El pibe de barrio Debo confesar que este ejemplar me cae bastante - TopicsExpress



          

El pibe de barrio Debo confesar que este ejemplar me cae bastante simpático; es un sujeto inofensivo para las vengadoras anónimas. El pibe de barrio tiene códigos: para él las novias de los amigos tienen barba y bigote, pone el pecho ante las balas cuando ofenden a uno de sus amigos o insultan a su madre y es ese pibe del que todos dicen “es un tipazo fulanito”. Este pibe es un fanático, se apasiona con todo (en especial con el fútbol); es amante de lo artesanal, se le pianta una lágrima cuando observa espectáculos callejeros; toma una cerveza en la plaza escuchando una bandita de mala muerte y se siente como en el Rex ante The Smiths y te invita a esas citas tan especiales de pic-nic en la plaza. Es pragmático, no se hace drama por nada, piensa vivir de la caza y de la pesca, no tiene problemas existenciales, no tiene problemas económicos (básicamente porque no tiene economía) y ni le preocupa el famoso y mal ponderado futuro. Ah, importante: olvidate de que pague algo. Es ritualista, le encanta juntarse con los pibe (sí, así, sin la s) en la esquina para tomar unas “frescas”. Se reúne con sus amigos los domingos a ver fútbol, tiene el celular encendido por si alguno de ellos lo necesita a deshora porque…nena, vos no entendés lo que es la amistad del barrio, parecen una secta. El pibe de barrio tiene una relación patológica con las drogas y se la pasa horas hablando de los poderes curativos de la marihuana y haciendo apología constante en su discurso al estilo “está hablando del faso”. Este chico, por supuesto, tiene un vocabulario de barrio; utiliza tantos términos de la jerga adolescente como sea posible y en su léxico están erradicades varias letras del abecedario como la s, d, ñ, etc; y no lo hagas escribir porque tu capacidad de asombro llegará a límites sorprendentes. Es un chico que cuenta siempre las mismas anécdotas, y con la misma emoción de la primera vez. A vos en las primera etapa de la relación te parece encantador, lo escuchás y te resulta tan pero tan tierno que recuerde con tanto ahínco y fervor las anécdotas que lo hicieron feliz; pero la verdad es que después te termina resultando un pelotudo divino, te aburre a vos y a todas tus amigas, y hasta te da un poquito de vergüenza. Ni se te ocurra proyectar con este pibe porque ahí sí que te tranformás en una boluda sin límites. El espécimen es, para utilizar términos propios de su naturaleza “un colgado” “un volado” “un flash” él hace artesanías en la feria, corta el pasto por la vecindad o se las rebusca por ahí pero ni le menciones términos como la obra social o los préstamos porque desconoce. En fin, si te cruzás con uno reíte un rato, ojo, un rato nada más porque después te pasa que ni te los bancás.
Posted on: Tue, 16 Jul 2013 23:35:10 +0000

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