El Martillero Nadia se levantaba todos los días, puntual a las - TopicsExpress



          

El Martillero Nadia se levantaba todos los días, puntual a las 8, para leer el periódico. La villa era tranquila y no pasaban muchas cosas por ahí. Pero Nadia ya llevaba algunos días leyendo sobre extraños asesinatos rondando el lugarcito ese. - ¡Hey Rob! Buenos días! -¡Muy Buenos días, vecina! Robbie, o Rob para las amistades, era el vecino de enfrente, un tipo animoso y reservado. - ¡Vas a tener que cuidarte del asesino, Nadia! – Le decía Rob entre sonrisas. - Así parece, jajaja… Nadia entro y empezó a leer la noticia junto a una taza de café. “Otras dos victimas han caído en las garras de ‘El Martillero’. Se tratan de una Madre y su Hija, las cuales fueron encontradas clavadas a sus camas en varias partes de su cuerpo. Se presume que las victimas murieron desangradas, no sin antes sufrir una agónica falla multiorganica, debido a las heridas producidas por los clavos…” Nadia, horrorizada, cerro el periódico y se sentó en el sofá. ¿Como era posible que hubieran mentes tan perversas…? …y la puerta sonó. Nadia, recelosa, miro por la ventana, pero se calmo al ver que eran Rob y su esposa. - Señorita Nadia! Solo venimos de paso. - Dígame, Rob, ¿que puedo hacer por usted? - Nah, solo decirle que estamos en una campaña comunal de prevención, por todo este cuento del asesino… si escucha algo o tiene información, no dude en llamarnos, ¿si? -¡¡ Claro que si, Muchas gracias!! La conversación llenaba de tranquilidad el aire tenso que se había generado. 10 de la noche, televisión aburrida y cansancio después de hacer las cosas de la casa. Nadia yacía sentada viendo por inercia un programa de tele-ventas. Cuando de pronto sintió un extraño ruido que venia de afuera. No se dejo exaltar, hasta que el sonidito ese se hizo mas tosco. Se levanto lento y tomo un fierro que había al lado de la chimenea, solo por precaución. “Viene ese ruido desde la casa de Rob?” se preguntaba. Miro por la ventana, la casa oscura del vecino le producía ciertos escalofríos… de pronto, un movimiento… alguien estaba dentro de la casa… De inmediato pensó tomar el teléfono, pero ya este sonaba desde hace unos segundos. -¿ …si? - ¿Nadia? soy yo, Cynthia, la esposa de Rob! - ¡Oh, gracias a Dios! Pensé en llamarlos ya que vi unos movimientos extraños y escuche… - Jaja ,no te preocupes, se reventó un transformador y nos quedamos sin luz, justamente me estaba haciendo cargo de eso.. - Ok, ya veo, entonce- - NADIA… -¿ …si? - …SIGUES TU. Habiendo escuchado esto, el fugaz ataque con una pañuelo mojado en cloroformo fue lo ultimo que vio. Nadia despertó desesperada, ahogada de dolor, sitiándose atada a su cama. Trato de moverse, pero le fue inútil, brazos y piernas clavadas con punzas de 5″, y unas cuantas empaladas clinicamente en sus riñones, hígado y estomago. La sangre se deslizaba por las blancas sabanas, la respiración se hacia mas y mas corta, nada que hacer mas que ver como moría lentamente. En frente de ella, Rob tomaba otra punza y la ponía delicadamente en el área yugular, mientras levantaba el martillo, apuntando. - ¿..Por… porque.. porque, Rob…? - Porque admiro mi arte, Nadia. Mañana seras noticia y tu foto aparecerá en el periódico, mi arte sera conocido, y lo mejor de todo, es que me mantengo en el anonimato… Nadia soltó una lagrima, mientras el punzo se clavaba, lanzando un chorro de sangre. Rob sonrió en satisfacción. Debía irse de ahí y dormir, mañana tendría que levantarse temprano para leer el periódico… Yaz-chan
Posted on: Thu, 20 Jun 2013 02:51:31 +0000

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