Ella y yo-El Escribidor Ella es de esa clase de chicas que cogen todos sus problemas, los doblan en cuatro partes y se los traga. Sin masticarlo. Sin digerirlo. Y después finge una enorme sonrisa. Y todo va bien. Pero, ¿Qué pasaría si un día, al levantarse por la mañana, no fingiese esa sonrisa? Probablemente nada. No pasaría nada. Nadie se daría cuenta, de la misma forma que nadie nota la tristeza de sus ojos y su constante esfuerzo por no fijar su mirada con la tuya. Probablemente te cruces con ella a diario y no te hayas percatado de que camina con la cabeza gacha mientras se baja las mangas del jersey, para que nadie descubra sus pensamientos más oscuros. Es esa, la que tiene un pánico atroz a hablar en público. Quizás la considerarías fuerte o borde, pero solo es una fachada, porque cada vez que llega a casa se encierra en su habitación y llora hasta perder el conocimiento. Quizás la conozcas. Es esa, la que puede estar rodeada de personas, pero de ningún amigo. Está tan encerrada en sí misma que desconfía hasta de su sombra. Quizás haya sido tu alumna. Es la que permanece callada, la que teme hablar, o la que habla, pero que tú nunca la oyes. Quizás sea tu vecina, es la que, cuando tu entras en el ascensor, aparta la mirada. No te confundas, no es una malcriada, lo hace para que no quiere que te des cuenta de que tiene los ojos hinchados. También es la que ha dejado de recibir visitas de aquel chico, el que la dejó porque no la comprendía, y en lugar de ayudarla, la abandonó. Quizás sea tu hija. Es la que se pasa el día en Internet. La que viste con ropa holgada, porque también tiene problemas de autoestima. Es la que ha dejado de comer, aunque tú la sigas viendo gorda. No me digas que no la conoces. No apartes tú también la mirada. No la abandones. Te necesita
Posted on: Thu, 03 Oct 2013 18:06:14 +0000
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