"El Rey de la Mentira" Damián era un príncipe otoñal, cargado - TopicsExpress



          

"El Rey de la Mentira" Damián era un príncipe otoñal, cargado de mentiras, que mantenía su pose de hombre extraordinario, y que huía constantemente por cobardía. Su mirada era un tímpano de hielo, su corazón, un iceberg, y su alma, un nido de serpientes. Y cada nueva mentira de Damián, provocaba una nueva herida en el corazón de Aurora, un corazón que al igual que su alma estaba lleno de cicatrices. Y cada regalo era una rosa, y cada rosa, una espina con la que Aurora se hería. La sangre brotaba, pero era su alma que lloraba desgarrada. De los labios de Damián, tan sólo salían mentiras, una tras otra, sin pausa, sin tregua, sin miramientos. Damián no sabía hablar con honestidad, era alérgico a la sinceridad. Para él, la verdad era una peligrosa enfermedad contagiosa que no tenía cura. La palabra verdad no existía en su diccionario, como tampoco existían la lealtad y el amor. Su diccionario era muy escueto y se reducía a las palabras mentira, embuste y farsa. La mentira era su aliada, su amiga, su amante, su refugio, su escondite. Con ella se regocijaba con fruición, y aún tenía el descaro de asegurar que si mentía, era por amor, por evitar hacer daño a Aurora. A Damián nunca le importó el dolor de Aurora, sus lágrimas le eran indiferentes. Ella hablaba, pero él no la escuchaba, ella era hermosa, pero él no la miraba, ella le amaba, pero él no sabía amar. Su egoísmo no conocía límites, nada ni nadie en el mundo, le importaba más que él mismo. Aurora no se daba cuenta de nada, o no quería darse cuenta. Estaba cegada por el amor, y este amor la empujaba a perdonar e incluso a justificar las mentiras de Damián. Damián era la persona más importante en la vida de Aurora, en quien confiaba todos sus secretos, pero la traicionó sin remordimientos y sin consideración. Ahora Aurora agradece el destino el haberla separado de Damián. Su última mentira, la que les separó definitivamente, fue la mentira más cruel que había oído salir de sus labios, pero también fue la que hizo que Aurora abriera los ojos a la realidad. Ha pasado algún tiempo, las heridas de Aurora han sanado, las mentiras de Damián han quedado enterradas en el olvido. El amor de Aurora por Damián se ha convertido en odio, y el odio en indiferencia. Lucas, un nuevo amor llama a las puertas de su corazón, y Aurora no piensa cerrárselas. A veces Aurora le ve a lo lejos, y al percibir su expresión, intuye que Damián no es feliz, y que no lo será, mientras no aprenda lo que es amar y ser amado, y hablar con el corazón en la mano.
Posted on: Wed, 26 Jun 2013 00:19:39 +0000

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