EN UN SOLO CAFÉ. En todo trabajo, te levantas a una hora para ir - TopicsExpress



          

EN UN SOLO CAFÉ. En todo trabajo, te levantas a una hora para ir a él, cumples con determinadas tareas establecidas y al día siguiente el ciclo se repite hasta terminar la semana. Pareciera como si uno tuviera la percepción de no poder hacer algo distinto para escapar de la rutina. Me había percatado de ello y reflexionando me di cuenta que estaba cayendo en un ciclo mecánico. Pero... ¿Qué tan capaz era realmente no solo de salir de la rutina?; sino hacer el propósito que esta cambiara; para no ser absorbido en los minutos del reloj, en los días que parecen iguales, mas sin embargo estos no lo son siempre son distintos. Ese viernes me propuse hacer algo diferente simplemente ir a tomar un café- pensé –ese sería un pequeño comienzo, pero a veces la vida te pone en cada dilema puesto que en ese fin de semana por más que trataba de terminar mis tareas laborales y de hogar parecía que no tenían fin. Cansado y adolorido del trabajo me di cuenta que ya eran las 6:00 pm – que tarde es pensé, creo que ya no será posible salir. Mas sin embargo pese a toda adversidad tome una ducha helada, me puse ropa limpia y Salí recordando que a unas cuantas calles de mi casa existe un café muy cómodo para pasar el tiempo, cuando llegue me encontré con una chica que estaba terminando de cantar. Que mala suerte me dije ni siquiera la pude escuchar, me senté y de pronto se acerco a mi extendiendo una carta; solo café dije, ella sonrió y se apresuro a realizar mi encargo miraba el lugar con aquellos toques orientales, cuando aquellos clientes pidieron la cuenta y se marcharon me quede completamente solo. En realidad no sentía ese peso, sino disfrutaba la tranquilidad de ese lugar, fue cuando aquella chica apareció con mi orden, la deposito en mi mesa. Cambio de música y me pregunto… ¿quieres que cante? Yo le dije que si un poco apenado. La música se hiso sonar, poco a poco su voz y su mirada se empezó a enfocar en mi de una manera respetable, sencilla, amable y cariñosa. Fue así cuando entablamos un dialogo invisible a compenetro los sentimientos ella los dejaba fluir con sus cantos melodiosos, yo en las miradas que se mantenía firme a través de sus pupilas. Aquel dialogo invisible poco a poco se fue diluyendo cuando ella con entusiasmo platicaba sobre el gran amor que le tenía a la música y con interés que yo mostraba al hacerle preguntas sobre sus canciones. Al partir, pedí la cuenta no obstante puse en un papel la palabra – gracias por alegrar mi día- Ella lo tomo y sonrió. Al volver a caminar por las calles, sentí que había recibido un regalo maravilloso y que a pesar del cansancio del trabajo tenía que esforzarme a encontrarlo. Y que día con día un regalo diferente me esperaría para que yo lo tomara. Siempre y cuando así lo decidiera para poder cambiar las cosas, y encontrar la felicidad...
Posted on: Tue, 01 Oct 2013 00:00:57 +0000

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