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DÍA 20 DE JULIO De: [email protected] Santos León Ignacio Mangin, Pablo Denn y María Zhou Wuzhi. León Ignacio y Pablo eran sacerdotes jesuitas franceses, María era una seglar china, esposa del administrador de la comunidad cristiana. Los tres fueron asesinados por los bóxers el 20 de julio de 1900 en Zhoujiahe, provincia de Hebei (China). Cuando en 1898 las bandas de bóxers comenzaron sus actividades, el P. León Ignacio fortificó la misión, a la que acudieron muchos cristianos en busca de refugio. Sólo en su tercer asalto lograron los bóxers llegar hasta la iglesia. Allí estaban los dos sacerdotes presidiendo la celebración, los catequistas y numerosos fieles. Los bóxers ofrecieron la salvación a los que apostataran, y lo hicieron algunos. Los demás fueron masacrados. El P. León dio la absolución sacramental. Los sacerdotes murieron entre los primeros. Cuando iban a disparar sobre el P. León Ignacio, María, que tenía unos cuarenta años, se puso delante para protegerlo. Murió ella y también los demás. Beatos Lucas de San José, Jorge de San José y Juan José de Jesús Crucificado. El 20 de julio de 1936, apenas desatada la persecución religiosa en España, estos tres Carmelitas Descalzos del convento de la Diagonal de Barcelona, fueron martirizados en los alrededores de su casa por los milicianos. En la madrugada de aquel día, los 13 miembros de la comunidad habían celebrado la Santa Misa en su iglesia y más tarde habían consumido las sagradas formas que quedaban en el sagrario. Después, vestidos de paisano, fueron saliendo del convento. Lucas de San José nació en la localidad de Su (Lérida) en 1872. Hizo la profesión religiosa en 1891 y se ordenó de sacerdote en 1899. Destacó como predicador y escritor, especialmente por el comentario a las obras de santa Teresa. Trabajó en España y en América, y desempeñó en su Orden cargos de gran responsabilidad. Jorge de San José nació en Tarragona el año 1889, hizo la profesión religiosa en 1906 y recibió la ordenación sacerdotal 1915. Fue rector del seminario menor de Palafrugell y prior de Barcelona. Juan José de Jesús Crucificado nació en Tortosa (Tarragona) en 1911. Ingresó en los Carmelitas con la intención de prepararse para el sacerdocio, pero luego optó por ser hermano profeso. Desempeñó el oficio de portero en Barcelona, ganándose el afecto de los feligreses con su afabilidad y cortesía. Beata Rita Dolores del Corazón de Jesús Pujalte y Sánchez, y Beata Francisca del Corazón de Jesús Aldea y Araujo. Son dos religiosas españolas de la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Sagrado Corazón de Jesús, que por su fe y condición religiosa fueron fusiladas en Canillejas, cerca de Madrid, el 20 de julio de 1936, al inicio de la guerra civil de España. Rita nació en Aspe (Alicante) el año 1853. Emitió sus primeros votos en 1888, y pronto la Fundadora, Vble. Isabel de Larrañaga, le confió cargos de gran responsabilidad, más aún, poco antes de morir, sugirió a sus religiosas que la eligieran superiora general de la naciente Congregación. La eligieron y la reeligieron hasta que, en 1928, anciana, enferma y casi ciega, se retiró a la vida privada en el colegio de Santa Susana de Madrid, donde la detuvieron el mismo día de su martirio. Francisca nació en Somolinos (Guadalajara) el año 1881. Pronto quedó huérfana de padre y madre. Era una niña inteligente, comprensiva y bondadosa. Se educó en el colegio de Santa Susana de Madrid, en el que hizo su profesión religiosa en 1903. Se dedicó a la enseñanza y le confiaron distintos cargos en la Congregación. En los días difíciles de julio de 1936, se comprometió a acompañar hasta el final a la M. Rita, anciana y enferma, aunque tuviera que compartir con ella el martirio. Y así fue, las detuvieron y las inmolaron juntas. * * * San Apolinar. Son muy pocas las noticias históricas que tenemos sobre la vida y actividad de este santo. Según la tradición parece que, a finales del siglo II, gobernó como obispo la Iglesia de Classe cerca de Ravena, en la región de Flaminia (Italia), dando a conocer entre los paganos las inescrutables riquezas de Cristo, y fue honrado con el honor del eximio martirio. Marchó hacia el Señor un día 23 de julio, sin que podamos precisar el año. San Aurelio de Cartago. El año 388 era diácono en Cartago (Túnez) e hizo amistad con el futuro san Agustín que quedó muy edificado por la caridad hacia los pobres que practicaba Aurelio y por la solemnidad