El Club de Futbol Monterrey se creó el 27 de junio de 1945 y - TopicsExpress



          

El Club de Futbol Monterrey se creó el 27 de junio de 1945 y pertenece al Grupo Femsa, el presidente deportivo del equipo es Luis Miguel Salvador y son dirigidos por Víctor Manuel Vucetich. Los Rayados juegan en el Estadio Tecnológico de Monterrey y han ganado cuatro Títulos de Liga: México 86, Clausura 2003, Apertura 2009 y Apertura 2010; también tienen un campeonato de Copa: 1991-1992. Jugadores que se convirtieron en leyenda de la institución: José Che Gómez, Reinaldo Güeldini, Mario de Souza Mota Bahía, Francisco Javier Abuelo Cruz, Germán Martellotto, Sergio Verdirame, Jesús Cabrito Arellano y Guillermo Franco. La nueva historia del Monterrey la escriben: Humberto Chupete Suazo, Aldo de Nigris, Jonathan Orozco, José María Basanta, Jesús Zavala e Hiram Mier. A continuación la historia de cómo se forjo este club: Ahí en la Ciudad Norteña, sólo hay de dos ¿Rayado o Tigre? Pero esa numerosa Pandilla que camina los sábados por la tarde, con los brazos en alto y los cánticos incesantes rumbo al Tec, sólo conoce una respuesta… Y es que al pie del Cerro de la Silla, once hombres envueltos en rayas azules y blancas portan orgullosos el nombre de su ciudad. Como una Pandilla que defiende con personalidad la historia regia y que a través del fútbol proyecta la fortaleza de La Sultana del Norte. Son Los Rayados del Monterrey. Cada temporada, su gente se vuelca al Estadio Tecnológico para apoyar a los Rayados. Los cantos y el empuje nunca merman como sello único de esa afición. La hinchada de Monterrey representa la más fiel del país y eso viste al equipo de coraje y empuje para siempre buscar el protagonismo. El origen… Fue a mitades del siglo pasado cuando un grupo de empresarios decidieron que la ciudad industrial de Monterrey tuviera un representante en la Liga Mayor del balompié nacional. Enrique Ayala Medina, Carlos Vertti, Paul C. Probert, Rogelio Cantú Gómez y Miguel Margáin Zozaya formaron el Club de Fútbol Monterrey SA de CV, inspirados porque el equipo estatal de Nuevo León había conseguido un torneo aficionado justo a finales de la Segunda Guerra Mundial en 1945, durante el mes de junio para ser precisos. Su primer partido se dio el 19 de agosto de ese mismo año en contra del equipo San Sebastián de León, el debut no pudo ser mejor, una victoria de un gol a cero con tanto de José Che Gómez en el Parque de Béisbol Cuauhtémoc, ilusionó al club en el comienzo. Sin embargo, todo eso se esfumó como humo rápidamente, el Monterrey ligaría una serie de desgracias que iniciarían con un seis a cero contra el Moctezuma y con un trágico accidente en San Juan de los Lagos; el camión donde viajaban se incendió cobrando la vida de varios de los jugadores y dejando marcados a los otros por el amargo episodio. Fue un momento difícil en la historia del conuunto. Todo el Fútbol Mexicano respondió con solidaridad y ofreció préstamos de futbolistas para que el equipo se recuperara, aunque el daño estaba hecho y los Rayados se llevaron 133 goles en la temporada y 21 partidos perdidos al hilo, lo que significa todo un episodio negro en la historia del club. El equipo desapareció en 1946. Fue hasta 1952 que el equipo regresó gracias al Dr. Carlos Canseco, presidente de la Asociación de Fútbol de Nuevo León. La Segunda Divisiónvio como los Rayados se aferraban a su existencia con mucha determinación y, cuatro años después, su destino era de nuevo la Primera División. Aún así, faltaría para que el equipo se consolidara, pues sólo duraron en el máximo circuito una campaña y regresaron a la Segunda División. Por fin, en 1959, se lograban mantener en Primera tras superar por poco al Celaya y al Zacatepec. La escuadra ya no dejaría el máximo circuito. Navegando en Primera con un título… Los rayados de Monterrey tuvieron que ganarse poco a poco el respeto como un equipo férreo en su casa. Las décadas de los 60 y los 70 fueron testigos de la permanencia en media tabla del equipo. Ocasionalmente la escuadra conseguía un tercer lugar o se colaba a los primeros cinco sitios, pero el estirón en campeonato tardaba en aparecer. Tuvieron que llegar los años 80 con el Mundial de 1986, para que rayados se alzara como uno de los privilegiados en levantar un trofeo de campeón. Una generación de jugadores comandados por el brasileño Víctor Bahía, su compatriota Reinaldo Güeldini y el carismático y habilidoso Francisco Javier El Abuelo Cruz, deslumbró con su juego alegre y abierto para llevarse el título del Torneo México 1986. La Final fue contra La Jaiba Brava del Tampico Madero, en el juego de Ida el resultado fue de dos goles a uno a favor de los jaibos, pero al pisar en la Vuelta el