EL BOSQUE – UNA FORMA DE VER LA REALIDAD Capitulo 1 – La llegada Esperaba en una mesa como si alguien la viera de lejos, atenuada por su soledad y su incierta inhabilidad para entender el amor, corrían los días sumergida en sus variados sentimientos, entre objetos de diversos colores y formas, encendía luces al cielo en señal de agradecimiento por aquello que raramente recibía como ella lo esperaba. Era supuestamente ignorada e incomprendida en su realidad íntima, vivía acotada por su esfuerzo en vencer su realidad aparente y sometía a la vida a variados problemas y brillaba de luz a la vez, una luz la alumbraba, la acompañaba, la seguía. Era como era, era como había nacido, nacida y criada en la angustia, gustaba de sonreír, difícil de llorar, silenciosa para fantasear y fuerte para convencer a los demás. Existía en medio de la adversidad. El hecho de vivir como a contramano le precipitaba enormes choques con los demás, pero contaba en tiempo real con la fortaleza para afrontarlos, pero luego caía en abismos internos profundos, en soledades infinitas, en controversias que la desorganizaban. Sin embargo tenia la habilidad de que todo ese compendio de tragedia la hiciera atractiva, su dolor y malestar era soportable por otros, tenia una tintura especial y por lo tanto era ampliamente comprendida. Al margen de detalles, tenia el valor de ser como era y de que nada de afuera se interpusiera en su trágico camino, no transaba con el medio, seguía un impulso y su instinto, el resto no le importaba y así avanzaba a pasos y tropiezos, porque siempre alguien se apiadaba de ella, le daba aquello que le faltaba y lo que necesitaba porque al verla era muy claro para algunos el querer que cumpliera su destino. Vivía como ir en una carrera de obstáculos en donde siempre conseguía todo lo que necesitaba, para ella todo era más simple que para el resto sumido en el temor de no ser como esperan que sean. Por esas dotes especiales podía soportar a pesar de Todo l o que fuera auto controlarse, prever las consecuencias de lo que hacia, significaban pavadas para ella y lo mas loco de todo es que para su realidad interna era totalmente cierto. Los típicos consejos bien intencionados o cualquier otra frase trillada eran prácticamente una ridiculez para su realidad y sus necesidades erráticas. Sydnie era un ser complejo aunque aparentara otra cosa para la visión poco profunda de la mayoría de la gente, dentro de ella operaban tendencias contrapuestas, luchas por establecer una identidad propia que no chocara con los estereotipos impuestos. Su tendencia a ser demasiado influida por lo externo hacia que no pudiera encontrarse consigo misma y que a su realidad interior le surgieran condiciones intensas que alteraban su autoconcepto, por lo tanto desde si misma, tenia que resolver siempre una compleja resolución para poder lograr un camino especifico, el resultado en su conducta de ese proceso interno, era vivir en una constante divergencia entre una y otra cosa que se traducía en una constante indecisión e inestabilidad y a veces cuando percibía una perdida de si misma y de su destino una depresión. Mas ridículo era caer en lo que muchos caían, en preocuparse por lo que hiciera y le pasara, a Sydnie la realidad parecía evidenciar que nada bueno podía pasarle mientras no se detuviera y solo lo hacia si alguien significativo para ella la lograra convencer, ese alguien nunca pertenecía a su familia ni a su entorno impuesto, en general eran personas que conocía en su camino y en la calle, a donde realmente pertenecía y donde era libre. Con ese estado que podría asemejarse a una esponja que todo absorbía su vida era una sucesión de peligros, riesgos y desilusiones que la habían afilado tanto en lo que era la vida dura que ya nada la perjudicaba desde afuera y a todo podría hacer frente, menos a ella misma. Solamente escuchaba a quienes la respetaban por lo que era en esencia y que eran muy pocos. Mentalmente era una persona sumamente inteligente, con la dificultad de no aplicar para si aquello que su mente podía operar con facilidad, en casa de herrero cuchillo de palo era lo que mas la definía en ese aspecto. Era tan inteligente que sabia que frente a su temperamento y naturaleza nada podría hacer, ni ella ni nadie, hasta tanto no se decidiera abandonar su búsqueda que no la llevaba a ningún lado en apariencia pero que era su destino. ¿Quién puede animarse a decirle a otro ser humano que abandone su destino? Nadie que no sea un verdadero ignorante, por lo tanto lo mas sabio era escucharla y entender su historia, ya que dependía de la necesidad de ser escuchada y desde ahí se lograba entender su subliminal idioma y poder llegar a algún tipo de dialogo que aportara algo, generalmente para uno mismo mas que para ella. Sydnie parecía flotar en una esfera superior de la existencia humana que se caracteriza por el conflicto con lo externo de forma continua y desordenada, como una forma de fortalecer y desarrollar su potencial interno de forma rápida y sin perdida de tiempo, en un mundo ignorante y sumiso a los estereotipos de seres humanos que se piensan a si mismos coherentes y superiores por coexistir con otros con lo que pueden compararse y percibirse en una buena posición frente a la vida, para Sydnie eso era algo ridículo a lo que había escapado siempre. El reto para quienes constituían sus afectos, es que frente al afecto que podía lograr tenérsele y cierta admiración por vivir dentro de esa realidad que asomaba atractiva, había que aceptar escuchar las mas diversas locuras, rarezas y arriesgadas acciones en que solía meterse y de las cuales no tenia respuestas, tanto de aquellas que le salían bien como de aquellas que le salían mal. Quien cumplía con esa condición era el fantasma, a quien conocería en el bosque una comunidad de adictos a las drogas a las que la vida la llevaría en unos años. El fantasma era un joven unos años mayor que ella, proveniente de una compleja trama familiar en donde se mezclaban la cultura, la delincuencia y si bien menos inestable, parecía habitar la misma esfera de la existencia, pero en un nivel superior de entrenamiento, que le permitía coexistir en el mundo convencional. Esa característica común era lo que posibilitaba una comunicación con buenos resultados entre ellos. Viajando mas adentro de Sydnie, podía comprenderse que la simpleza de expresión de sus impulsos que tenia por naturaleza, contrastaba con la distorsión de la realidad que el maltrato psicológico le había impregnado desde su aspecto emocional, era claro en su historia que de no haber sido maltratada y de haber recibido el apoyo emocional adecuado, habría sido una luz radiante y un ser capaz, pero la realidad imponía que fuera lo que podía lograr ser y a su forma de supervivencia, de todas maneras no dejaba de ser radiante y capaz para el ojo afilado y sin prejuicios. Por eso cuando los ignorantes la subestimaban, reía en los pocos buenos días que tenia y estallaba de ira casi siempre. Era mejor abordar la comprensión de su vida como podía hacer el fantasma, con humor, ya que a pesar de la trágica realidad que era su vida interna, de todas formas y a pesar del aparente estado de sufrimiento real, frente a su disociación, vivía una vida de aventuras que en realidad era lo que muchos de nosotros tuvimos que hacer y que es escapar de aquello que podría destruirnos para vivir mas como se puede que como potencialmente nos pareciera o pareciera a otros posible. Sydnie ante ciertos eventos internos de algo parecido a la reflexión, podía percibir el contraste tan marcado entre lo que había logrado ser y lo que internamente tenía como potencial, aspecto este que ella lo llamaba – sentirse como forastera en todas lados, una pesada carga para muchos seres humanos
Posted on: Wed, 20 Nov 2013 04:33:15 +0000
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