cotidiana de los habitantes de la tierra de los faraones proviene del arte funerario, de las representaciones pintadas en las cámaras mortuorias con las ofrendas de alimentos para abastecerse en el Más Allá. Escenas de preparación de las ofrendas pintadas sobre yeso blanco . La mastaba del funcionario y Fetekti sacerdote. V dinastía. Necrópolis de Abusir, Egipto. Cuando un egipcio moría sin remedio, su familia equipaba su tumba con todo lo necesario para el viaje ultratumba y esto, por supuesto, incluía la comida. Pero los grandes banquetes funerarios estaban reservados para los aristócratas. Las pinturas murales más significativas incluyen las figurillas de los ushebtis que representan a los sirvientes del difunto realizando sus trabajos, preparando pan, moliendo grano, sirviendo cerveza y asando aves y otras carnes, con los comensales sentados ante la mesa de las ofrendas repleta de provisiones y el difundo presidiéndola. La mayoria de estas representaciones, donde el pan y la cerveza son además símbolos de resurrección y abundancia, provienen de contextos funerarios. También son destacables las escenas grabadas en las paredes de templos y santuarios a modo de un gran libro de piedra. Incluso, han llegado hasta nosotros auténticos restos de comida, dejados a modo de ofrendas a los muertos, testimonios mudos del modo de alimentarse de aquellas gentes y de sus costumbres culinarias. Algunos museos como el de Louvre, British o Ashmolean conservan restos de esta comida egipcia. También en el Louvre, hay una buena colección de vajillas, con recipientes en los cuales se podía comer sopa u otro alimento líquido o cremoso, además de los cubiertos. Resulta llamativo, sin embargo un bajorrelive en la tumba de Akhenaton, en Amarna, que representa una curiosa escena de la familia real en una comida: El rey devora una paletilla, y la reina un ave comiendo con las manos junto a los demas comensales pero sin rastro aparente de cubiertos ni vajillas. A ciencia cierta, no sabemos si esto sólo ocurría cuando se servían carnes, ni si para otros platos se usaban vajilla y cubiertos. El hecho en sí de comer carne, ya era un signo de distinción. Sólo los aristócratas, los grandes propietarios y los sacerdotes podían permitirse el consumo de carne con bastante más frecuencia, en un terreno cada vez más árido. LA ALIMENTACIÓN EN LA VIDA COTIDIANA No obstante, la dieta de la que podemos hacernos una idea más completa, es la que seguían las clases más altas, ya que las pinturas más abundantes provienen generalmente de las tumbas de élite y de santuarios o templos. Algunas otras, que provienen de yacimientos como Amarna, Deir el Medina y Malkata, nos muestran representaciones relativas también a las clases menos favorecidas que tenían una alimentación más austera. Sabemos que a los egipcios les gustaba comer sentados, bien solos o en parejas, ante una pequeña mesa con los alimentos. En las casas más humildes, toda una familia se amontonaba en unos veinte metros cuadrados, el mobiliario se reducía a unas esteras y algunas vasijas de barro, estantes y arcas de madera que eran siempre símbolos de bienestar. En las familias mejor posicionadas, los desayunos no se hacían en familia. En cuanto terminaba su aseo personal, al padre se le servía el desayuno consistente en pan cerveza y alguna loncha de carne fría o pastel, la madre por su parte, desayunaba y después las sirvientas le peinaban o acicalaban. Los niños se sentaban en el suelo sobre esteras o cojines. LA VISIÓN DE HERODOTO Para saber cómo se alimentaban los egipcios; las fuentes arqueológicas están reforzadas por los testimonios de eminentes viajeros del Valle del Nilo a lo largo de todos los periodos, como fueron Diodoro, Próspero Alpini y John Bruckhardt y cómo no, nuestro padre de la Historia, el gran Heródoto, quien ocupa un lugar preferente, ya que dedicó uno de sus libros, el tomo II de Historias, a las costumbres egipcias que desde la óptica de un griego, resultaban de lo más extrañas Heródoto afirmaba que “Egipto es un don del Nilo”, un río que impregnó todos los aspectos de la vida, incluida la mitológia. De los egipcios, este primer historiador de la antigüedad, dijo algunas sabias frases que todavía podríamos aplicar a nuestros dias, como que : • De la comida nacen al hombre todos los achaques y enfermedades, o que • Las clases superiores se cuidaban más, aunque de aquellos cuidados exceptúa a los libios (a la postre Egipto había sido un imperio formado por pueblos de distinto origen y cultura). Este beneficio, de los egipcios de clase superior, lo deben en mi concepto a la constancia de sus anuas estaciones, porque sabido es, que toda mutación, y la de las estaciones en particular, es la causa generalmente de que enfermen los hombres. Y, además nuestro Padre de la Historia, añadió algunos detalles sobre la dieta de los antiguos egipcios: Por lo común no comen de otro pan que el que hacen de la escandía, al cual dan el nombre de ‘cytesis’. Luego añade que, en Egipto no hay viñas. Puede que el vino fuera un artículo de lujo reservado a las clases altas, sin embargo, está documentado que en algunas zonas, ya antes del siglo de Heródoto, los egipcios produjeron vino en su tierra, y por eso, el historiador dice que la bebida en el valle del Nilo es la cerveza, que sacan de la cebada barata y abundante y que se tomaba por igual desde los campesinos hasta los faraones. Antigua Escena de una cervecería, del Imperio Medio (2033 -. 1710 aC) tallada en figurillas de madera pintada. El grano es molido por dos molineros en plena acción. A la derecha, la vasija de recipiente y los vasos pequeños Los egipcios comían algunos pescados crudos después de secados al sol y otros adobados en salmuera, conservando también en sal las codornices, ánades y otras aves pequeñas para comerlas, pero sin cocer. Otros peces y aves, en cambio, se consumían hervidos o asados, eso sí a excepción de los animales que reputan por divinos. Son sólo algunas de las costumbres alimenticias que observó Heródoto.. Para terminar recordamos un viejo refrán que recientemente reafirmó la egiptóloga Davis; “No pudo haber un mensaje más evocador: vive como un dios y lo pagarás con tu salud”
Posted on: Mon, 24 Jun 2013 05:47:17 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015