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Estrella de cinco puntas Eric Martínez Méndez DOS MAS DOS A decir verdad se habla más de la derrota de los priistas y una de las razones es hallarle una explicación a lo ocurrido, pero en corto y con discreción, en las filas del tricolor se acepta el triunfo de Puebla Unida en Teziutlán. El mismo Toño Vázquez, usa muy pocas palabras para señalar su ruta hacia el triunfo. Y no necesita muchas realmente porque las cifras son tan elocuentes como impactantes. En resumen, el presidente municipal electo indica que ganó la elección porque su poderosa alianza la hizo con el pueblo, al que llevó propuestas de obvia prioridad para la gente común y–lo subraya con especial interés-, porque sumó al proyecto de gobierno que encabeza a líderes locales reales que, además del nombre, le aportaron votos a su propuesta política. No fueron pocos los que pronosticaron a Toño Vázquez que él sería el próximo presidente municipal. Incluso la desbandada de las fuerzas políticas del PRI, ocurrida a lo largo del mes de junio, confirmó el vaticinio cuando algunos tricolores –dato confirmado con los mismos priistas- corrieron a tocarle las puertas a Puebla Unida para salvarse del naufragio. La suerte estaba echada. Cabe destacar que en las últimas dos semanas fueron los empleados municipales quienes adelantadamente se cuadraban ante quien ya percibían como futuro alcalde. Dicen los estrategas de Puebla Unida que la fuga de información del palacio de cantera de la perla serrana entonces fue algo permanente. Todo junto contribuyó a un triunfo rotundo, porque, destacan quienes ganaron, mientras los priistas en el poder cazaban “traidores”, Puebla Unida sumaba adeptos. Así, pues, desde la segunda quincena de junio, en la cual el candidato de Puebla Unida, lejos de confiarse con la bonanza comparaba las estadísticas de la última encuesta realizada sobre la intención del voto para afinar maniobras finales, estrategas, analistas políticos y cualquier paisano que supiera sumar dos más dos, esperaban el triunfo de Toño Vázquez como algo absolutamente decidido y por tanto inevitable. FORMACIÓN DE COMBATE Con cinco campañas electorales al hilo Toño Vázquez ya es un líder de peso completo. Es un político de mucho trabajo de campo y siempre muy dispuesto a construir estructuras sociales. Su conocimiento del terreno de juego y el permanente estudio de sus adversarios, le dieron muchos puntos de ventaja en esta contienda política, y ni así cayó en la confortable confianza. Tener de su lado al gobernador Rafael Moreno Valle es un valor político de mucho peso en la conciencia colectiva, pero tampoco confió su suerte a esta confortable sombra y por ello sumó a su equipo a Gudelia Tapia y a César Espinoza, a Joaquín Botello y a José Luis Gutiérrez, a Oscar Alarcón y a Martín Ortuño, a Marilyn Ballesteros y a su primo Manuel García. Con estos líderes sociales de su lado, reconoce Alejandro Viveros Macip, uno de sus estrategas más certeros, “hubo buen cobijo de mucha gente y Toño tuvo la capacidad de canalizar bien a toda esa gente hacia su campaña”. Es decir, que además de integrarlas les daba tarea, metas y métodos para cumplir objetivos. Gude Tapia, César Espinoza, Joaquín Botello o cualquiera de sus aliados convirtieron en tema principal de campaña el abandono de juntas auxiliares, la imposición de candidatos en el PRI, así como, para contrastar, exaltaron el gran trabajo que como diputado del 21 distrito local realizó Toño Vázquez de la mano del gobernador Rafael Moreno Valle. Con gente en su equipo de trabajo, como Alejandro Viveros, que lo ha seguido más de 5 años y que conoce a fondo cada sección electoral, no era difícil calcular los resultados porque la ecuación era una simple suma de factores que el candidato de Puebla Unida fue construyendo, como la construcción de techumbres en las escuelas, la gestión de apoyos asistenciales para familias en pobreza extrema y la integración convencida de grupos religiosos y, sin uniforme, de Voluntarias Vicentinas. Otra maniobra que formó parte de sus tácticas fue la inclusión a su estructura territorial y de promoción del voto a soldados de élite, como Daniel Amaro, Patricia Barreda, Ricardo Salinas, Rosalva Flores y Patricia Reyes, entre muchos otros que hicieron de la infantería de Puebla Unida la primera columna de ataque en cada cuadra, en cada colonia y en cada comunidad. Y no es mentir afirmar que gran parte de la resonante victoria de Toño Vázquez descansa en un montón de estrategias particulares que cada quien, motu proprio, aplicó para ganar el 7 de julio. LA LÓGICA DEL TRIUNFO Martín Ortuño, un empresario que dedica parte de su tiempo a la política electoral, replica a los del PRI la pretensión de que la del 