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ENRIQUE CONTRERAS RAMÍREZ ¿CÓMO RESCATAR LA TIERRA, ANTE LA POLÍTICA VORAZ Y GENOCIDA DE LOS CONGLOMERADOS? Los análisis científicos señalan que el clima planetario ya está cambiando y se prevén acontecimientos meteorológicos extremos, como tormentas, inundaciones y olas de calor, cada vez más frecuentes e intensos, así como la elevación de la temperatura global y del nivel marino. La Agencia Internacional de la Energía (AIE), llamó a tomar acciones antes del 2020 para limitar el aumento de la temperatura media mundial hasta dos grados centígrados. De no hacerse, el daño a la tierra será irreversible. Septiembre-2013 ¿CÓMO RESCATAR LA TIERRA, ANTE LA POLÍTICA VORAZ Y GENOCIDA DE LOS CONGLOMERADOS? Los análisis científicos señalan que el clima planetario ya está cambiando y se prevén acontecimientos meteorológicos extremos, como tormentas, inundaciones y olas de calor, cada vez más frecuentes e intensos, así como la elevación de la temperatura global y del nivel marino. La Agencia Internacional de la Energía (AIE), llamó a tomar acciones antes del 2020 para limitar el aumento de la temperatura media mundial hasta dos grados centígrados. De no hacerse, el daño a la tierra será irreversible. ENRIQUE CONTRERAS RAMÍREZ En los análisis que permanentemente estamos leyendo y oyendo en los diferentes medios informativos, acerca de la realidad latinoamericana y mundial, es cotidiano observar que los mismos están centrados en la actividad o plano económico y sus consecuencias en el espectro socio-político. Es muy raro ver algunos análisis económicos, donde se estudie y se establezca como una variable dependiente de la economía el escenario ecológico, producto quizás –creo yo- del tipo de formación y corrientes que se manejan en las ciencias económicas, pues las teorías neoliberales predominan en los modelos civilizatorios existentes y donde la tierra se ve como una mercancía que se puede vender y comprar, no importa el daño que se le cause a la población y al planeta. La variabilidad y complejidad que presenta hoy día el escenario mundial, donde se manifiesta el inconformismo contra los modelos socio-económicos existentes, hace que dejemos de un lado parte de una realidad ecológica que ya afecta en gran parte la vida en nuestro planeta, donde la economía quedara totalmente desarticulada y sobre todo el renglón alimentario que colocara la humanidad en una situación muy difícil de superar, además del daño irreversible a la tierra. El mundo está en crisis, creo que ignorar esta situación, es estar divorciado de una realidad que ya nos afecta gravemente. La civilización de hoy día está profundamente cuestionada en sus modelos socio-económicos llámese capitalismo de estado o capitalismo privado, sin olvidar que ambos capitalismo descansan sobre la propiedad privada. Al respecto Douglas Bravo nos señala lo siguiente: “La expansión del capitalismo en su era de globalización marcha en conjunto con una profunda crisis civilizatoria en todos los órdenes. Los paradigmas fundamentales de la civilización occidental están siendo desafiados en su totalidad: las grandes verdades filosóficas, científicas, culturales, tecnológicas, energéticas, sufren el impacto de nuevas corrientes que transgreden la lógica capitalista; la pluralidad, la diversidad, lo multicultural se enfrentan con fuerza a la unicidad cultural, científica y filosófica; las tradicionales formas organizativas: partidos políticos, sindicatos, gremios, comunas, federaciones de distinta naturaleza -aparte de que están cuestionadas- se enfrentan a nuevas modalidades organizativas; los sujetos históricos tradicionales no solamente están cuestionados porque no respondieron a lo que se creyó que era su papel, sino que además la comunidad donde todos caben juega un papel dinámico. De esta verdad planteada planetariamente se desprende, que para la creación de una nueva civilización, se tiene que reformular el concepto de revolución, como lo hemos sostenido frecuentemente”. (Douglas Bravo. “INDIANIDAD Y NUEVA CIVILIZACION”. Ponencia presentada en el SEMINARIO INTERNACIONAL “POR UNA INTEGRACION LATINOAMERICANA DESDE ABAJO”. 13 AL 16 DE JULIO DEL 2011). El INFORME AIE Según la Agencia Internacional de Energía (AIE) el calentamiento global es un hecho real, que de no colocársele los correctivos a tiempo, en el año 2020 la tierra sufrirá daños irreversibles que afectaran gravemente la vida en el planeta. Para tales fines la AIE insistió en aplicar sin tardanza algunas cuatro medidas energéticas que podrían salvar, según ella, el objetivo de limitar el calentamiento planetario a dos grados, objetivo que se aleja peligrosamente. Las medidas consistirían en: Multiplicar los esfuerzos de eficacia energética en la construcción, el transporte y la industria. Su coste estaría más que compensado por los ahorros de energía logrados, según las proyecciones de la agencia. La segunda propuesta consistiría en limitar la utilización y construcción de centrales eléctricas de carbón de bajo rendimiento, sumamente contaminantes, y aumentar el recurso al gas y las energías renovables. La tercera consiste en reducir las emanaciones de metano (gas natural no quemado, de fuerte efecto invernadero) de la industria petrolera y gasífera. Finalmente, la AIE insta a suprimir gradualmente las subvenciones al consumo de carburantes fósiles vigentes en numerosos países. En su informe sobre la complejidad en que se encuentra la relación energía-clima, la AIE confirmó sus advertencias anteriores sobre la cuestión del calentamiento climático. “Si seguimos la trayectoria actual, el aumento de la temperatura no será de dos grados sino de 5,3 grados (con respecto a la era preindustrial), lo que tendría consecuencias desastrosas en términos de acontecimientos climáticos extremos, de elevación del nivel del mar y acarrearía enormes costes económicos y sociales”, advirtió la directora general de la AIE, María van der Hoeven, durante la presentación del informe en Londres. Los convenios internacionales sobre el clima que se produjeron bajo los auspicios de la ONU buscan reducir el calentamiento en dos grados centígrados. Para alcanzar este objetivo, la AIE, el brazo energético de la OCDE, plantea cuatro medidas que permitirían reducir de 3,1 gigatoneladas las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2020, es decir 80% de los ahorros buscados por el objetivo de dos grados. Estas medidas “no permiten alcanzar (totalmente) el objetivo de dos grados, pero en estos tiempos de dificultades económicas, harán un buen trabajo”, razonó el economista jefe de la AIE, Fatih Birol, durante