EL DEMASIADO DE LAS ANTIOQUEÑAS LE SIRVE AL PAÍS Por: JOHN JAIRO - TopicsExpress



          

EL DEMASIADO DE LAS ANTIOQUEÑAS LE SIRVE AL PAÍS Por: JOHN JAIRO LLANO CANO Yo si le he sacado tiempo a la lectura de los vituperios emanados de una mente sin oficio como el que publicó la revista SOHO contra las paisas y no es raro encontrar lectores como yo o como otros desprevenidos que se tomaran el tiempo para analizar la finalidad de esta clase de artículos y sería bueno escribir no sólo a manera contestataria sino de ayuda a los creadores de tan acérrima columna para que pongan sus ojos en la grandeza de las mujeres no sólo Antioqueñas sino de todo el país. A quien publicó el insultante texto quisiera agregarle que en Antioquia se gestaron unas indias de armas tomar que han ayudado desde épocas atrás a muchas regiones del país que por sí solas nunca hubieran podido salir adelante y hoy en día seguimos subsidiando. Pero como el ser humano del escrito arremete contra la mujer antioqueña; me remito a pensar en la india Agrazaba quien en compañía de la tribu Catía atacaba a los conquistadores con flechas envenenadas desde las montañas y cumbres de las sierras, hasta obligarlos a salir horrorizados del territorio y ahí vemos a las mujeres con “demasiado” empeño para defender su terruño. Y que tal MARÍA CENTENO (1568 – 1645), que estuvo siempre luchando en contra de la discriminación racial, la minería y su influencia en el periodo; la inserción de la mujer nativa al núcleo familiar blanco; las labores de las mujeres negras, indias y mestizas en el campo, en las minas, etc. Y logró ser una gran propietaria de minas de oro en regiones de Buriticá y Remedios y de grandes latifundios en el occidente de Antioquia. Aquí vemos una muestra de mujeres con “demasiados” intereses sociales para lograr equidad para sus coterráneos. Otro ejemplito de lo “demasiado” de las mujeres antioqueñas lo representó “Simona Duque y las mujeres en la Independencia” (1773 – 1858), quienes impulsaron los cambios administrativos, políticos y sociales de dicho periodo, con el resultado del movimiento independentista y sus protagonistas; la política y el movimiento en Antioquia; libertad de esclavos (de partos); la reconquista; la república de Antioquia y su economía, minería específicamente. Simona Duque, que entre otros vivió el movimiento comunero de 1781 en el oriente antioqueño, y el de independencia, siendo un referente del género femenino en los campos de batalla. Siguiendo en esta corta historia hasta llegar al momento como no traer a colación a María Martínez de Nisser (1812 – 1872), quien sobrepasó el aspecto romántico de su intervención en la historia sino que hay muestras, en sus diarios, de ideas políticas propias muy definidas. Su “Diario de los sucesos de la revolución en la provincia de Antioquia en los años de 1840-1841″, “A comienzos del siglo XX la mano de obra ocupada por la industria textil antioqueña se componía mayoritariamente de mujeres jóvenes que provenían del campo, solteras, analfabetas y pobres. Algunas desempeñaron oficios mal remunerados, defendieron ideas socialistas y comunistas, participaron en sindicatos y huelgas, o cuestionaron la discriminación y las difíciles condiciones de trabajo, pero en general rompieron con el rol tradicional de la mujer guardiana del hogar y se dedicaron a otras actividades.” Todo esto hace parte de la vida y actividad de María de los Ángeles Cano Márquez 1887 – 1967, retomando su actuar político en el departamento y el país; sus antecedentes que van desde escritora a principios de la década del veinte, de mediados del veinte a 1930 como mujer rebelde, oradora popular y líder obrera y desde mediados de la década del treinta hasta sus últimos días de un silencio total y retiro de su actividad pública. Ésta sí que demostró “demasiado” lo que es participar en la vida de un país que cuenta con toda clase de personajes entre los que se encuentran los columnistas malintencionados que creen tener la autoridad para discriminar a quien se les antoje. Seguir con el “DEMASIADO” que tienen las mujeres paisas se puede ver en su estética corporal, en sus cocinas, en su manera folclórica de vivir bien la vida; pero para nada son o serán “el demasiado” de la burla de nadie en este país donde siguen aportando desde épocas muy remotas hasta nuestros días a una Colombia sucumbida en la desfachatez de los que pisotean sin hacer observancia de sus desmedidos actos. Y ahí siguen con su actuar lastimero frente al Estado unos grupos conformados por mujeres de empuje y tesón como LAS MADRES DE LA CANDELARIA, EL COLECTIVO DE MUJERES, MUJERES ROMPIENDO CADENAS Y MUCHOS MÁS. Agobiadas por la desaparición de sus seres queridos, por la falta de apoyo estatal, por ser madres cabezas de familia, por no encontrar un pago digno como madres comunitarias, por el maltrato familiar, en fin por muchas sinrazones que son el tema diario no sólo de las paisas sino de las mujeres en el continente. Pero ahí siguen erguidas y aguantadoras hasta que no tengan que sacar Ley de cuotas para hacerles valer sus derechos, hasta que las veamos como el ser humano indispensable para un país desangrado, violentado y a veces sin horizontes claros. Esas mujeres paisas son el referente de la grandeza que no puede acabar en la pluma de un desocupado escritor.
Posted on: Wed, 14 Aug 2013 18:04:34 +0000

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