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Diez medidas para alcanzar las metas Para ayudarle a ponerse en marcha en su viaje de automejora, he reunido tres cualidades que, cuando las haya desarrollado, e incluso mientras las esté desarrollando, lo impulsarán por el camino que lo conduce a lo que quiera alcanzar. Junto a cada una de las cualidades para alcanzar las metas e indicando algunos principios dirigidos a conseguirlas. 1.Acumule confianza a. Dése cuenta de que su meta principal en la vida es ser feliz, y de que la confianza es un estado de felicidad. Practique el arte de estar feliz, y empiece por sonreír. b. Utilice su imaginación para visualizar con entusiasmo que usted es una persona positiva. c. Cada vez que emprenda una acción, recuerde siempre sus experiencias anteriores que tuvieron éxito. Cuando evoque estos sentimientos, se sentirá triunfador, y actuará con confianza. Dígase cada vez: “Tengo confianza”, y esto le servirá a su vez para evocar instantáneamente sentimientos de confianza. d. Acepte todos sus sentimientos negativos como un desafío. La confianza es simplemente la capacidad de levantarse por encima de los sentimientos negativos, de los fracasos y de los errores. e. Crea en usted activamente, no pasivamente. La confianza procede de la fe. 2.Supere la frustración a. Empréndalo todo con entusiasmo. Deténgase siempre en el punto en el que está disfrutando de lo que hace, inmediatamente antes de que se convierta en frustración. Volverá a emprenderlo con entusiasmo renovado, pues lo dejo en un punto positivo. b. Ocúpese de una nueva meta. Pensando en una meta nueva que valga la pena y que pueda alcanzar, su frustración desaparecerá. c. Concéntrese en un pensamiento cada vez, en un acto cada vez, en una meta cada vez: cuanto más se concentre, menos tiempo tendrá para sentirse frustrado. Edison, que fue quizás el inventor más grande de la Historia, y que patentó más de 1000 productos, entre ellos la bombilla eléctrica y el fonógrafo, se concentraba exclusivamente en un momento dado, en lugar de hacer muchas cosas a un mismo tiempo. 3.Desarrolle la compasión, el perdón y la comprensión. a. Perdónese a sí mismo y perdone a los demás. No haga juicios de valor. b. Sea comprensivo con los demás. No discuta: intente comprender. c. Felicite a los demás. Interésese por ellos. Exprese; no intente impresionar. La expresión levanta un puente; y la impresión abre un abismo. d. Procure que los demás se sientan importante. No se dedique a la crítica constructiva. e. Ame a su prójimo como a sí mismo. Recuerde siempre que la mayor parte de lo que conseguirá vendrá como consecuencia directa de lo bien que se lleve con las demás personas. (Respeto) por Arman Shirzad 4.Desarrolle habilidades de comunicación y de compenetración. a. Aspire a comprender antes de darse a entender usted mismo. Las experiencias de usted pueden no ser adecuadas para el problema de los demás. Intente comprender la situación de los demás antes de dar consejos. Recuerde que la tendencia a dar consejos es tan fuerte como la tendencia a no escucharlos. b. A sus oyentes no les importará lo que usted dice hasta que sepan que a usted le importa. c. Practique continuamente la autoalabanza entusiasta interna. Comprenda que su manera de pensar y de sentir determinan el modo en que se comunican con los demás. d. Recuerde siempre que usted percibe y ve su mundo a través de un cristal, y que los demás ven el mundo de ellos a través de otro diferente. 5.Desarrolle una obsesión principal que lo absorba. a. Cualquier cosa de la vida digna de ser poseída es digna de que trabajemos por ella. Lo que cuenta no es la cantidad, si no la filosofía de su plan. Si usted está totalmente absorbido por lo que quiere conseguir de verdad, el mundo le abrirá camino. b. Aspire siempre aprender de la adversidad, pues está suele ser la puerta que lo conduce donde quiere ir. ¿De qué otro modo puede enseñarle la naturaleza el camino? Es el medio de hacerle prestar atención. 6.Desarrolle la tenacidad. a. Cuanto más tenaz sea usted ante todos sus obstáculos, más se desarrolla en usted la fe y la confianza. b. Sólo por la tenacidad llegará usted a ser lo que desea. Afírmese a sí mismo: “Siempre hay un camino; mi tenacidad lo encontrará.” c. Adopte como propio el lema con el que Winston Churchill perseguía el éxito: “No rendirse jamás, jamás, no rendirse jamás.” La diferencia entre la gente ordinaria y la extraordinaria es ese poco más. Siga siempre adelante. 7.Desarrolle una actitud con expectativas ganadoras. a. Conozco una persona que dice siempre: “Espera lo peor y desea lo mejor.” ¡Qué afirmación tan ridícula! Nuestras expectativas se convierten casi siempre en nuestra realidad. Afirme siempre: “Espero lo mejor y siempre lo obtengo.” b. Aspire siempre a producir una situación en la que todos salgan ganando, tanto los demás como usted. No dé por sentado que si uno gana otro tiene que perder. Con una actitud de expectativas positivas, descubrirá que tanto usted como todos los que lo rodean gozan de resultados ganadores. Proyéctese usted como un ganador que hace que otros ganen también. c. Proyecte una autoimagen positiva de usted como persona entusiasta. El entusiasmo es increíblemente contagioso, y afecta casi todos los que toca. 8.Acepte el 100 por 100 de la responsabilidad sobre usted mismo. a. Recuerde siempre que usted es la persona responsable de cómo se siente. El problema no son las circunstancias ni las condiciones el verdadero problema es cómo reacciona usted ante las circunstancias y las condiciones del problema. b. No aspire a echar a alguien o a algo la culpa de lo que ha sucedido o de lo que está sucediendo; aspire a buscar la solución. Existen algunas personas que pasan más tiempo asegurándose de que existe alguien a quien echar la culpa suponiendo que lo que emprenden salga mal, que haciendo verdaderamente lo que emprenden. La culpabilidad mira hacia atrás, y la responsabilidad mira hacia adelante. c. Su propia responsabilidad se reforzará en proporción directa de la eliminación de sentimientos y emociones negativas. Cada vez que surja una de sus emociones negativas rechácela diciendo: “Soy responsable del modo en que me siento.” 