el informe de prensa. Pero mientras se plantea reducir la contaminación ambiental, se calcula según la propia AIE, que para el año 2014 la demanda de petróleo crecerá con fuerza debido a las bajas temperaturas que presentara Europa. La agencia energética de los países desarrollados ha publicado su primera previsión detallada para el 2014, donde indica una subida del consumo petrolero en 1,2 millones de barriles en relación al 2013. Lo que quiere decir que la demanda alcanzara un nuevo récord de 92,0 millones de barriles diarios. Aunque el récord no es una sorpresa, el consumo mundial de petróleo sobre pasa regularmente su nivel cada año, este ritmo supondría una aceleración con respecto a 2013, que al final de año habrá registrado un aumento de la demanda de unos 930.000 barriles diarios. LA VORACIDAD DEL CAPITAL Las nuevas tecnologías que se han desarrollado y sobre todo en ese teatro de las comunicaciones, han logrado que no exista lugar en la tierra que no haya sido explorado en la búsqueda de energía. Energía que requieren los países desarrollados para seguir edificando sus imperios a través del gran capital. Donde hay petróleo, gas, carbón y todo lo que concierne a la minería, además de la biodiversidad -independientemente donde se encuentre- hay que tomarlo a cualquier costo y es el gran capital el que coloca las condiciones, porque para tales fines su concepción militarista para la dominación y opresión y bajo el llamado criterio del “desarrollo, civilización y progreso” lo toman, bajo la mirada complaciente –claro está- de los gobiernos de las naciones que lo poseen. Tal situación, ha creado un sin número de problemas en el orden ambiental que nos está conduciendo a la crisis más profunda que históricamente hemos conocido, pues la posibilidad de la muerte global ya no es una ficción, si seguimos como vamos la humanidad podría desaparecer y la madre tierra - como la llaman nuestros originarios- quedaría hecha un desierto ya que los procesos industriales que desarrollan los llamados países del primer mundo, no controlan ni les importa los niveles contaminantes que provocan, perjudicando de esta manera gravemente la biosfera terrestre y envenenando cada vez más de manera acelerada el medio ambiente y la vida en general, lo que significa que vamos directamente al suicidio. Lovelock (2007) con respecto al tema y para referenciar lo que estoy señalando, nos indica lo siguiente: “Un cambio climático irreversible puede estar tan próximo que no es prudente confiar en que los acuerdos internacionales salven a nuestra civilización del calentamiento global. (…) Los lugares más vulnerables son las ciudades situadas al nivel del mar, entre ellas Londres y Liverpool. Ante todo, hay que protegerlas contra las primeras fases de la guerra climática y luego estar preparados para una retirada ordenada conforme progresen las inundaciones. Una vez que la tierra empiece a avanzar rápidamente hacia su nuevo estado más caliente el clima desbaratará el mundo político y empresarial”. (LOVELOCK, James. “La Venganza de la Tierra”. Editorial Arte. Venezuela. Pág. 33-34). Ignorar estas realidades o querer hacerlos aparecer como una película de ciencia-ficción, es andar fuera del contexto de una situación que ya comienza a manifestarse y comienza a crear en algunos sectores preocupación al entender, que la voracidad de las trasnacionales por explotar los recursos de la tierra no tiene medida y lo peor es que cuentan con la aprobación de los gobiernos sin detenerse a pensar el daño que le causan a sus propias naciones. Definitivamente, los modelos civilizatorios que en la actualidad conocemos llámese capitalismo o socialismo, andan cabalgando en el paradigma del mundo neoliberal globalizado y en una eterna competencia, donde los países industrializados intentan controlar el poder y los recursos de la tierra, sobre esto basta ver las ambiciones expansionistas de chinos, rusos, norteamericanos, ingleses, franceses –entre otros- donde se valen incluso de la guerra con tal de obtenerlos. Las “columnas que sostienen la seguridad mundial”, nunca habían estado tan amenazadas como ahora, estamos en presencia de una línea llamada “desarrollo” dispuesta arrasar con todo, sin mirar el daño que causan a la humanidad y al planeta, donde los grandes conglomerados valiéndose del poder real que poseen toman posicionamiento de territorios, para explotarlos dejando a su paso grandes desiertos, además del hambre y la miseria que le dejan a los pueblos. El mundo occidental parece estar orientado hacia un constante aumento de la incertidumbre, donde no deja de estar presente la crisis económica, política, social y ahora ambiental, producto de estas situaciones ambiciosas del gran capital, que incluso trae consecuencias de orden psíquico a la población. Nuestros modelos civilizatorios han querido ignorar -con o sin intención- el funcionamiento de la ecosfera entendida ésta como el ecosistema global del planeta tierra, que se encuentra conformado por todos aquellos organismos presentes en la biosfera y las relaciones que se establecen entre estos con el ambiente, de la cual la humanidad y todas sus funciones, actividades y quehaceres son inherentes. Esa orientación de “progreso y desarrollo” que la civilización occidental promueve a través del gran capital ha generado la crisis que vive el planeta hoy día y lo peor de todo esto, es que la situación se puede agravar si seguimos el camino equivocado, donde la desinformación de los grandes contingentes humanos es otra variable a tomar en cuenta, situación que aprovechan los controladores del poder, en el marco de una sociedad panóptica alienada. Ese poder no le permite a la mayoría de los pueblos percatarse de los niveles de peligrosidad a la que está siendo sometida en esa política del extractivismo, ejecutada por los grupos que dominan el mundo, en su desenfreno de consumo acelerado del capital. “Esta civilización occidental captura a todo el territorio Europeo y luego lentamente va conquistando otros territorios del planeta, con invasiones colonialistas, dando nacimiento en el plano teórico a un conjunto de leyes de contenido absolutista, verticales, omnímodas que dieron ayer y siguen dando hoy absoluta justificación a los grandes genocidios, ecocidios, violación de la soberanía de los pueblos, los cuales quedan refrendados por los organismos internacionales y regionales de ayer y de hoy como Las Naciones Unidas, UNASUR, La OEA, la OTAN, el Pacto de Varsovia, etc.” (Douglas Bravo. “INDIANIDAD Y NUEVA CIVILIZACION”. Ponencia presentada en el SEMINARIO INTERNACIONAL “POR UNA INTEGRACION LATINOAMERICANA DESDE ABAJO”. 