y belleza que daba a los divinos oficios. El año 391 ó 392 fue elegido obispo de Cartago. Tuvo que oponerse al donatismo y al pelagianismo, y para ello convocó varios sínodos. También tuvo que luchar para imponer la disciplina eclesiástica. Mantuvo correspondencia con san Agustín, era obispo de Hipona, y se ve que ambos sintonizaban en convicciones y en obras. Agustín le dedicó varias obras. Murió el año 430. San Elías Tesbita. Hoy conmemoramos a este gran Profeta del Antiguo Testamento. Nació a finales del siglo X o principios del siglo IX antes de Cristo. Ejerció su ministerio de profeta del Señor en tiempo de Ajab y Jezabel, reyes de Israel. Contra Baal y sus sacerdotes, defendió los derechos del único Dios ante el pueblo infiel a su Señor con tal valor, que prefiguró no sólo a Juan Bautista sino al mismo Cristo. No dejó profecías escritas, pero su memoria se ha conservado fielmente, sobre todo en el Monte Carmelo. En el Nuevo Testamento aparece en la escena de la Transfiguración hablando con Jesús, quien en otro momento dice que el Bautista era el Elías que tenía que venir (Mt 11,14). San Frumencio. En su juventud lo apresaron y lo redujeron a esclavitud los etíopes, que lo llevaron a la corte de Axum. Allí pudo hacer propaganda del cristianismo e incluso consiguió la libertad. San Atanasio lo ordenó de obispo y lo envió de vuelta a Axum con la misión de evangelizar a las gentes de Etiopía. Murió en una fecha desconocida del siglo IV. San José Barsabás el Justo . Es un personaje del N. T., a quien propusieron, junto con Matías, para ocupar el puesto de Judas Iscariote. Así lo narra el libro de los Hechos de los Apóstoles: «Uno de aquellos días Pedro se puso en pie en medio de los hermanos y les dijo: "Hermanos, era preciso que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, había hablado ya acerca de Judas... Conviene, pues, que de entre los hombres que anduvieron con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús convivió con nosotros, ... uno de ellos sea constituido testigo con nosotros de su resurrección". Presentaron a dos: a José, llamado Barsabás, por sobrenombre Justo, y a Matías... Echaron suertes y la suerte cayó sobre Matías, que fue agregado al número de los doce apóstoles» (Hch 1,15-26). Y José continuó dedicándose al ministerio de la predicación. San José María Díaz Sanjurjo. Nació en Santa Eulalia de Suegos (Lugo, España) el año 1818. Estudió en el seminario de Santiago, pero en 1842 ingresó en el colegio misionero de Ocaña, de los dominicos, y en 1844 se ordenó de sacerdote. Lo destinaron a Vietnam, donde empezó su apostolado trabajando en un seminario para nativos, mas enseguida empezó la persecución contra los cristianos. En 1849 lo nombraron obispo para el nuevo Vicariato del Tonkín Oriental. Siguió una época de relativa calma, pero en 1857 arreció de nuevo la persecución. Lo arrestaron y lo encarcelaron. Lo pusieron ante la disyuntiva de apostatar o morir, y él sin titubeos se afirmó y reafirmó en su fe. Fue decapitado en Nam Dinh el año 1857. Santa María Fu Guilin. Era una mujer china, maestra y catequista fervorosa, nacida en 1863 y colaboradora de los misioneros en las tareas apostólicas. Cuando llegaron los bóxers se escondió, pero una mujer pagana la delató. La sacaron con violencia del pueblo en que vivía, Daliucun, provincia de Hebei (China), la invitaron a apostatar y, al no hacerlo, la decapitaron mientras invocaba a nuestro Salvador Jesucristo. Era el año 1900. Santas María Zhao Guozhi y sus hijas Rosa Zhao y María Zhao. La madre era viuda y cuidaba con esmero la educación de sus hijas. Cuando en 1900 la persecución de los bóxers llegó hasta su pueblo, Wuqiao Zhaojia, en la provincia de Hebei (China), madre e hijas se escondieron en un pozo para librarse de su violencia, pero las sacaron unos vecinos y cayeron en manos de sus perseguidores. Estos mataron en seguida a la madre, ataron a las hijas en sendos árboles y les propusieron una y otra vez que renegaran del cristianismo. Ellas se mantuvieron firmes en la fe, por lo que un bóxer sacó su espada y las mató. Santa Marina (o Margarita). Según la tradición, fue una mujer que consagró su cuerpo a Cristo en la virginidad y en el martirio al ser decapitada en Antioquía de Pisidia (Turquía) en torno al año 305. Santos Mártires de Seúl. El 20 de julio de 1839 fueron decapitados en Seúl (Corea) ocho cristianos, siete mujeres y un varón, que prefirieron perder la vida antes que abandonar la fe de Cristo que profesaban