El Pincha cayó, se levantó y mereció una mejor suerte El partido tuvo de todo. Todo lo que usted pueda estar imaginando a partir de esta afirmación. Momentos de buen juego y de los otros. Arqueros que se lucieron con contenciones de mucho mérito en instantes clave. Muchos lesionados (en el balance el local fue el más perjudicado ya que prontamente su capitán quedó en inferioridad). Dos goles ciertamente accidentales que, si se analiza bien, nada tuvieron que ver con el contexto de lo que se vio anoche en el Estadio Unico. Y dentro de todo eso, donde hay que poner en el balance un primer tiempo de vuelo bajo y un complemento con alta tensión, los dos pudieron dar el golpe, aprovechando que venían en velocidad y con cuesta abajo en el torneo Inicial, pero errores propios y aciertos del contrario solamente les permitió quedarse con un punto que, momentáneamente los deja un tanto marginados de la pelea grande, la que alimentaban antes de chocar anoche. Paulo Ferrari puso en ventaja a Central a los 5’ del complemento (entrando por izquierda intentó mandar un centro pero le pegó de tal manera que la pelota se elevó y cayó por detrás de Gerónimo Rulli, contra el palo izquierdo) y siete minutos después Alejandro Donatti, en su afán por rechazar en su propia área una pelota que había bajado de cabeza Auzqui, venció su propia valla. Un remate cruzado del debutante Acuña, de derecha a izquierda, en donde la pelota rebotó en el palo derecho de Rulli bien pudo haber puesto en ventaja a los “canallas”, que se insinuaban algo mejor pero que no encontraban precisión en los pases. Estudiantes dependía de Rodríguez, al lesionarse Verón, y a las irrupciones en el área de un Auzqui muy resuelto. Pero al regreso del descanso se rompió aquella monotonía. El gol de Central despertó a Estudiantes que en solo 5’ transformó en gran figura a Caranta que se tapó todo y algo más todavía. No se explica, por caso, como le atajó ese remate a quemarropa de Damonte (el relevo de la Brujita), aquel otro anterior de Gil Romero, uno también de Silva y hasta le ahogó el grito de gol a Rodríguez. Pero Estudiantes había soltado por entonces una ofensiva feroz y, tras un centro más que cayó en el área rival, Auzqui bajó la pelota de cabeza y Donatti casi sin querer se la llevó por delante y, de esta manera, vulnerar a un Caranta que parecía anoche invulnerable. Como pudo, la visita pudo pasar el temblor y, en el cierre, descubrió que Rulli no le iba en zaga a Caranta: hubo un centro atrás desde la derecha de Lagos que recibió Carrizo en el área y remató a media altura, que tapó agónicamente el golero local que evitó el 2 a 1 a favor de la visita. Diego Lagos también tuvo la suya cuando ya corría tiempo de descuento. Pero otra vez el arquero albirrojo sellaba su arco. De un tibio primer tiempo se pasó a un complemento intenso y dramático que regaló dos goles y un justo empate.
Posted on: Sun, 10 Nov 2013 18:46:48 +0000
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