13 AL 16 DE JULIO DEL 2011). Pero a pesar de todas estas advertencias acerca de la crisis ambiental, la gran preocupación que debe embargar a la humanidad, es que todo esto hasta el momento no hay quien lo detenga y menos que entre en retroceso pues la lógica del capital está en lograr la mayor riqueza posible, en el menor tiempo posible. De allí que la globalización, como paradigma del gran capital, tiene como objetivo, propósito y fin la reactivación y la reestructuración de la economía en el mundo. Es una doctrina orientada y dirigida tanto al sector industrial como financiero cuyo centro de explotación se encuentra en los recursos naturales de la tierra.En cuanto a esto es muy importante indicar lo siguiente: “En primer lugar, debemos saber que actualmente hay disponibles unos 632 trillones de dólares en valores circulantes que no producen nada. 63 trillones se basan en bienes reales. Hay mucho dinero volando necesitando territorializarse en inversiones, grandes eventos, mega-obras. Fondos de pensiones están envueltos en estas estrategias de inversiones de dinero acumulado (17 trillones de dólares. Sólo por comparar: el PIB de USA es de 15). En segundo lugar, debemos igualmente entender los Ciclos de acumulación que tienen momentos de alta y momentos de baja. Estamos al final de un ciclo de alta e inicio de un ciclo de baja en donde el horizonte es de mayor violencia para asegurar la continuidad de la acumulación. Por tanto, se trata de un periodo de reconfiguración geográfica del capitalismo, el centro del capitalismo se desplaza del Atlántico norte al Asia, especialmente China. Resultado de una alianza perversa establecida en los años 70 entre Wall Street y el Partido Comunista Chino. La izquierda piensa que aliándose con China se configura una alianza antiimperialista. Brasil es clave en esta articulación. Hay una integración en nuestro continente – la IIRSA - que es funcional a la continuación imperialista. Para nosotros no es lo mismo el antiimperialismo que el anti-americanismo, y no olvidamos que EEUU sea el centro del imperialismo. Para nosotros una aproximación con China debe tomar por base la Revolución Campesina de 1949 y no la alianza de los gestores del PC chino con los magnates del Wall Street. Entre la voluntad de explotar la naturaleza que todos los gobiernos hoy hacen para exportar commoditties (en economía es cualquier producto destinado a uso comercial) hay gente que está siendo desterritorializada con una violencia extrema en Conga/Cajamarca, Sierra de Perijá, TIPNIS, Belo Monte, Famatima y tantos otros lugares. La Invasión del capital que avanza a pasos agigantados vía desposesión, privatización, vía estatización o nacionalización auspiciada por un proceso de integración para la exclusión y la desintegración de los pueblos debe ser urgentemente enfrentada desde una unión, articulación y alianza de los pueblos y movimientos sociales en toda AbyaYala”. (IIIer. SEMINARIO INTERNACIONAL DE INTEGRACION DESDE ABAJO. MANIFIESTO). AMÉRICA LATINA El desconocimiento de la realidad, nos puede hacer victima de la mentira y esto lo digo, por los escenarios que nos han dibujado en América Latina las clases dominantes y sus respectivos gobiernos de turno, al entregar los recursos naturales que pertenecen a nuestros pueblos a los grandes conglomerados en nombre de una integración para el desarrollo y bienestar de las naciones. Sobre América Latina marchan planes muy concretos, que el gran capital junto a los gobiernos le vienen presentando a los pueblos como planes para el “desarrollo, progreso e integración” y que en el fondo son la expresión más perversa de saqueo hacia los recursos naturales de nuestro continente que se concretan en el Plan Colombia, Plan Puebla-Panamá y el ALCA (IIRSA). Los que poseen esta información conocen perfectamente que el Plan Colombia conocido también como el Plan Patriota busca explotar a plenitud los recursos de la Amazonia, además de perseguir la riqueza petrolífera, gasífera, carbonífera y demás minerales que se encuentran en el subsuelo, además de la biodiversidad. Las otras actividades que acompañan dicho plan, consiste en desplazar poblaciones enteras de los espacios geográficos, que consideran fundamentales para sus propósitos, o bien porque encontraron yacimientos o por ser regiones estratégicas con fines militares. En el caso concretamente colombiano y según declaraciones del profesor Darío Fajardo de la Universidad Nacional de Colombia “cerca del 50 por ciento de los alimentos que consumen los colombianos son importados o que hoy hay más hectáreas dedicadas a la minería (8 millones) que a la agricultura (5 millones)”. De igual manera, son muchas las denuncias que aparecen en el orden internacional donde se indica el desarrollo de una escondida guerra química-biológica mediante la experimentación con el hongo Fusarium oxysporum ya que el mismo se caracteriza por su capacidad para crecer en gran número de substratos y a su eficaz mecanismo de dispersión; el viento y la lluvia juegan un importante papel en su diseminación. Se ha demostrado que el aire puede llevar las esporas hasta 400 km de distancia, además de dañar los componentes orgánicos de los suelos, daña también el resto de vegetación de la zona donde se siembra. Igualmente podemos decir de las fumigaciones químicas que deterioran el ecosistema de las zonas afectadas, tienen como consecuencia el dañar la salud, especialmente de campesinos e indígenas. Una vez desalojados, entran las multinacionales petroleras, carboníferas, gasíferas –entre otras- a explotar sin regulación alguna el subsuelo, dejando como saldo un medio ambiente despojado de sus recursos naturales. En cuanto al Plan Puebla-Panamá, ya tiene en ejecución la creación de una infraestructura que en nada se diferencia de los demás planes, pues se busca la explotación del espacio geográfico bajo el pretexto de modernizar las economías de la región, abrir campos de trabajo y orientar a los países por el camino del “desarrollo y progreso”. De acuerdo a las propuestas del Banco Mundial, la infraestructura comprende la creación en un comienzo de: “Un “canal seco” (red de autopistas y vías férreas) de 288 Km de longitud a través del Istmo de Tehuantepec (desde el Golfo de México hasta el Océano Pacífico), oleoductos y gasoductos, rutas, puertos, aeropuertos, veinticinco represas hidroeléctricas, un sistema de integración energética y la instalación de fábricas maquiladoras (ya funcionando), las mismas marchan a la par con la modernización de los métodos de producción y consumo, para producir el cambio que permita a la zona poner en valor su potencial y sus