El collar Esta tragedia empezó un viernes como cualquier - TopicsExpress



          

El collar Esta tragedia empezó un viernes como cualquier otro. Yo y mi familia fuimos a una feria que se realiza cada año en el distrito de Lince. Es una feria muy variada donde se alzan tiendas que venden collares, amuletos, ropa y hasta comida típica del Perú, en fin, mis padres se sentaron en una tienda a pedir anticuchos mientras mi hermana me convenció para que la acompañara a comprar algunas cosas. Fuimos de tienda en tienda pero a mi hermana no parecía llamarle la atención nada de lo que se ofrecía. Ya cuando estábamos de vuelta a reunirnos con nuestros padres, mi hermana me jaló hasta una tienda que no habíamos visto. No era nada fuera de lo común, también vendía accesorios pero lo que a mi hermana le llamo la atención fue un collar en particular. -¿Cuánto cuesta este collar?- preguntó mi hermana al dueño de la tienda. -3 soles- respondió el vendedor, quien cojió una expresión de intriga, como inseguro de sobre si ese era el precio o nó. -¡Me lo llevo!- gritó mi hermana emocionada, mientras cojia el collar en sus manos y lo examinaba más de cerca. Después de eso nos reunimos con nuestros padres mientras mi hermana presumía su nuevo collar, barato pero llamativo. Era un collar de perlas azules muy brillantes, entre cada perla había un cuadrado muy delgado con símbolos romanos. Al llegar a casa, mi hermana corrió directamente al espejo de la sala a ver como le quedaba su nuevo collar. Era extraño verla comportarse así, incluso comento que dormiría con el collar puesto, era enfermizo. Al día siguiente durante el desayuno antes de ir a la escuela, note otra vez a mi hermana viendose en el espejo, tocando y admirando el collar que llevaba puesto. Por un instante me pareció que el collar se había achicado. Mi hermana no se quitaba el collar ni siquiera para bañarse, era algo que nunca creí que llegaria a hacer, puesto a que mi hermana no es del tipo de chicas que se apega tanto a algo material. Bueno, hasta ahí se podría decir que todo iba bien, o por lo menos nada fuera de lo normal. Pero al pasar los días comencé a pensar que el collar tenia algo que no estaba bien. -¿Estas ajustando tu collar?- le pregunté a mi hermana mientras almorzábamos. -¿De que hablas? no lo he tocado, esta bien como esta- respondió mi hermana. -Se te ve más ajustado que antes ¿no te molesta? deberías sacártelo un rato al menos. -No me lo voy a sacar nunca, me veo hermosa con el- dijo mi hermana, dejando clara su obsesión con el collar. No sabía que hacer, mis padres estaban muy ocupados para darse cuenta, pero ese collar se apretaba más y más al cuello de mi hermana con cada día que pasaba. Incluso intente hablar con sus amigas para que la convenzan de que se quite el collar pero cuando les pedí eso ellas me dijeron: -¿Porque? ¡si se ve hermosa con ese collar! Una semana después, durante el desayuno vi el collar prácticamente incrustado en la piel del cuello de mi hermana. -Buenos días- me dijo ella con una voz apagada. El collar le apretaba tanto que no la dejaba hablar con claridad. -¡Karla si sigues con ese collar te asfixiaras! ¡SACATELO AHORA MISMO!- le grité desesperado y nervioso por lo que suponía esta situación. Ella me hizo caso omiso, solo repetía lo hermosa que se veia con el collar ese. Al día siguiente me levanté muy temprano decidido a acabar con todo esto. La feria había acabado, pero yo tenia la tarjeta donde estaba escrita la dirección de la tienda oficial del sujeto que nos vendió el collar. Fui a la tienda decidido a que me explique que tenia ese collar y lo que debía hacer para acabar con todo esto. -¿Se acuerda de mi?- le dije al vendedor- usted le vendió a mi hermana un collar en la feria de Lince. El vendedor achico los ojos como intentado acordarse, entonces me miró y me dijo: -Si lo recuerdo, solo que no me explico como llegó ese collar a mi tienda, yo no vendía ese tipo de collares. Salí de la tienda resignado, harto de lo que estaba sucediendole a mi hermana, harto del collar y del día donde nos topamos con el. Llegué a casa y me dirigí a la habitación de mi hermana dispuesto a sacarle el collar a la fuerza antes de que sea demasiado tarde. Pero al abrir la puerta de su habitación me encontré con una imagen devastadora: Mi hermana seguía recostada en su cama, solo que un charco de sangre goteaba de la misma. La cabeza de mi hermana había sido separada de su cuerpo. El collar le había llegado a apretar tanto que había terminado decapitándola. ĊĦξ∫ĦłЯξ
Posted on: Sun, 11 Aug 2013 22:22:48 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015