de corazón y que confesaron con los labios ante sus perseguidores sin miedo a las represalias. Estos son sus nombres: Magdalena Yi Yonghui, Teresa Yi Maeim, Marta Kim Songim, Lucía Kim, Rosa Kim, Ana Kim Changgum y María Won Kwiim, virgen, y Juan Bautista Yi Kwangnyol. San Pablo de Córdoba. Era pariente de san Eulogio de Córdoba, quien narra su historia, y pertenecía como diácono al clero de la iglesia cordobesa de San Zoilo. Sobresalía por sus muchas virtudes y especialmente por la caridad que le llevaba a visitar y ayudar a los presos. Animado por la palabra y el ejemplo de san Sisenando, se presentó ante el juez musulmán y le confesó su fe en Cristo como verdadero Dios. Fue encarcelado y más tarde decapitado. Esto sucedió en Córdoba el año 851. San Pedro Zhou Rixin. Era un joven de 19 años, natural de Lujiazhuang, provincia de Hebei (China), que se refugió como otros muchos cristianos junto al P. León Ignacio Mangin. Cuando los bóxers asaltaron la iglesia en que estaban reunidos, Pedro pudo escaparse por una ventana. Estuvo mucho tiempo escondido sin comer y, cuando lo encontraron los soldados, lloraba de hambre y de miedo. Le ofrecieron la libertad si apostataba. Él se mantuvo firme en su fe, y lo decapitaron. Esto sucedió días después del 20 de julio de 1900, en fecha desconocida, por lo que el Martirologio ha preferido conmemorarlo hoy. San Vulmaro. Nació en la región de Boulogne (Francia). Contrajo matrimonio en su juventud, pero resultó que la mujer ya estaba casada y su marido la reclamó. Tras este fracaso entró en el monasterio de Hautmont como criado, para cortar leña y cuidar del ganado. Su humildad y buenas cualidades atrajeron la atención del abad, quien le vistió el hábito monacal y lo preparó para el sacerdocio. Después, con los debidos permisos, se retiró a un monte para vivir como ermitaño siguiendo las costumbres de los antiguos padres. Fundó en medio de los bosques un monasterio para hombres y otro para mujeres. Murió el año 689. San Xi Guizi. Era un joven catecúmeno de 18 años y aún no había recibido un nombre cristiano. Tenía poca cultura, pero estaba entusiasmado con Cristo y estudiaba con todo su interés el catecismo. Lo apresaron los bóxers y lo llevaron a la pagoda para que adorara los ídolos. Él se negó alegando su fe cristiana. Lo maniataron y lo llevaron al lugar del suplicio, donde le soltaron las manos. Él se santiguó y dejó mansamente que lo descuartizaran vivo. Así recibió el bautismo de sangre en su pueblo, Dechao, provincia de Hebei (China), el año 1900. Beato Antonio Fernández Camacho. Nació en Lucena (Córdoba) en 1892, hizo la profesión en los Salesianos en 1909, fue ordenado sacerdote en 1917 y se consagró con celo a la enseñanza y al sagrado ministerio. Fue apóstol de las devociones a Jesús Eucarístico y a María Auxiliadora. Se encontraba en Sevilla cuando comenzó la persecución religiosa. El 20-VII-1936 fue denunciado como sacerdote, arrestado y cacheado. Al encontrarle el crucifijo que llevaba en el cuello, los milicianos, entre insultos e injurias, le dispararon varios tiros de fusil y lo abandonaron. Murió poco después. Beato Bernardo de Hildesheim. Fue obispo de Hildesheim en Sajonia (Alemania) y, aunque ciego, gobernó santamente su Iglesia durante veintitrés años. Murió en 1153. Beatos Luis Furones y Jacinto García, dominicos. El 20-VII-1936, iniciada la persecución religiosa en España, fue asaltado el convento de Atocha en Madrid, incendiado y profanado. Estos religiosos, al pasar por la calle Granada, fueron detenidos y ultrajados, Fr. Jacinto asesinado y el P. Luis herido de tal gravedad que quedó en plena calle varias horas hasta que expiró, tras una larga agonía entre insultos y mofas. Luis Furones nació Abraveses de Tera (Zamora) en 1892, profesó en 1910 y recibió la ordenación sacerdotal en 1917. A continuación fue misionero en Centroamérica. Organizó misiones y se dedicó intensamente a la predicación. Regresó a España en 1935 y lo eligieron prior del convento de Atocha. Jacinto García nació en Calvillas, Somiedo (Asturias) en 1894 y profesó como hermano cooperador en 1921. Marchó en 1923 a las misiones de Perú, donde permaneció hasta 1932. Buen religioso y excelente misionero, debilitado por una enfermedad, tuvo que regresar a España. Lo destinaron a Salamanca y después al convento de Atocha. Murió perdonando a sus ejecutores.
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 21:26:43 +0000

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