características para convertirse en un polo de desarrollo de categoría mundial”. (http: PPP. Presidencia. Gob. Mx). Es bueno recordar, que desde la época colonial el Istmo de Tehuantepec ha sido visto como único lugar en el mundo que posee un potencial de recursos naturales de excepción y por la ubicación geoestratégica que posee. La exuberancia de su paisaje, la riqueza de su biodiversidad, su ecosistema en pleno equilibrio, inspiran la posibilidad de un mundo que hace posible la utopía para que las personas vivan en armonía cósmica, en esas relaciones de interdependencia humanidad-naturaleza. En el Plan Puebla-Panamá el Istmo de Tehuantepec, es una mina de oro para explotar y de allí se estudia como un posible paso interoceánico o la zona ideal para fines militares. En otras palabras Tehuantepec es punto clave en ese control de posicionamiento territorial de los espacios geográficos del Plan Puebla-Panamá. En el mismo plan, se contempla la construcción de oleoductos y gasoductos que servirán de transporte de gas y petróleo que viene del oleoducto Caño limón-Coveñas de Colombia y los que se anexan de Venezuela, para llevar el combustible hasta Texas. Éste megaproyecto ya se encuentra en plena construcción y es parte de la política extractivista del gran capital para colocarle petróleo a Estados Unidos a nombre –en el caso Venezolano de una “revolución” y de una “integración” del Continente, todo esto quedara bajo vigilancia militar norteamericana satelital (Sistema Echelon: considerada la mayor red de espionaje y análisis para interceptar comunicaciones electrónicas de la historia (Inteligencia de señales, en inglés: Signals intelligence, SIGINT). Controlada por la comunidad UKUSA (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda), ECHELON puede capturar comunicaciones por radio y satélite, llamadas de teléfono, faxes y correos electrónicos en casi todo el mundo e incluye análisis automático y clasificación de las interceptaciones. Se estima que ECHELON intercepta cerca de tres mil millones de comunicaciones cada día que se procesan de manera computarizada.). El Plan Puebla-Panamá –en el caso de México- se está desarrollando en nueve estados: Puebla, Guerrero, Campeche, Veracruz, Tabasco, Oaxaca, Quintana Roo, Yucatán y Chiapas. Abarca siete países de Centro América, entre los cuales se encuentra: Belice, EL Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Panamá. Entre los argumentos del Banco Mundial, ésta propuesta “beneficiara” un total de 65 millones de habitantes en los países mencionados. Lo cierto de éste beneficio, es que ya andando el plan el propio Banco Mundial tiene que reconocer que el 85% de toda la población de estos países viven en pobreza crítica. El otro escenario es el llamado Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que junto a la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), representan las dos caras de la misma moneda. En el año 2001, se realizó en Quebec (Canadá), la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas, cuya declaración y acuerdo conjunto señalaba lo siguiente: “Acogemos el progreso significativo logrado hasta la fecha para el establecimiento de un área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), incluyendo la elaboración de un borrador preliminar del acuerdo ALCA. Tal y como se acordó en la cumbre de Miami, el libre comercio, sin subsidios ni prácticas desleales, acompañados de flujos crecientes de inversión productiva y de una mayor integración económica, favorecerá la prosperidad regional, permitiendo elevar los niveles de vida, mejorar las condiciones laborales de los pueblos de las Américas y proteger mejor el medio ambiente”. En la presente declaración se encuentra la villanía y la trampa del lenguaje al pretender hacerle creer a la población que dichos planes “elevara los niveles de vida”, “mejorara las condiciones laborales de los trabajadores” y “protegerán el medio ambiente”, cuando de lo que se trata es de saquear los recursos de esta parte del Continente y como si fuera poco lograr el monopolio del mercado, donde la ciencia y la tecnología jugara un papel determinante en los procesos productivos. Un buen ejemplo de lo que está pasando, sobre éste tema lo encontramos en México y Canadá, quienes junto a Estados Unidos iniciaron el mencionado plan(1991) y donde al poco tiempo los dos primeros aumentaron su dependencia hacia Estados Unidos en más del 80% de sus exportaciones. Sobre éste espacio de la geopolítica latinoamericana Chomsky nos dice: “El hundimiento de la economía mexicana en 1994, después de la firma del TLC del cual sólo se salvaron los millonarios y los inversores estadounidenses, protegidos por los subsidios de su gobierno – provocó un incremento del comercio bilateral a medida que la crisis, que sumía a la población en una miseria aún mayor transformaba a México en una fuente barata (esto es, aún más barata) de productos manufacturados, con salarios industriales diez veces inferiores a los de EEUU., según indica la prensa económica. Algunos especialistas han calculado que la mitad del comercio total de los Estados Unidos en todo el mundo consiste en esta clase de transacciones controladas desde el centro, y lo mismo puede decirse de otras potencias industriales”. (CHOMSKY Noam, “La (des) Educación”. Editorial Romanyá Valls. España. PP. 188). Henry Kissinger en declaraciones dadas a la prensa internacional, acerca del tema, dejó entender que éste tipo de relaciones comerciales, tenían que orientar el tipo de comercialización con América Latina: “… que las relaciones México-Estados Unidos deben servir de modelo para las negociaciones con otros países latinoamericanos”. Esto significa lo que muchos analistas han denominado la mexicanización de América Latina, allí esta una interpretación de lo que es el ALCA para nuestro continente. Otra muestra de esta situación, fue el recién finalizado paro nacional agrario en Colombia, donde las protestas campesinas, se dieron en todo el territorio Colombiano y la respuesta por parte del gobierno del presidente Santos fue la represión en todos los niveles. Numerosas concentraciones y marchas, enfrentamientos violentos con la policía y bloqueos de carreteras representaron la indignación de un campesinado que se encuentra afectado por las importaciones agrícolas que lleva a cabo el gobierno colombiano a través del Tratado de Libre Comercio, que recién firmara Santos con los Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de la diversidad y variedad de acciones llevadas a cabo por el movimiento popular y especialmente del campesinado, producto del arrojo y sacrificio por parte de