césped del Estadio Tecnológico, el talento de Güeldini y Cruz derivó en sendos goles para coronarse con un global de tres a dos. El Abuelo era un ídolo regio y el reconocimiento total era para el técnico Francisco Avilán. La Pandilla se convirtió en un cuadro temido y uno de los principales de los siguientes torneos, la inversión económica de sus dueños llevo grandes nombres a la plantilla. Primero rompieron su marca de puntos y lograron su mejor temporada en la historia bajo el mando de Pedro García, al sumar 47 puntos en 1990. Un año después se volvieron a colgar un título, ahora el de Campeones de Copa tras vencer a las Cobras de Ciudad Juárez. Una nueva camada de talentosos jugadores engrosaban las filas de los Rayados, con Alberto Guamerú García y Misael Espinosa junto a foráneos como el argentino Germán Martellotto, mientras que el veterano Abuelo Cruz aún comandaba el ataque; la pericia y disciplina de Miguel Mejía Barón se veía en el estilo de Monterrey. Este título llevo al equipo a disputar la Recopa de la Concacaf en 1993, misma que consiguió al ganarle al Luis Ángel Firpo de El Salvador, por cuatro goles a tres en remontada histórica; el ataque Rayado tenía nuevas caras como Sergio Verdirame y Luis Hernández. La calidad de Mejía Barón como estratega hizo que fuera llamado a dirigir a la Selección Mexicana de Fútbol en 1992, su lugar al frente de la escuadra regia quedó en manos de Hugo Hernández, hombre de su entera confianza. El equipo caminaba solo, la mano de los entrenadores se notaba en todas las jugadas y eso llevó al Monterrey, con Carlos Alberto Bianchezi Careca III y Sergio Verdirame en el ataque, a disputar la Final de la Temporada 1992-1993, frente a los Potros de Hierro del Atlante de Ricardo LaVolpe. A pesar de que el Estadio Tecnológico recibió la Vuelta, Atlante sorprendió a Monterrey y con global de cuatro a cero se llevó el campeonato dejando a la ciudad con la tristeza regada en la cancha. El resto de la década de los años 90 estuvo acompañada de grandes fichajes para la institución, nombres como el de Rubén Ruíz Díaz y Antonio Mohamed engrosaban la plantilla pero los títulos no llegaban. A la par salió un jugador de la cantera que se convirtió en símbolo de la afición, Jesús El Cabrito Arellano encantó desde el principio a toda la hinchada rayada por su habilidad y atrevimiento al encarar a los rivales. Aunque Monterrey accedió a la Copa Libertadores de América en 1999, diversos factores no dejaban que el equipo se coronara con algún campeonato. El nuevo siglo… Tuvo que llegar el nuevo siglo para que la Pandilla consiguiera su segundo título de la mano de un símbolo del fútbol argentino: Daniel Alberto Passarella, campeón del Mundial 1978, capitán de la albiceleste y River Plate por muchos años consecutivos. Passarella supo imprimir ese sello que tenía como jugador a su faceta de técnico y con una combinación de garra y talento llevó a los Rayados a su segundo título de Primera División en el Torneo Clausura 2003. Ese campeonato fue glorioso para toda la institución pues se dieron el lujo de eliminar en la Semifinal a su acérrimo rival los Tigres, con marcador global de cinco goles a tres. En la Final, les tocó enfrentar Monarcas Morelia y el equipo resolvió desde la Ida con marcador de tres a uno, mismo que ya no se movería en la vuelta; los goles fueron obra de Guillermo Franco, su compatriota Walter Erviti y Héctor Pirata Castro, mientras que por Morelia descontó Adolfo El Bofo Bautista. Atrás habían quedado los días del Abuelo Cruz, de Bahía y Güeldini; ahora El Guille Franco, El Cabrito y Alex Fernandes eran los nombres que adornaban las playeras de la afición. Passarella partió del equipo, mas la estructura ya estaba bien cimentada y tres torneos después, en el Apertura 2004 y con Miguel Herrera en el banquillo, los Rayados de Monterrey se postraban de nuevo en la Gran Final por el título, esta vez ante los Pumas de la UNAM de Hugo Sánchez que eran los campeones del torneo anteror. Como en 1993 el partido de Vuelta fue en el Estadio Tecnológico, la escuadra regia tenía todo para coronarse a pesar de ir perdiendo en el global dos goles a uno tras el resultado en CU, pero un solitario gol de Francisco Kikín Fonseca le robó el tercer campeonato a los norteños; el marcador final después de los dos juegos fue de tres goles a uno a favor de los Pumas. Herrera le dio un toque atrevido al equipo, atacar era lo primordial de ese Monterrey y ese impulso los regresó a la Final del Apertura 2005. Los Diablos Rojos del Toluca, dirigidos por Américo Tolo Gallego, fueron el otro equipo finalista. Después de un vibrante empate a tres goles durante el juego de Ida, en el Estadio Nemesio Diez, Rayados y Diablos se trasladaron