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“El Sistema de Vida en el Espíritu: Entendiendo el Cristianismo” Capitulo 11: “La Promesa del Padre.” Sección 2: “La Promesa del Padre de Hacer un Nuevo Pacto”. Canto: “Solo me imagino” 2. La Promesa del Padre de hacer un Nuevo Pacto Dios había anunciado a Abraham que iba a hacer un pacto con sus descendientes y que a través de ellos iba a bendecir a todas las naciones de la tierra. Pasados 500 años Dios celebró con el pueblo de Israel, a través de Moisés, el Pacto de la Ley, al que ahora llamamos el Antiguo Pacto. Unos 900 años después Dios empezó a anunciar a través de sus profetas que en un tiempo futuro iba a celebrar un Nuevo Pacto con el pueblo de Israel. Este Nuevo Pacto lo celebró el Señor Jesucristo 600 años después durante la última cena con sus discípulos. 2.1. La promesa de un Nuevo Pacto a través de Isaías. La promesa de hacer un Nuevo Pacto a través del profeta Isaías relacionaba el pacto con derramar el Espíritu de Dios sobre sus descendientes. Es muy interesante observar que Dios usa la frase “derramar su Espíritu” con la frase “derramar agua sobre la tierra seca”. • “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos… Y este será mi pacto con ellos, dijo Dios el Señor: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Dios el Señor, desde ahora y para siempre.” Isaías 44:3;59:21 2.2. La promesa de un Nuevo Pacto a través de Jeremías. A través del profeta Jeremías Dios se refirió a ese futuro pacto como “un Nuevo Pacto” y dio un poco más de detalles con respecto a las características de ese pacto. Ese Nuevo Pacto iba a incluir: (1) perdonarles sus maldades y no acordarse más de sus pecados, (2) todos lo iban a conocer pues iba a poner su ley en la mente y en el corazón de ellos, y (3) ellos iban a ser su pueblo y el iba a ser el Dios de ellos. Y de esa forma Dios finalmente iba a tener el Pueblo Santo que deseaba tener para su Reino de los Cielos. • “He aquí que vienen días, dice Dios el Señor, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Dios el Señor. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Dios el Señor: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Dios el Señor; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Dios el Señor; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.” Jeremías 31:31-34 2.3. La promesa de un Nuevo Pacto a través de Ezequiel. Uno de los anuncios del Nuevo Pacto que daba más detalles acerca de su contenido fue el que Dios expresó a través del profeta Ezequiel. Veamos primero los antecedentes que movieron a Dios a prometer ese Nuevo Pacto. • “Vino a mí palabra de Dios el Señor, diciendo: Hijo de hombre, mientras la casa de Israel moraba en su tierra, la contaminó con sus caminos y con sus obras; como inmundicia de menstruosa fue su camino delante de mí. Y derramé mi ira sobre ellos por la sangre que derramaron sobre la tierra; porque con sus ídolos la contaminaron. Les esparcí por las naciones, y fueron dispersados por las tierras; conforme a sus caminos y conforme a sus obras les juzgué. Y cuando llegaron a las naciones adonde fueron, profanaron mi santo nombre, diciéndose de ellos: Estos son pueblo de Dios el Señor, y de la tierra de él han salido. Pero he tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel entre las naciones adonde fueron.” Ezequiel 36:16-21 Primero Dios explicó que iba a hacer un Nuevo Pacto con el pueblo de Israel porque el pueblo de Israel al ser dispersado iba por todo el mundo poniendo en mal el nombre de Dios. A donde quiera que llegaban presumían que ellos eran el pueblo elegido de Dios. Pero en lugar de distinguirse por su santidad, se comportaban igual de mal que los pueblos paganos a donde habían sido esparcidos por su desobediencia a la ley de Dios. Después Dios les avisa lo que va a hacer con ellos por andar poniendo en mal su nombre por todo el mundo… ¡los iba a hacer santos!... esa es una de las más increíbles promesas de toda la Biblia. ¡Hacerlos santos después de haberlo hecho quedar tan mal! Solamente al Dios de la Biblia, el único Dios verdadero, podría habérsele ocurrido tal cosa. Y la explicación que da Dios para hacer eso es igualmente sorprendente, los iba a hacer santos para que todas las demás naciones paganas, al ver el asombroso cambio que Dios había hecho en ellos, no tuvieran ninguna otra conclusión a la cual llegar mas que había un Dios Santo en los cielos que los había hecho santos a ellos. No debemos de cansarnos nunca de darle muchas gracias a Dios por esa increíble decisión que Él tomó: hacernos santos. • “Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Dios el Señor el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado. Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Dios el Señor, dice Dios el Señor el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos. Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país.” Ezequiel 36:22-24 Y después de revelar su plan de hacer un Nuevo Pacto con el pueblo de Israel, el cual tenía a su favor el increíble atrevimiento de haber celebrado con Él el Pacto de la Ley, les explica que va a hacerlo en tres etapas sucesivas. Primero los va a lavar de todos sus pecados, lo cual hizo unos 600 años después a través de la muerte del Señor Jesucristo, a lo cual nos referiremos como el Nuevo Pacto parte I, o NP1, o la etapa de la Salvación. Después ya limpios de sus pecados iba a empezar la labor de santificarlos poniendo sus leyes en sus mentes y corazones, a lo cual nos referiremos como el Nuevo Pacto parte 2, o NP2, o la etapa de la Santificación. Y después iba a guiarlos a formar pequeñas comunidades en donde le sirvieran fomentando la justicia con las herramientas espirituales que iban a recibir, a lo cual nos referiremos como Nuevo Pacto parte 3, o NP3, o la etapa de la Edificación. • “Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.” Ezequiel 36:25-28 En las siguientes lecciones iremos estudiando cada una de estas etapas detenidamente, examinando como se fueron cumpliendo, en diversas ocasiones, en el libro de los Hechos de los Apóstoles, en las pequeñas comunidades de discípulos de Jesucristo, durante los primeros 80 o 100 años después de que Él regresó al cielo. Si el tiempo de la reunión lo permite conviene leer el capítulo siguiente del libro de Ezequiel, el capítulo 37, los primeros 14 versículos, en donde se describe mediante “la visión de los huesos secos” el proceso que se iba a realizar cuando se cumpliera su promesa del Nuevo Pacto. 2.4. La promesa de un Nuevo Pacto a través de Joel. La primera vez que se cumple este prometido derramamiento del Espíritu Santo sobre todos los miembros de una comunidad de discípulos, el apóstol Pedro es guiado por el Espíritu de Dios a explicar al pueblo lo que estaba sucediendo haciendo referencia a la forma en que Dios había prometido hacer el Nuevo Pacto al profeta Joel. Si bien Dios había derramado su Espíritu sobre algunas pocas personas en el tiempo del Antiguo Testamento, ahora Dios había prometido derramarlo sobre toda carne. Este es uno de los rasgos característicos del Nuevo Pacto más sorprendentes, el Espíritu de Dios no se iba a derramar solamente sobre los líderes, sino sobre todos y cada uno de los miembros de la comunidad de creyentes, para que crecieran en santidad a nivel personal, y para que desarrollaran justicia a nivel comunitario. • “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.” Joel 2:28,29
Posted on: Sat, 22 Jun 2013 02:56:55 +0000

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