los pequeños productores de papa, leche, café, cebolla y hortalizas, la gran prensa en Colombia trato de minimizar las acciones populares. Sectores campesinos como los productores de papa, leche y cebolla de Boyacá, Nariño y Cundinamarca, fueron fundamentales para la visibilización del paro nacional campesino, por cuanto bloquearon carreteras troncales como Tunja-Bogotá y la carretera Panamericana entre Pasto e Ipiales. En esta lucha estuvieron acompañados por campesinos movilizados en muchos departamentos pero que no lograron ser tan visibles debido a que el gobierno les impidió su desplazamiento y concentración en carreteras importantes. Todo este escenario es parte de lo que ya vive nuestro continente, en éstos planes que se ha propuesto el gran capital en su voracidad por el acaparamiento de riqueza y de dominio del planeta, pues los mismos ven en la tierra simplemente recursos que les permita acumular capital. Frente a esta conducta de los grandes conglomerados, podemos indicar que el ALCA, no sólo representa un acuerdo comercial, sino que allí se está creando una estructura supranacional, que incluso hizo cambiar las Constituciones de los países, para lograr asidero jurídico a través de las constituyentes derivadas del poder constituido y que fueron presentadas a los pueblos, como un avance de las democracias y en otros países como la instauración del modelo socialista y que para lo único que han servido es para reformar las Constituciones y así poder legitimar el modelo de dominación imperante. De esta manera, Estados Unidos ha entendido que a través del ALCA, puede oxigenar la cris que viene presentando debido a la sobreproducción, en el marco de la obsolescencia que no es otra cosa que la venta en desuso de máquinas, equipos y tecnologías motivada no por un mal funcionamiento del mismo, sino por un insuficiente desempeño de sus funciones en comparación con las nuevas máquinas, equipos y tecnologías introducidos en el mercado. EL IIRSA Sí el ALCA, posee una alta definición de sus planes, ya en ejecución, la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) no se queda atrás, ambos planes ya en ejecución, representan los intereses de los grandes conglomerados que ven en nuestros espacios, el ambiente ideal para explotar irracionalmente los recursos naturales de nuestras respectivas regiones. Es bueno indicar que el IIRSA replantea un nuevo mapa territorial de América del Sur, mapa que ubica claramente donde están los recursos que requiere el capital para entrar en posicionamiento de ese territorio y que muchas veces se vale de la violencia, para desalojar a quienes pueblan esos espacios. Un ejemplo de esa violencia, es la que está ocurriendo en la Sierra de Perijá (Estado Zulia-Venezuela), donde se han asesinado indígenas entre ellos el Cacique yukpa Sabino Romero por no desalojar sus territorios ancestrales y hoy esos territorios son reclamados por las trasnacionales producto de los convenios firmados con el gobierno bolivariano y que forman parte del Plan de la Patria y que en Colombia llaman el Plan Patriota o Plan Colombia. Encoleriza que desde el 2004 el gobierno “revolucionario y bolivariano” decidiera la explotación de carbón dentro de la Sierra de Perijá por parte de Corpozulia y empresas transnacionales: irlandesa Venezuelan Ventures Limited/Compañía Carbonífera Caño Seco, a la colombo venezolana SDM Suramericana de Minas, C.A., Venezolana de Minas VEMINCA, a las norteamericanas Peabody, Minera MAICA, a la chilena Carbones del Perijá, entre otras. Pero no es solamente el carbón, también es el coltán, éste último también conocido como el oro azul, es una mezcla de los minerales columbita y tantalita, de color gris metálico oscuro y gran importancia en la fabricación de componentes electrónicos avanzados (condensadores eléctricos). Este mineral está considerado como un recurso no renovable altamente estratégico, que al igual a los hidrocarburos, no abundan en toda la corteza terrestre. El coltán es conocido tanto por su utilidad (imprescindible en la fabricación de celulares) en la tecnología así como generador de "muerte y guerras", se sabe que el 80% de las reservas estimadas en el planeta de este recurso mineral están en la República del Congo, lo cual ha generado un conflicto que ha resultado con un balance aproximado de más de 5 millones de muertos. “Sin embargo, desafortunadamente el problema no se detiene allí, Venezuela, al igual que otros países del Continente –progresistas y de tendencia neoliberal, sin mayores distingos– se han entregado a una feroz competencia por la exploración, explotación y comercialización a una escala antes jamás conocida de los minerales que yacen en su subsuelo, junto a otros proyectos híper-desarrollistas que conspiran contra el ambiente primigenio, su biodiversidad, los pueblos indígenas y afrodescendientes y comunidades campesinas, por igual. Ya en nuestro país las regiones y zonas de mayor vulnerabilidad ecológica han sido repartidas, los convenios sobre minería intensiva fueron suscritos y su ejecución se ha iniciado con diversas compañías trasnacionales respaldadas por países como: China, Rusia, Irán, España, Brasil, Canadá, Estados Unidos, y otras estrellas de este nuevo firmamento de potencias multipolares, obcecadas por la propensión al dominio energético y geopolítico. Se percibe con toda claridad que en tales condiciones cualquier intento serio de demarcación equitativa de las tierras indígenas, que hasta ahora no se ha hecho en Venezuela, en el futuro va a ser imposible. Y junto con el estrangulamiento de los pueblos ancestrales y las comunidades tradicionales se acabará igualmente la integridad ecológica y ambiental de nuestro país, incluyendo sus fuentes acuíferas y proveedoras de oxígeno, en aras de un híper-desarrollismo demencial”. (Esteban Emilio Mosonyi. “EL SEGUNDO MARTIRIO DE GUAICAIPURO”. ruptura.org) Esa explotación de nuestros recursos naturales, actividad que desarrolla el IIRSA junto a las trasnacionales en América Latina, es la expresión del Plan Colombia, Plan Puebla Panamá y el ALCA, es lo que se conoce con el nombre de EXTRACTIVISMO, extractivismo que ha sido y sigue siendo la forma más perversa de saqueo y robo permanente, acompañada del asesinato contra los que se opongan a los intereses de los grandes conglomerados que en el ayer y en el hoy, siempre han ejecutado a nombre del desarrollo, la democracia, la libertad y la integración. Este extractivismo tiene que ver no solamente con la explotación de petróleo, gas, carbón y otros minerales, el mismo contempla la explotación a gran escala de la agricultura transgénica, bosques, biodiversidad