En el país X ENRIQUE Gastón 02/11/2013 En el país X los empresarios han dejado de pagar impuestos. Hace unas décadas empezaron a dirigirse al Gobierno pidiendo reducción de las cargas fiscales, para poder ser competitivos en una economía mundializada. Pocos años después anunciaron que deslocalizarían sus empresas, y se marcharían del país, si no les quitaban los impuestos. El Gobierno, titubeante al principio, decidió no transigir. Muchas industrias desaparecieron del lugar, aunque no todas. Durante un tiempo el país X gozó de cierta estabilidad social y económica: entre los empresarios que no se marcharon, otros que vinieron huyendo de otras naciones con costes laborales y fiscales más altos, y la repatriación de los beneficios obtenidos por las empresas que se habían deslocalizado, hubo suficiente para poder costear los subsidios de los desempleados y para pagar todo el aparato del Estado. Pero pronto hubo que aumentar la presión fiscal sobre los trabajadores, ya que de nuevo los empresarios volvieron a exigir privilegios fiscales, a cambio de no marcharse. Como de nuevo el Gobierno se mostrara poco dócil, se marcharon casi todos. De forma masiva, asalariados de casi todos los sectores pasaron a ser desempleados. El Tesoro Público empezó a tener dificultades para pagar los subsidios. Se ampliaron los impuestos indirectos y se recurrió a descontar un poco más en las nóminas de los trabajadores; pero esta vez se produjo un hecho que alteraría la estabilidad del sistema: la pobreza aumentó considerablemente y las familias trabajadoras redujeron a mínimos su consumo. Los empresarios deslocalizadores, los que con su presencia mundial y la repatriación de beneficios habían conseguido mejorar durante un tiempo los servicios en el país X, sobre todo los de atención personalizada, denunciaron la falta de rentabilidad. Ya no beneficios. Llevarían a otros mercados y a otros paraísos fiscales lo que ganasen. El Estado redujo también sus ingresos. También los gastos, especialmente los sociales. Y los sueldos de todos y el número de funcionarios que hubo que reducir. Los empresarios extranjeros perdieron el interés por venir. Una tarde, una joven casi adolescente estaba profundamente triste: ni ella ni su amado encontraban un trabajo digno. Sociólogo Adivináis de que país se esta hablando?
Posted on: Sat, 02 Nov 2013 08:11:24 +0000
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