a La Sultanadel Norte para completar la Vuelta en el Tecnológico; como en años pasados, la suerte no estuvo con Monterrey. Un arbitraje polémico dejó a La Pandilla con tres hombres menos y eso provocó que Toluca les propinara una goleada por tres a cero a los muchachos de Miguel Herrera, para dejar un global de seis goles a tres. El sueño del tercer título se esfumó de nuevo. En la Actualidad… Los dos títulos que se perdieron bajo la batuta de Miguel Herrera propiciaron su salida algunos torneos después, ya que la oncena no pudo regresar a disputar una final y en su lugar la directiva trajo a Ricardo Antonio La Volpe para el Torneo Clausura 2008. Con el argentino al timón los Rayados regresaron al protagonismo de la Liga, tanto en contrataciones como la del chileno Humberto Chupete Suazo, como en juego. En ese campeonato sorprendieron al favorito Santos de Torreón Coahuila, cuando en el juego de Vuelta de la Semifinal, jugado en el Estadio Corona, Monterrey iba venciendo en el minuto 90 con marcador de dos goles a uno, lo que les daba el pase a una nueva Final, pero en el tiempo de compensación un cabezazo de Fernando Arce empató los cartones y la Pandilla se quedó en la orilla del partido grande. La Volpe no continuó para el Clausura 2009 y al relevo apareció el experimentado Víctor Manuel Vucetich, estratega que la ha dado al equipo la estabilidad y equilibrio que necesitaba. Una estrella más La experiencia de Vucetich no tardó en reflejarse en el escudo rayado. En el Torneo Apertura 2009 el equipo fue sacudido por una noticia que dolió en todo el país; Antonio de Nigris, otrora goleador del equipo y hermano de Aldo de Nigris, fellecía en grecia, lo que unió al equipo y de la mano del técnico regalarían a Tano el tercer título para la institución. En los Cuartos de Final dieron cuenta de las Águilas del América con marcador global de dos goles a uno. En las semifinales fue Toluca el rival, los recuerdos de aquella final perdida rondaron el Estadio tecnológico, sin embargo De Nigris, Suazo y compañia se encargaron de dejar las cosas tres a uno en el global. La Final estaba ahí, la Máquina Celeste del Cruz Azul se veía como un duro contendiente; sin embargo la experiencia de Vucetich salió a flote y con una estrategia magistral, y cambios oportunos, La Pandilla le pegó a los azules en el Tecnológico cuatro goles a tres y en el Estadio Azul dos goles a uno. La gloria bañaba una vez más a los Rayados. En el 2010 se harían del título en el Torneo Interliga ganando su participación para la Copa Libertadores de ese año. Su actuación fue discreta. En el Torneo Apertura 2010 Monterrey volvería a dominar. La escuadra regia echó a los Tuzos del Pachuca en los Cuartos de Final y luego se deshizo de los Pumas de la UNAM en las Semifinales. Tocaría el turno de pelear el campeonato con los Guerreros de Santos Laguna. En La Comarca los albiverdes se impusieron tres goles a dos, pero en el tecnológico apareció la magia del Chupete Suazo que, con tres goles anotados, cerraría la pizarra tres acero y el Global cinco a tres para que Monterrey bordara su cuarta estrella en el uniforme. Los refuerzos siguieron llegando a La Pandilla, el otrora extremo de la Máquina celeste, César El Chelito Delgado, engrosaría el de por sí talentoso ataque rayado. El impulso que los Rayados traían los llevó a lo más alto de la Concacaf ganando la Liga de Campeones del 2010-2011y con ese título su boleto al Mundial de Clubes de la FIFA 2011 en el que obtuvieron el quinto puesto. El resultado no dejo satisfecho ni a la plantilla ni a la afición luego de haber perdido con el Kashiwa Reysol de Japón en los Cuartos de Final. De nueva cuenta Vucetich y compañía regresaría por sus fueros pues se harían de la Liga de Campeones de la Concacaf 2011-2012 venciendo en emotiva Final a los Guerreros de Santos Laguna con pizarra global de tres goles a dos. Santos veía otra vez a los Rayados quitarles un título y esta vez en el TSM Corona. Con el boleto al Mundial de Clubes de la FIFA 2012 en el bolsillo, Monterrey llegaría a la Final del Torneo Clausura 2012 para enfrentar otra vez a los Guerreros de Santos Laguna. Habían pasado sólo semanas de la Final de Concacaf, lo que puso el ambiente perfecto para el nuevo cotejo. Esta vez la suerte no estuvo con los de La Sultana del Norte que sucumbieron ante los Guerreros, la quinta estrella se escapaba a los de Vucetich. Así los Rayados de Monterrey siguen año con año, con la fortaleza propia del norte mexicano, con la entrega de su gente que nuca sucumbe y siempre alienta a su Pandilla, con El Cerro de la Silla a cuestas y un balón por delante.
Posted on: Sun, 20 Oct 2013 17:43:29 +0000

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