y agua. El extractivismo, independientemente de los disfraces que se haya colocado a través del tiempo, se ha fraguado en la explotación de materias primas fundamentales para el desarrollo industrial y la riqueza del Norte global. Explotación que se ha hecho sin revisar o prever la sustentabilidad de los mencionados planes y el agotamiento de los recursos. En Venezuela, hay un gran sector de la población, que como dijera Lenin en una oportunidad “el árbol les impide ver el bosque” ya que: “El llamado "plan de la patria", expresión muy parecida al conocido "Plan Patriota", es la continuación de la profundización del extractivismo, y para lograrlo requieren penetrar, desmontar y desafectar los Parques Nacionales, Reservas de Biosferas y demás Áreas Bajo Régimen de Administración Especial y de especial importancia ecológica. Para tales fines buscan justificar esa penetración a través de una reforma de la Ley Orgánica de Ordenación del Territorio, no para mejorarla, actualizarla, sino para facilitar la minería y otras actividades extractivas, violando la Constitución, los convenios internacionales, las tierras y hábitat indígenas”.( Alexander Luzardo Nava. Ecosocialismo depredador o el plan de la patria extractivista y antiambiental. ruptura.org). UNASUR Para consumar éste contexto los gobiernos “democráticos, progresistas y revolucionarios” crean lo que han llamado UNASUR para consolidar los planes del gran capital. Éste organismo que aparece con un lindo y adornado discurso donde señalan que como proyecto de integración regional, tiene como objetivo “construir de manera participativa y consensuada, un espacio de integración y unión en lo cultural, social, económico y político entre sus integrantes, utilizando el diálogo político, las políticas sociales, para tratar asuntos relativos a la educación, energía, infraestructura, financiación y medio ambiente entre otros, para eliminar la desigualdad socioeconómica, lograr la inclusión social, la participación ciudadana y fortalecer la democracia”. Éste discurso oficial de los gobiernos que integran UNASUR, bajo el asesoramiento de organismos e instituciones internacionales pertenecientes y al servicio del gran capital, es una muestra más de la miseria humana y la perversidad de los gobiernos que integran el mencionado organismo, pues la realidad es otra: “El uso de los recursos naturales para lograr el “desarrollo integral” de los países de acelerar la IIRSA propuesta por el colosal Brasil en septiembre del 2000. Es la técnica, el dogma moderno para entregarles en bandeja de plata a los países imperiales hambrientos insaciables de nuestra energía fósil y minerales, o nuevas tierras con suficiente fuentes de agua. La UNASUR servirá para que todos los países de la región acordasen de manera unánime la política unitaria de entrega de nuestras riquezas naturales a los países desarrollados a través de complejas y variadas infraestructuras propuesta en las reuniones de la IIRSA donde se discute flexibilizar las aduanas, las líneas fronterizas, los aranceles, precios y mano de obra; y construir modernos puertos de agua profundas en las costas de Atlántico y el Pacífico, modernos y enormes aeropuertos, ensamblar gaseoductos, oleoductos, vías ferroviarias, construir carreteras inter oceánicas, dragado de ríos y lagos convirtiéndolos en hidrobias o lago pistas, tirar fibras ópticas, tendidos eléctricos, represas, demarcaciones y entregas de reducidos espacios territoriales para los pueblos indígenas y campesinos. (…) Existen dos guerras paralelas por el control de nuestros recursos, una del poder mundial contra los Estados gobiernos y otra del Estado gobierno contra los pobladores y sus líderes. “En el escenario de esa guerra mundial por los recursos, América Latina es uno de los principales campos de batalla porque suministra el 25 por ciento de todos los recursos naturales y energéticos que necesitan los Estados Unidos. Además, los pueblos de la América latina y caribeña habitan un territorio en el que se encuentra el 25 por ciento de los bosques y el 40 por ciento de la biodiversidad del globo. Casi un tercio de las reservas mundiales de cobre, bauxita y plata son parte de sus riquezas, y guarda en sus entrañas el 27 por ciento del carbón, el 24 por ciento del petróleo, el 8 por ciento del gas y el 5 por ciento del uranio. Y sus cuencas acuíferas contienen el 35 por ciento de la potencia hidroenergética mundial” (Renan Vega Cantor, Colombia en la Geopolítica Imperialista) “. (Sociedad Homo et Natura. I Conferencia de UNASUR autoriza la violencia y el saqueo de los recursos naturales para conquistar el desarrollo. Tomado de la página ruptura.org ). Este es uno de los ejemplos más recientes de esa llamada integración, posee un discurso cuidadosamente elaborado, con un gran contenido ideológico, político y económico, donde no dejan de enarbolar las banderas de la “democracia”, “desarrollo”, “crecimiento”, “bienestar”, “inclusión”, “libertad” y la palabra generadora de todo este corpus “TEÓRICO” nace y surge de la llamada integración. Esa integración, que no es otra cosa, que integración de intereses, siempre se ha escondido bajo los términos antes mencionados, pues los pueblos no ven ni la democracia, ni el desarrollo, ni el bienestar, ni la inclusión, ni la libertad, lo único cierto de todo esto y es innegable y hay que reconocerlo es el CRECIMIENTO, pero de las arcas de los grupos económicos dominantes. UN NUEVO PROYECTO CIVILIZATORIO Hoy más que nunca, América Latina y el Caribe reclama un nuevo proyecto civilizatorio que se encuentre en el marco de la convivencialidad, con sus respectivas características: Solidaridad, Reciprocidad y Amor por la Humanidad y la Tierra. La Solidaridad asumida como una responsabilidad de todos, es colectiva. Esta se encuentra en el marco de la dimensión humana y su expresión o manifestación concreta, implica el compromiso solidario de ayudar a elevar en el colectivo humano, sus niveles de vida, en función del bien común, es un compromiso fraternal, se encuentra en la defensa de la dignidad del ser humano, su promoción en un acto sublime de mucha entrega y de amor por los semejantes, además de ser un acto de responsabilidad social. Reciprocidad es un acto de obligación humana, innato que exige un compromiso moral, pues se trata de comportarnos con los demás cuales quiera que sean, como desearíamos que los demás se comportaran con nosotros, es un trato de absoluta igualdad, sin distingos de clases, credos, religiones, razas, ideologías, sin relaciones de poder, donde los seres humanos deben ser en todo momento, hermanos. Esto es para muchos como la utopía