En las Naciones Unidas Laura Placencia es una joven de 32 años, que tras haber estado cinco temporadas en España, recaló en Nueva York hace tres años por cuestiones laborales: trabaja para el departamento de Información Publica de las Naciones Unidas, en el área de Publicación y Editorial. La necochense reside sola en Manhattan y al hablar de sus primeros tiempos cuenta que “no tuve problemas con el idioma, ya que lo había aprendido en mi último año de secundaria, cuando por un intercambio de Rotary viví un largo tiempo con una familia de Philadelphia”. El vértigo de Nueva York atrapa a Laura, quien describe: “Es una ciudad muy cosmopolita, con gente de todo el mundo, que además se renueva continuamente. El residente está muy acostumbrado a estar en continuo contacto con extranjeros y en mi caso en particular nunca tuve ningún problema por ser extranjera”. Luego añade que “Naciones Unidas es un lugar extremadamente diverso y mis compañeros de trabajo son en su mayoría expatriados de todas partes del mundo, lo cual genera un cierto nivel de comodidad por una cuestión de tener esa situación común que nos identifica, y de alguna manera nos une”. Laura califica de “increíble” a la ciudad en la que vive. “No te deja de sorprender. Se tiene todo al alcance de la mano y algo en lo cual los que vivimos acá coincidimos, es en que te malcría muchísimo. Los visitantes quedan impactados por la arquitectura, la cantidad de gente en movimiento continuamente y el ritmo, que a veces puede ser un poco abrumador”. La joven resalta que “se habla poco de Argentina y somos noticia en los diarios cuando pasa alguna tragedia o hay alguna movida a nivel político o económico que tenga repercusión internacional. El Papa sí fue noticia y varias personas que conocían mi nacionalidad se acercaron a comentármelo, pero las circunstancias rodeando esta elección en particular también fueron muy especiales y generaron mucha expectativa a nivel mediático”. En tanto dice que además de mi familia y amigos extraña “la dinámica social más colectiva ya que acá la gente es muy individualista y tal vez más fría a lo que uno acostumbra. Yo he tenido la suerte de hacerme de un grupo de amigos argentinos que cubren esa familiaridad y confianza en el trato, pero en general eso es lo que más se añora estando afuera”. Laura confiesa que tiene pensado volver a Argentina “ya que me gustaría estar más cerca de mis padres en algún momento. Supongo que en algunos años, aunque la vida da tantas vueltas que es difícil dar un limite de tiempo con certeza”.
Posted on: Mon, 15 Jul 2013 10:40:19 +0000
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