…. Es un gran amigo. Para mí un grandísimo amigo. Casi un hermano. Mis hermanos ‘Fer’, ‘Quique’ – (el ‘Curro’)- y yo nos conocimos de forma casual en una noche indistinta de fin de semana de nuestra movida y temprana mocedad. Al calor de nuestra alegría, un grupo de muchachos nos pusimos a cantar ‘a capela’ festivos valsecitos criollos en medio del parque que colindaba con su casa. Al percatarse del jaleo musical que se había formado, se acercó a nuestro grupo, acompañado de su inseparable e íntimo amigo, y posteriormente compadre espiritual, ‘Betito’ Rossel. Estuvieron buen tiempo escuchando nuestra ‘armoniosa’ y contagiante algazara, que se pusieron de acuerdo y se fueron a sus respectivas casas. ‘Beto’ regresó con su guitarra y éste amigo con su ‘cajón’ criollo. Fue sólo un hola al unísono. Un hola amplio, abierto, sincero y amigable; y a continuación nos preguntaron, con los instrumentos musicales ‘en ristre’: ‘Nos armamos la peñita?’……. Y de aquella, la urbanización ‘La Huerta’, allá en nuestro querido Rímac tradicional, se volvió mucho más criolla que en datas anteriores. Con el tiempo poco a poco nos fuimos perfilando más y más; y a su vez, mejorando y ampliando el repertorio criollo. El grupo era la atracción de todo aniversario o humorada musical familiar. Los padres de familia de aquella urbanización se sentían orgullosos de la muchachada del lugar, por su amor y difusión de nuestro querido y festivo folclor criollo. Entre ellos, el más efusivo, precisamente el padre de este amigo: ‘Don Carlos’. Con excepción de ‘Beto’ y éste amigo, que estaban terminando de ser ‘cachimbos’ de la facultad de Derecho de la Universidad Mayor de ‘San Marcos’, el resto estábamos aún en el colegio, estudiando la secundaria. De ellos, en su mayoría, estábamos cursando el último curso o el último año escolar….. Y estrenando adolescencia a todo ritmo. Pasó el tiempo, y el grupo se hizo más ‘fuerte’ musicalmente hablando, y se formo ‘La Buena Familia’. Y este amigo, siempre formó parte de la directiva. Luego vino el desarrollo profesional y laboral, y este amigo rápidamente fue descollando en importantes puestos ejecutivos de una prestigiosa industria cervecera nacional. Empero, nunca, nunca dejó de ser amigo de sus amigos. Siempre una bellísima persona…. Tan igual como lo fue su extinto padre. A este amigo lo aprecio de sobremanera, porque fue el primer amigo que me felicitó por haber ingresado a la Facultad de Periodismo y Ciencias de la Comunicación de la Universidad Particular ‘San Martín de Porres’…… y porque con él bebí mis primeros tragos de cerveza, ya como flamante ‘cachimbo’ universitario. Esto, dentro de la parte anecdótica. Empero, en lo consustancial, lo admiro no sólo porque es un activo difusor sino también porque práctica profundas acciones de solidaridad, para con aquellas personas que la vida misma les ha puesto en desventaja socioeconómica. Acción similar que también práctica hasta hoy su señora madre, y que en vida, también lo realizó su amadísimo padre. …. Su nombre es CARLOS LOYOLA, tan igual como su padre, y para nosotros…. ‘La Buena Familia’, es el gran ‘Calichi’, de quien nos sentimos muy a gusto y orgullosos de contar con su amistad. Con su hermandad. Con su exquisita sencillez y nobleza: ‘Calichi’, entrañable y gran amigo de tantas jaranas y acciones solidarias: ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!
Posted on: Tue, 30 Jul 2013 21:29:07 +0000
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