9.Desarrolle el valor necesario para hacer lo que hay que hacer. a. La responsabilidad y el valor van de la mano. Sea lo que sea lo que usted tema, aborde la situación que lo provoca. Aristóteles dijo: El miedo es un dolor que surge de la expectativa. Es tan poco frecuente que hagamos lo que tememos, que nunca descubrimos si nuestra expectativa era precisa. El miedo engendra falta de experiencia, la falta de experiencia engendra ignorancia, y la ignorancia engendra más miedo. Es un círculo vicioso. El miedo es una evidencia falsa que parece real. Recuerdo una vez que paseaba por Copacabana, en Río de Janeiro, cuando vi de reojo una serpiente que se dirigía velozmente hacia mí. Di el salto mayor que he dado en mi vida y seguí saltando hasta que me di cuenta de que era una serpiente de goma unida a un alambre. Pero mi sistema de alarma incorporado se había disparado adecuadamente, liberando la adrenalina que me sirvió de combustible para el salto. Pero la evidencia falsa engendró en mí el principio de un verdadero miedo a las serpientes. Después de haber sentido en varias ocasiones esta “evidencia falsa que parecía real”, decidí abordarla. Leí un libro sobre las serpientes, incluso visité un centro donde pude tenerlas en las manos. Mi miedo a ellas desapareció. Las comprendo; comprendo que debo tener cuidado en los lugares donde puede haber serpientes pero ya no me asustan. En mis negocios, cada vez que he necesitado del valor necesario para hacer algo, he descubierto que lo mejor era hacerlo sin más. Sólo haciendo lo que hay que hacer desarrollará usted el valor necesario. El proceso no es el inverso. El valor procede de experimentar aquello que nos preocupa. El valor no es la ausencia del miedo; es saber actuar a pesar del miedo. La mejor manera de acumular valor es animando diciéndonos: “¡Puedes hacerlo!” De modo que no escuche a la gente que lo desanima. Recuerde siempre que el valor es hacer aquello que tenemos que hacer, y que no puede existir el valor si no se tiene miedo. b. La disposición a hacer crea el valor para hacer. El simple hecho de empezar a hacer lo que ha planeado le producirá una capacidad de hacer que aumentara su confianza y su valor. De modo que, sea lo que sea, empréndalo, póngase en marcha. Esté dispuesto, especialmente, a seguir su sueño. Cuando me compré mis zapatillas deportivas favoritas, estaba viendo diversas marcas y modelos, comparándolos y pensando si me vendrían bien, y vi que éstas tenían el slogan: “Simplemente, hazlo.” No existe ningún consejo mejor para desarrollar el valor necesario para hacer algo o para tomar una decisión. 10.Desarrolle un estado mental de felicidad. a. Muchas personas creen que la felicidad depende de cosas y de personas externas; pero cuando buscamos la felicidad fuera de nosotros mismos estamos cometiendo un error desgraciado; nos sentimos impotentes para alcanzar la felicidad, y dedicamos nuestras vidas a la búsqueda de cosas que sabemos que no necesariamente nos darán la felicidad. La felicidad supone tener el valor necesario para vivir la vida que elegimos para nosotros mismos. Convertirnos en lo que verdaderamente queremos convertirnos y hacer lo que queremos hacer verdaderamente está a nuestro alcance a través de nuestro libre albedrio. Por lo tanto, elija lo que quiere, empréndalo, y su estado mental será un estado mental feliz. b. Su capacidad para la felicidad puede aumentarse por el sencillo medio de compartirla con los demás. La experiencia de dar a los demás puede ser la más remuneradora de su vida, aunque empiece simplemente por dar su sonrisa. Practique todos los días la sonrisa ante el espejo, al menos durante 30 segundos. Después de superada la primera sensación de vergüenza, se sentirá de maravilla consigo mismo. c. No ahorre para la felicidad como hacen tantos. Muchos viven en el engaño que hay que ganársela. ¿Cómo?, ¿y cuándo? La felicidad somos nosotros. La felicidad es como la oportunidad: siempre está allí si se sabe buscar. Atrápela del mismo modo. Ser felices quiere decir ser felices ahora, reírnos con más frecuencia; no con una risita ni con una sonrisa, sino a grandes carcajadas. d. Recuerde que la falta de felicidad es consecuencia de las viejas pautas de pensamiento y de sentimientos. Con su nueva programación y con la afirmación “me siento feliz” encontrará un nuevo ímpetu que lo convertirá en la persona mejor que usted puede ser. El mensaje que todo esto le transmite es claro y sencillo. Trabaje más duramente consigo mismo que en todo lo demás, y todo lo demás vendrá por añadidura. Disponga su mundo interior tal como lo desea, y su mundo exterior será como lo desea. En otras palabras, su mundo exterior es un espejo que refleja lo que sucede en su mundo interior. Ésta es la base de una de las mayores leyes universales. El Gran Psicólogo de la Biblia dijo: “Lo que está afuera es como lo que está dentro.” Recuerde: trabaje consigo mismo y todo lo demás se arreglara por sí solo.
Posted on: Sun, 23 Jun 2013 19:25:30 +0000

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