El embrión humano no es material, sino producto de la gran energía cósmica magnética, en su proceso creador, haciendo al ser humano co-creador. En el instante que se fecunda un óvulo, el ser desciende al mundo de la forma y envuelve a la madre, hasta el momento del nacimiento. Es cuando se aloja en el nuevo cuerpo que ha sido engendrado, para que en él pueda continuar su camino de evolución en el mundo material. Aunque el feto tiene vida desde el primer instante, solo es vida biológica, el ser no puede entrar en él mientras se halla en el vientre materno, pues seria una invasión al receptáculo material de otro ser. Y porque dos almas no pueden vivir en un mismo cuerpo. Cuando se interrumpe voluntariamente la gestación, él o los responsables, provocan una demora sustancial en la reencarnación de un alma. Si bien son instrumentos para enseñar a esa alma una lección y el pago de una deuda kármica, generan con este acto un desequilibrio en la balanza de la armonía cósmica.
Posted on: Wed, 14 Aug 2013 02:31:10 +0000
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