inalcanzable, pero es el reto que debe asumir la humanidad en un proyecto de civilización que reivindique la dignidad de los seres humanos. La utopía es la aspiración natural de la humanidad para la realización de sociedades más justas, es anti dogmática, humanista integradora, libertadora, solidaria, hermanada y socialmente necesaria, es parte de la dialéctica porque es constante, es de ayer, hoy, mañana y siempre. Los procesos de cambio, de transformación, de revoluciones auténticas y verdaderas en las utopías de los pueblos, representan necesariamente un proceso de construcción que hacen las patrias en colectivo y no los partidos, ni las vanguardias, ni los gobiernos, es hacer caminos, es reconocernos en términos de igualdad entre los seres humanos, es cooperación y al mismo tiempo, compartir sacrificios y muchos esfuerzos, es perseguir y recorrer caminos hasta encontrar objetivos comunes donde se aspire a un mañana mejor, para que el sol salga para todos y la “aurora de la libertad y la justicia resplandezcan en el horizonte de la patria”, como dice la cantata de Fabricio Ojeda. Esos procesos de cambio y transformación deben expresar un profundo amor por la Humanidad y la Tierra, se trata de construir una ética que implique un respeto profundo por los derechos humanos y del medio ambiente natural. Es construir un lugar para la convivencialidad donde el hombre viva en armonía con la naturaleza, es un espacio para la práctica de la libertad que conlleve a valorarnos como seres humanos, a elaborar una deontología y una axiología con convicciones críticas y comprometidas que rechace toda actitud, comportamiento y acción que intente agredir y violentar la dignidad humana. Es unir la solidaridad, la reciprocidad y el amor por la humanidad y la tierra para construir un nuevo modelo civilizatorio que nos lleve a elaborar una nueva sociedad, un proyecto sin relaciones de poder y por lo tanto, sin oprimidos y sin opresores. Desde esta bandera, proclamamos la necesidad de parir un nuevo modelo social y económico, una nueva civilización, ajustada a nuestras realidades, que recupere nuestra idiosincrasia, nuestro pensamiento mágico-religioso, nuestra cultura, nuestra libertad, nuestra auténtica forma de ser, que recupere nuestros ríos, quebradas, lagos y mares, nuestros bosques, nuestra fauna y donde seamos capaces de convivir en concordia con nuestro medio ambiente natural. Es la civilización de la esperanza, del nuevo amanecer, donde el sistema de producción que se genere, no sea para producir mercancías y llevarlas al mercado de la oferta y la demanda, sino para producir hombres libres y emancipados. Un nuevo modo de producción, capaz de satisfacer las necesidades del ser humano, que le dé tiempo al ocio creador, a ser libre, solidario, fraternal, educarse en plena y absoluta libertad, capaz de romper con la dependencia tecnológica y científica conocida hasta ahora y que sólo está al servicio de los que la pueden pagar. Una sociedad capaz de romper con las relaciones de poder para abrirle espacios a la emancipación. Muchas de las ideas aquí expuestas, forman parte del debate colectivo que Tercer Camino tiene dentro de sus estructuras organizativas y que muchos sectores revolucionarios en América Latina y el Caribe libran, es la búsqueda de alternativas distintas a las conocidas hasta ahora, cada quien las toma y las adapta a sus realidades, se trata de encontrar un camino propio, que devuelva la esperanza a esa inmensa mayoría de excluidos, que aspirando y esperando cambios y transformaciones de su modo de vida, han caído en la frustración de sus sueños libertarios y de la posibilidad de tener una patria que dignifique la vida en unión. La connotación que en general le doy a este artículo, las ideas y argumentos, bien pueden resumirse en el intento de establecer criterios en un punto común: que alimenten el debate y sean capaces de romper las cadenas que atan el pensamiento libertario, emancipador y utópico para la construcción de la nueva civilización. Lo expuesto aquí, es parte de la discusión que en la actualidad llevamos a cabo en el colectivo Tercer Camino. Aquí el planteamiento de Douglas Bravo toma vigencia, para expresar que: “Un proyecto alternativo de nueva civilización y el Caribe es el asiento, como hemos dicho, de ese nuevo proyecto, desarrollara un nuevo modo de producción, no capitalista, no industrializado, (…) no depredador. Será una manera de producir que también tiene mucho que ver con la reconstrucción de la memoria histórico-cultural que contiene las formas de alimentación, distribución y consumo que quedaron sepultadas en el proceso de occidentalización. Si la forma de producir no es alternativa al capitalismo, quedará atrapada finalmente como ocurrió con la economía del socialismo (…). Esa forma de producir caribeña reivindicará nuevamente las relaciones hombre-naturaleza en este espacio geográfico, político, social, religioso, cultural, tecnológico, económico. Esa es la utopía que hoy presentamos para la discusión”. (BRAVO, Douglas. “Utopía del Tercer Milenio”, Edit. El Centauro. Caracas, 1997.pp. 21). Se trata de la construcción de un modelo societario distinto y totalmente opuesto a cualquier forma “civilizadora” de las que nos tienen acostumbrados, llámese capitalismo o socialismo. Buscar una nueva civilización, sin desestimar los aportes que nos pueden dar las teorías revolucionarias -siempre y cuando- en la práctica sean instrumentos que nos hagan independientes, solidarios y protagonistas de nuestros propios procesos históricos. Hoy día, requerimos procesar y repensar la información, el conocimiento y las teorías transformadoras, para recrearlas, esto implicaría la elaboración de un corpus teórico propio. Que surja de realidades concretas en el tiempo y en nuestro espacio, partiendo de lo que fuimos socioculturalmente a comienzos del poblamiento de este nuestro continente latinoamericano. Buscar y encontrar en este legado histórico-concreto nuestra razón de ser, existir y vivir. Hallar en esas áreas culturales el modo de ser indiano, latinoamericano, su espiritualidad, su religiosidad, sus valores, su ética, su filosofía, sus creencias, en otras palabras, su cosmogonía del mundo. Este planteamiento, nos obliga a revisar conceptos como “desarrollo”, “tecnología, “ciencia”, “progreso”, “sociedad”, “crecimiento”, “industrialización”, “civilización”, “democracia” -entre otros- ya que los mismos han dejado en nuestro territorio solamente miseria, hambre, marginalidad y dependencia. Estos criterios no han respondido a nuestras necesidades como nación y como pueblo. En estos conceptos todos occidentalizados