Estaba tranquilamente viendo en el living de mi casa una - TopicsExpress



          

Estaba tranquilamente viendo en el living de mi casa una película, junto a un té con limón y mi manta cuando tocaron el timbre. Suspiré y dejé el té sobre la mesa y me desenvolví de la manta, encaminándome hacia la puerta. Mi sorpresa fue grande al encontrarme con Jill, abrigada hasta la punta de la nariz y con una gran ventizca de nieve -que ni había notado- detrás de ella. La pobre temblaba. —Jill, ¿que haces aquí? —Necesitamos hablar. —Seguro, pasa —dejé que pasara a mi casa y cerré la puerta detrás de mí, observé cuidadosamente a Jill mientras se sacaba la gruesa bufanda y el gorro verde oliva y los guantes de terciopelo con elegancia. Los dejó cuidadosamente en su regazo y me miró—. Aún hay agua caliente en la cocina, ¿quieres té? —Claro, gracias. Caminé hasta la cocina mientras en el camino aumentaba unos grados más la calefacción con el control remoto. Entré a la cocina dejándolo sobre el mostrador y puse en la pequeña caldera llena de hierbas para té que mi tía Sonya me había dado y lo vertí en una taza. Le puse limón, miel y un poco de azúcar. Cuando volteé, tenía a Jill sentada en el mostrador que dividía la salita y la cocina. —Sé que te gusta Justin, ¿de acuerdo? —lanzó de repente, casi se me resbalaba la taza pero afortunadamente la dejé en el mostrador. Jill sonrió con tristeza—. Debiste decírmelo antes. —Yo... No sabía como, Jill, lo siento. —Está bien, puedo perdonarte —tomó la taza de té humeante y lo examinó con interés. Luego me miró de nuevo—. Si el té de aquí vale la pena, olvidaré cualquier cosa que me hayas escondido y me dirás exactamente como ese imbécil se ganó tu corazón, ¿sí? —yo asentí con diversión. Así era Jill, dramática, impulsiva, con un concepto de amistad bastante extricto y divertida, además de encantadora y amable. Jamás dejaba que un ser vivo la lastime tanto físicamente como psicológicamente. Y eso era lo que admiraba de ella, Jill seleccionaba a las personas cuidadosa y meticulosamente. Nada se escapaba de sus manos de dedos largos y uñas rojas. —Delicioso. —————————————————————————————— —Bien... Umh, estábamos en clase de Historia —comencé a relatar una vez sentadas en mi cómodo sofá amarillo mostaza. Estábamos cubiertas por mi manta con las tazas de té y unas tostadas con mantequilla. Ella ladeó la cabeza escuchándome—. Y bueno, el profesor nos seleccionó a mí y a Justin juntos. Al principio todo estaba bien, jamás habíamos hablado y era algo incómodo. Pero notaba que cada vez que lo miraba, él sonreía. Eso fue hasta el final del período que Grace y Alex se habían ido sin mí y tú habías faltado al colegio, estaba yéndome caminando cuando el me alcanzó y se ofreció a llevarme. —¿Aceptaste? —Sí. —¡Oh Dios! —Jill rió—. ¿Auto o moto? —Motocicleta. —¡Doble oh Dios! ¿Te prestó un casco? —Claro. —¡Tripe oh Dios! Ajá, bueno. Después de eso, ¿sucedió algo más? —Fuimos a tomar un helado y nuestra relación murió ahí, si es que alguna vez estuvo viva, por supuesto —suspiré llena de desagna. Me había ilusionado demasiado rápido quizás, Justin no había vuelto a llamar y en el colegio pocas veces me lo cruzaba de nuevo, era algo así como un fastidoso karma. "Ilusiónate y luego muere." Fruncí el ceño y tomé uno de los últimos tragos de té, mordí la tostada y miré a Jill. Se mordía el labio tratando de ahogar una sonrisa. —Ahora entiendo porqué Keith preguntó por ti. —¿Eh? ¿A qué te refieres? —Keith Weasley, ¿lo conoces, no? Mariscal de campo. —Uh, sí, por supuesto. ¿Por qué te preguntó por mí? —¡Es amigo de Justin! —No entiendo. —¡Eres tan inocente! Lily, es obvio que Justin le pidió a Keith que me pregunte por ti —dijo sonriendo con picardía— Jefferson entero sabe que tú y yo somos las mejores amigas, él aún está interesado por ti, no des algo por muerto cuando aún respira. —¿Hace cuando fue eso? —Hoy estaba hablando por teléfono con Keith y de repente me preguntó por ti, me puse demasiado celosa, pensé que le gustabas... Pero ahora lo entiendo todo. No es Keith, sino Justin. —Estás loca, Keith es guapísimo, talentoso y casi una estrella, ¿cómo podría fijarse en mí? —reí—. No tengo nada. —Claro que sí, lo tienes. Eres muy hermosa. —Yo no lo veo así. —Pues míralo así, ¿quién tu color de cabello? Nadie, es único. Tus ojos son hermosos, cualquiera pensaría que son verdes o azules, pero son una mezcla de ambos con un toque de turquesa. Tu color de piel te favorece y no tienes el cuerpo de Beyonce o Jennifer Lopez, porque seamos sinceras, ¿quién sí? Ni London Scott. Aún así tienes una linda figura. Los 3 puntos funtamentales los tienes de 10, y ni hablar de tu personalidad. Lily, eres perfecta así. Justin podría enamorarse de ti si te conociera... ¿Sabes una cosa? —Oh no... —¡Sí! Mi próxima meta es hacer "Jily" una realidad. —¿Jily? —Justin y Lily, por supuesto.
Posted on: Sat, 24 Aug 2013 20:12:36 +0000

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