El mes pasado la legislatura de Neuquén dió una gran paliza con gases lacrimógenos, balas de goma y de plomo a la coalición de "la derecha" formada por estudiantes, obreros, indígenas y ecologístas: con represión en la calles y sin debate en el recinto se entregó el yacimiento Vaca Muerta a Chevron para que extraiga los hidrocarburos mediante la hidrofractura del subsuelo. La habilitación a devastación extractivista se impuso con violencia sobre las voces en contra, ignorando cualquier tipo de consulta popular. En veinte años tendremos que enjuiciarlos por crímenes de lesa humanidad (queda claro que los derechos humanos del pasado cotizan mucho mejor que los derechos humanos actuales) y lesa natura, pero el daño estará echo y será irrevesible. El modelo extractivista impuesto por el gobierno nacional, pero también compartido por buena parte de la oposición, sacrifica el territorio sobre el cual vivimos para tapar falencias energéticas y fiscales que pudieron haberse resuelto con políticas sustentables a largo plazo, algo que es diametralmente opuesto al populismo aplicado actualmente.
Posted on: Mon, 07 Oct 2013 00:48:40 +0000
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