e impuestos desde la colonia hasta nuestros días, por quienes siempre nos han dominado, de por si tramposos, han sido utilizado para la colonización y ahora para la recolonización de nuestro continente, para hacernos más dependientes, más subdesarrollados e imponernos modelos de civilización, que además de explotar al hombre, ahora buscan la destrucción del mismo, en ese nuevo modelo de dominación llamado globalización. En el marco de estas reflexiones y de otras posiciones que viene sosteniendo el movimiento revolucionario latinoamericano, es donde hay que buscar, el modelo civilizatorio que queremos, para evitar repetir los errores de otros pueblos y no entramparnos nuevamente, en malas interpretaciones y fusiones que nos pueden conducir al fracaso tan frustrante y castrador de los mal llamados “socialismos”. Es obligatorio reunificar los esfuerzos, robustecerlos, ampliarlos, para fortalecer las utopías de nuestros pueblos y al propio movimiento revolucionario, para impulsar y mejorar la lucha insurgente de la nación latinoamericana. Es plantearnos el enfrentamiento, en la unidad de nuestras gentes, que conduzca al derrocamiento de las oligarquías, de las burguesías, de las clases políticas, tanto de la derecha como de la mal llamada izquierda del sistema dominante, para que de paso a la ejecutoria de un programa mínimo de contenido patriótico, nacionalista y de auténtica participación de las muchedumbres, con carácter antiimperialista y antiglobalizador. Hemos afirmado, en muchas oportunidades a través de nuestras largas discusiones, que no nos interesa tomar ese “poder del Estado”, porque ese poder que tanto en el llamado socialismo real y el capitalismo se instaura, sólo ha servido para mantener y expresar una relación de opresión, que en la práctica deja una real antinomia entre libertad y poder, ambas son IRRECONCILIABLES, llevan consigo la lucha de clases y engendra necesariamente dentro del seno de la sociedad donde se desarrolla ese poder del Estado, el derecho natural a la rebelión de los pueblos, al asumir su rol histórico y su papel protagónico por la libertad. En el año 1981, en un documento titulado “Rebelión y nuevo poder”, publicado en la revista “RUPTURA CONTINENTAL”, reflexión colectiva y llevada al papel por Argelia Melet y Douglas Bravo en el libro “La otra crisis” se indicaba lo siguiente: “Es por ello que hablamos de un nuevo poder. Al mismo tiempo, no se nos escapa que libertad y poder, son términos esencialmente contradictorios. La libertad de todos implica la ausencia de poder, el no-poder. Y el poder es siempre una negación de la libertad de otros. De forma que en realidad, un poder distinto no puede ser otra cosa que la negación del poder, el anti-poder.” Cuando planteamos, que el poder es una negación de la libertad, nos referimos al PODER que hasta ahora hemos conocido, el que han desarrollado los modelos socio-económicos que hasta el momento ha conocido la humanidad y de allí que el anti-poder, tiene que manifestarse como un constructo en colectivo que sea alternativa real frente al poder conocido y esa alternativa real no puede ser otra cosa que un nuevo proyecto civilizatorio, bajo un nuevo paradigma que sea capaz de armonizar al ser humano junto a la naturaleza y todos los pobladores que en el planeta habita. Armonizar, significa llegar acuerdos, donde no miremos al que está a nuestro lado como el inferior, sino al igual, como lo concibe Paulo Freire. Cuando hablamos de la nueva civilización como concepto, como un nuevo paradigma que va más allá de la herejía, nos conduce a tener que asumir con valentía las criticas que vienen de los sectores que defienden el socialismo o el capitalismo, unos por su nivel de enajenación mental y los más por defender sus privilegios económicos y políticos que mantienen dentro de los sistemas que promueven. Para nosotros, me refiero a los que buscamos terceros caminos, entendemos, que no se trata de hacer reformas vulgares en nombre de la “revolución” y de hablar de la perfectibilidad de la “democracia” para seguir engañando a los pueblos, para seguir cabalgando sobre conceptos occidentales, en función de dejar en la práctica las cosas como están. Sobre el tema Kleber Ramírez (1991) es contundente al señalar: “En estas condiciones, ciertos políticos teorizan diciendo que debemos luchar por la perfectibilidad de la democracia, pero por supuesto, siempre en el sentido de las reformas. Pero ellas son las que se pueden ir acumulando en las diversas etapas; ahora hemos llegado al final del ciclo; las reformas adquieren un sentido vacuo, en vez de entusiasmar producen reserva, porque la gente intuye que son cambios para que todo siga igual, cuando de lo que se trata es de realizar profundas transformaciones. Es aquí donde asimilamos el accionar político, la lucha por la consecución de objetivos político-sociales claros y precisos, con una marcha incesante en pos del horizonte, hacia una perfectibilidad continua.” (RAMÍREZ, Kleber. “Venezuela la IV República. Caracas, 1991.pp. 173). Se trata de construir un pensamiento propio y emancipador, es parte de la dialéctica, donde no puede haber fronteras, donde nos encontremos con nuestros sueños, el humanismo militante, la solidaridad, los revolucionarios, los militares patriotas, la iglesia comprometida, la desobediencia, los patriotas rebeldes, la insurgencia popular, la esperanza y la conjura, para hacer de la utopía un proceso ontocreador que nos conduzca a la emancipación de nuestros pueblos y la construcción de un modelo civilizatorio que ennoblezca la vida. Los que somos militantes de la utopía, seguimos soñando que es posible un mundo o una civilización, distinta a la que conocemos, que la patria no es un concepto abstracto, que la misma es cada uno de nosotros y que en ese espacio geográfico llamado por nuestros indígenas Abya Yala, donde nuestro pueblo sufre y ama, ríe y llora, se ilusiona, se llena de esperanzas, se cae pero se levanta, de rencores y odios, que a veces conversa cuando le dejan hacerlo, que canta, baila y a ratos se pelea, termina siempre sonriéndole a la vida. Pero sonríe, porque sabe que más temprano que tarde habrá futuro, para que las generaciones que vienen, no tengan las cadenas del colonialismo, porque también en el presente, ese mismo pueblo sabe que su lucha que es nuestra lucha, romperá con esas carlancas y con esa continuidad de la historia de la dominación y vendrá la emancipación de la patria, la ruptura histórica y creadora, porque cuando llegue el momento, no habrá retroceso.
Posted on: Sun, 15 Sep 2013 19:48:12 +0000

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