En el Concilio Vaticano II El concilio Vaticano II trató sobre - TopicsExpress



          

En el Concilio Vaticano II El concilio Vaticano II trató sobre la consumación escatológica de la obra de Cristo en su constitución dogmática "Lumen Gentium", capítulo VII, números 48 al 51; de allí se toman los siguientes párrafos: La Iglesia a la cual todos estamos llamados en Cristo Jesús, y en la cual conseguimos la santidad por la gracia de Dios, no alcanzará su consumada plenitud sino en la gloria celeste cuando llegue el tiempo de la restauración de todas las cosas, y cuando, junto con género humano, la creación entera, que está íntimamente unida al hombre y por él alcanza su fin, sea perfectamente renovada en Cristo. Porque Cristo, levantado sobre la tierra, atrajo hacia sí a todos; habiendo resucitado de entre los muertos envió sobre los discípulos a su Espíritu Vivificador y por él hizo a su cuerpo, que es la Iglesia, sacramento universal de salvación. Estando sentado a la derecha del Padre actúa sin cesar en el mundo para conducir a los hombres a su Iglesia, y por medio de ella unirlos más estrechamente y hacerlos partícipes de su vida gloriosa alimentándolos con su cuerpo y con su sangre. La restauración prometida que esperamos comenzó en Cristo; es impulsada con la misión del Espíritu Santo y por él continúa en la Iglesia; Iglesia en la cual, por la fe, somos también instruidos acerca del sentido de nuestra vida temporal, mientras que con la esperanza de los bienes futuros llevamos a cabo la obra que el Padre nos encomendó en el mundo y labramos nuestra propia salvación. La plenitud de los tiempos ha llegado a nosotros. La renovación del mundo está irre-vocablemente decretada, y en cierta forma se anticipa realmente en este siglo, pues la Iglesia, aquí en la tierra, está adornada de verdadera aunque todavía imperfecta santidad. Pero mientras no lleguen los cielos nuevos y la tierra nueva donde more la justicia, la Iglesia peregrina lleva en sus sacramentos e instituciones, pertenecientes a este tiempo, la imagen de este siglo que pasa; y ella misma vive entre las criaturas que gimen con doloroso parto el presente en espera de la manifestación de los hijos de Dios. "....con verdad recibimos el nombre de hijos de Dios, y lo somos, pero todavía no se ha realizado nuestra manifestación con Cristo en la Gloria en la cual seremos semejantes a Dios, pues lo veremos tal cual es. Por tanto, mientras moramos en este cuerpo, vivimos en el destierro lejos del Señor, y aunque poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior y ansiamos estar con Cristo..."
Posted on: Sat, 10 Aug 2013 16:22:53 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015