El Joven Dios tenía muchas responsabilidades, otra de ellas era - TopicsExpress



          

El Joven Dios tenía muchas responsabilidades, otra de ellas era caminar por todo el pueblo y tocar música con su flauta, mismas que tenía que romper el día de su sacrificio. Cada vez que el joven dios hacia una tarea bien se le concedía una espina dorada, que con estas podían pedir deseos; mucha gente creyó que con esto, la llegada de los españoles se cancelaria, pero no, su llegada era inminente. El joven Dios dudaba de si se debía sacrificar a alguien para poder salvar a su pueblo, cuando lo que en realidad necesitaban era un salvador, guerreros que lucharan por el pueblo. Pasado el año, llego el momento de su sacrificio, pero como era costumbre, le dieron cuatro mujeres que lo harían conocer los placeres de la carne, y después vendría el fatídico día del sacrificio. Yoalxochítl fue una de las cuatro esposas que se le darían al joven Dios, según Cihuatlamacazqui esto haría que Xuchimitl, dejara su pena por no poder amar completamente a la mujer de su vida. Gracias a que Xuchimilt conoció con profundidad toda la extensión del cuerpo pudo comprender lo que le falta para ser un dios, la dualidad vital. Un día, el líder de los Tlaxcaltecas, fue a ver al joven, y comenzó a decir que ellos estaban en contra de su sacrificio, ya que Xuchimilt era de ascendencia tlaxcalteca no tenía por qué adorar a unos dioses que no eran suyos. Le explico también que su pueblo era un pueblo barbárico, que todo lo habían robado de otras culturas aledañas, le ofreció protección el día de su sacrificio, llevándolo a él y su esposa a Tlaxcala donde estaría protegido por su pueblo legítimo. El joven Dios le respondió a sus palabras, diciendo que si era tan importante para su pueblo por qué no lo rescataron cuando niño, por que dejaron que su madre se vendiera como esclava por su pobreza, además que no importaba el pasado sino el presente, quizá su pueblo si había tomado las costumbres y dioses de los demás pueblos, pero lo que importaba era que ahora eran poderosos y temidos, expandieron la cultura a otros pueblos, que fueron mas allá de los confines de su dominio, llegando a lugares inhóspitos, que lo que sentían era envidia por todos los logros y el poder que tenia México, después de esto, dijo que pensaría su ofrecimiento de ayudarlo el día de su sacrificio. Los últimos cuatro días del joven Dios se pasaban como aleteo de colibrí, tenía que ir a una fiesta por día, era la costumbre. Xochimilt le preguntaba a Yoalxochitl si sería bueno dejarse rescatar por los tlaxcaltecas o continuar con su fatídico destino. De nuevo, Motecuhzoma fue a hablar con el joven Dios, este le reprochó haber tratado a los extranjeros como dioses, ya que no lo eran, que había cavado su propia tumba al igual que la de su pueblo, ya que tenía que haber acabado con los demonios de cuatro cabezas como lo hacía en las guerras. Trato de sacarlo de su error de que no era Quetzalcoatl, ya que él estaba en contra de los sacrificios y los recién llegados hacían gala de sus truenos y fuego matando a los indígenas que iban a ofrecerles regalos. En esos últimos días, Xochimitl fue al ritual de las visiones pero ahora llevo a Yoalxochitl, en esa visión vio que su esposa iba a tener un hijo, pero que iban a ser arrollados por la marejada de sangre que traían consigo los extranjeros. Al llegar el día de su sacrificio el joven dios volvió a dudar sobre si debía sacrificarse a unos dioses que no eran suyos pero fue adoptando a lo largo de su corta vida, pero al final él decidió llegar a su destino, el sacrificio, ya que cumplió con sus responsabilidades. Y así, al ir subiendo las escaleras de la pirámide, iba rompiendo la flauta con la que alguna vez toco para su pueblo… llegado a la cima, se recostó en la piedra y se dejó sacrificar por el sacerdote que termino decapitándolo y colocando su cabeza donde la pudiera mirar el próximo joven dios.
Posted on: Tue, 10 Sep 2013 14:49:02 +0000

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