EL DIABLO, OTRA INVENCION Y MANIPULACION DE LAS TRADUCCIONES - TopicsExpress



          

EL DIABLO, OTRA INVENCION Y MANIPULACION DE LAS TRADUCCIONES BIBLICAS............................... By Angela Pese a la creencia judeo-cristiana-musulmán, la figura literaria del diablo es tan solo un error de traducción intencionado para desasociar al dios bíblico de los actos que comete en las narraciones. El cristianismo usó dicha figura como adversario de Cristo y una figura maligna a la que culpar de todos los males. Siguiendo una evolución literaria sobre dicho personaje, el cristianismo adaptó a todos los dioses “paganos” contra los que combatía durante los primeros siglos utilizando la misma denominación. Gracias al poder conseguido y a siglos de conquistas, el judeocristianismo ha hecho creer que existe y está presente en todo lo que contraria sus dogmas. En el Antiguo testamento, no existe la figura del demonio, satán es tan solo otra palabra hebrea que define a un ángel enviado por dios con el que mantiene conversaciones y al que envia para probar la fe de los personajes bíblicos. En el Nuevo testamento, los autores utilizaron dicha palabra para desviar la atención del lector y creyente y así crear a un enemigo y causante de todo mal cuando en realidad, si se lee detenidamente la biblia, el culpable es Yahvé (Jehová/Dios). La creación judeocristiana del diablo se hizo de varias formas: El cristianismo transformó palabras mal traducidas del Antiguo testamento (Tanaj) intencionadamente a modo de nombres para crear la figura que aparecería en en Nuevo testamento como ser independiente y maligno contrario a Dios. Satanás o Satán: El nombre “Satanás” en realidad proviene de la palabra aramea shatán ( שטנא ) que significa acusador, enemigo, adversario. Es tan solo la latinización de dicha palabra. En los textos del Tanaj (Antiguo Testamento) se empleaba con esa intención. Lo griegos la tradujeron del hebreo ha-shatán (mencionado en el Tanaj como un espía errante del dios hebreo que rondaba sobre la tierra para mostrarle a dios todo lo que había cometido la humanidad para que este pudiera sojuzgarla después de sus actos). En el Libro de Job (Iyov), ha-satan es un título, no un nombre propio, de un ángel gobernado por Dios; él es el jefe perseguidor de la corte divina. En el Judaísmo ha-satan no hace mal, le indica a Dios las malas inclinaciones y acciones de la humanidad. En esencia, ha-satan no tiene poder hasta que los humanos no hagan cosas malas. Después de que Dios señala la piedad de Job, ha-satan le pide autorización para probarla. El hombre justo es afligido con la pérdida de su familia, propiedades, y más tarde, de su salud, mas él sigue siendo fiel a Dios. Como conclusión de éste libro, Dios aparece como un torbellino, explicándoles a los presentes que la justicia divina es inescrutable. En el epílogo, las posesiones de Job son restauradas y el obtiene una segunda familia para “reemplazar” la primera que murió. Al traducir la biblia al griego (LXX) y al latín y emplearla en el Nuevo testamento, los escribas y sacerdotes decidieron no traducir dicha palabra y emplearla como si el “ángel acusador” fuera en realidad un diablo enemigo del dios hebreo (todo lo contrario al significado real y la descripción dada por los autores del Antiguo testamento- hebreo). En diversos versículos se usó el término satán para designar a adversarios humanos de, por ejemplo, David (1 Sm 29,4) o Salomón (1 Re 5,18); mientras que en el ámbito de lo celestial apareció el concepto en relación con un ángel de Dios enviado a obstaculizar al profeta Balam, contratado por Moab para lanzar una maldición sobre Israel, siendo, pues, un mero «adversario» (Nm 22,22), no un «demonio». El término satán, en historias como la de Zorobabel, designó el rol de acusador en juicios ante Dios (Zac 3,1), un papel que desempeñará igualmente el ángel-satán que aparece en la historia de Job, actuando como un simple fiscal que acusa y pide pruebas (castigos). En el libro de Números se llama shatán (en el sentido de ‘adversario’, ‘oponente’), al mensajero-ángel que Yahveh envía para impedir que Balaam maldiga al pueblo de Israel. (Num 22:22-32). El término shatán también entra en la vida jurídica israelita, y alcanza el sentido de ‘acusador delante del tribunal’ (Salmos 109:6) (Zacarías 3:1) y el término shitna, derivado de la misma raíz, es la “acusación”. Solo en el Nuevo testamento, los autores deciden otorgar el papel de enemigo del dios literario en un intento de confundir al lector haciéndole pensar que es un ángel enemigo de ese Dios/Cristo que decide tentarle y provocarle (Marcos 1:12-13) (Mateo 4:1-11) (Lucas 4:1-13) o un ángel que posee cuerpos que más tarde Jesús espanta realizando exorcismos (Marcos 3:22-27) (Mateo 12:22-30) (Lucas 11:14-23). En lengua árabe se le llama shaytán, que también significa serpiente (de esta forma consiguieron asociarlo a la serpiente del Génesis que tienta a Adán y Eva con el fruto prohibido. Algo que no figura en el libro del Génesis, donde a la serpiente se la denomina solamente como “la criatura más astuta e inteligente de la creación”). Belial (Belhor, Baalial, Beliar, Beliall, Beliel): Esta es otra mala traducción intencionada para desviar la atención del creyente. El nombre Belial e deriva del hebreo bliya’al (bel-e-yah-al), que se compone de bliy (bel-ee’) que significa “corrupción” (Isaías 38:17) y de la palabra ya`al (yaw-al’) que significa “ganancia” (Isaias 30:5; Job 21:15; Jer 7:8…). La figura literaria se utilizó en los capítulos para definir a un personaje con el que confrontar en las narraciones. Los expertos lo traducen como “señor de la arrogancia” o “señor de orgullo” (Baal ial) o “el de ganancias corruptas“. En el judaísmo los hombres “impíos” son considerados los hijos de Belial. En los primeros siglos del cristianismo y durante la edad media el termino Belial se empleo erróneamente como sinónimo de Satán/Diablo.
Posted on: Fri, 05 Jul 2013 22:52:11 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015