7 de julio fue una elección de estado. Tajante, directo, afirma que Toño Vázquez aprovechó los errores de sus adversarios para avanzar y ganó porque conformó un gran equipo de trabajo que vio en él a un gran líder, y cuyo desempeño personal como candidato fue un estímulo diario para que todos trabajaran por el triunfo. Para poner este comentario en perspectiva, Martín Ortuño, sugiere tomar como base de un análisis matemático cualquiera de las casillas de San Sebastián y revisar cuántos votos tuvo Toño Vázquez la primera vez que fue candidato a la diputación local. En esa misma casilla pero en la elección en la cual Samuel Barron buscó la diputación federal, Toño Vázquez, como coordinador de campaña, registró una votación ascendente. En ambas campañas no ganó, pero tuvo avances. Regresó como candidato a diputado local y entonces ganó y podrá verse en el resultado que tenga esa casilla en estudio. Luego fue candidato a diputado federal y no ganó, pero la votación a su favor ya no bajó. Visto así, el incremento que registra en la elección del 7 de julio pasado, es lógico, aceptable y coherente. TSUNAMI AZUL En contraparte, abandonados a su suerte por la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), los priistas teziutecos esperaron en vano la llegada de la “Marea Roja”, una prometida ayuda que les pondría por arriba de las preferencias electorales con solo mencionar el poderoso nombre del Presidente Enrique Peña Nieto. Así, traicionados por Pablo Fernández del Campo, el “líder” del PRI poblano, y vencidos desde el principio de la contienda por el desaseo político interno, los tránsfugas y las falsa ayuda de sectores, los candidatos de la coalición 5 de Mayo PRI-PVEM, fueron barridos por el tsunami azul morenovallista que dejó perplejos a todos por la cantidad de votos que retacaron las urnas el lluvioso 7 de julio pasado. Puntualmente dicho, no hubo Marea Roja gracias a Peña Nieto. En su lugar, para aplastar cualquier estructura tricolor, Rafael Moreno Valle patrocinó con mucha antelación a la jornada electoral, el “Tsunami Azul” que barrió al tricolor en Teziutlán y en la mayoría de municipios de la sierra nororiental poblana, y lo hizo con tal fuerza que simplemente ahogó las incautas huestes del tricolor. EL EJERCITO PESO A PESO Se dice en los corrillos políticos que aun cuando nunca se enteraron, los priistas poblanos fueron aplastados electoralmente mucho tiempo atrás por una estrategia que reclutó como soldados políticos del programa estatal de “coinversión” Peso a Peso a los futuros alcaldes y nuevos diputados locales. Los que acreditan cierta veracidad a esta hipótesis, indican que el gobierno poblano en la formación de esta nueva estructura gubernamental, privilegió en las nominaciones a los morenovallistas, pero que enlistó en esta columna de combate a políticos del color que fuesen, siempre y cuando juraran lealtad al Peso a Peso. Los opinadores especulan que luego de tener este andamiaje político, con la anuencia del Presidente de la república se diseñaron tácticas para operar una elección de Estado, todo ello bajo el acuerdo de votar a favor todas las reformas propuestas en el Congreso de la Unión por Peña Nieto, lo cual creó prácticamente un salvoconducto para que los gobernadores en los estados donde hubo comicios, le metiera mano a las elecciones intermedias para consolidarse en el poder. TRIUNFO TELEGRAFIADO Sobre la derrota de Angélica Hernández, hay priistas que insisten en culpar al alcalde Carlos Peredo por la presunta imposición de la candidata, pero afirmarlo así es de legos porque, dados los resultados de la elección, a cualquier analista la hipótesis del “voto de castigo” tiene un margen de error enorme. A fuerza de ser sinceros, debe admitirse que Toño Vázquez, a cualquiera de los otros 11 aspirantes los habría hecho trizas y, dicho sin afanes, tome de ejemplo que uno de ellos, que participó como candidato del PSI, el ex priista Enrique Sedano, apenas computó 3 mil 187 votos. Pero si hacemos memoria, tenemos que valorar que tanto la derrota del PRI como el triunfo de Toño Vázquez, fueron hechos telegrafiados por el mismo gobernador poblano. Carlos Peredo no aceptó hacer obras con el programa Peso a Peso, porque demostró que las presupuesta con más del doble del costo real. Y Rafael Moreno siempre le lanzó indirectas por esa resistencia y cuando pudo recalcó su amistad para Toño Vázquez y a la doctora Corona Salazar, con tanta obra realizada en solo dos años de gestión, la hizo campeona regional del programa Peso a Peso. Vale aclarar que no fue un triunfo regalado para Puebla Unida. La métrica indica que el candidato que más trabajo político realizó en Teziutlán es Toño Vázquez. Ya dijimos que triunfos y derrotas en cinco campañas anteriores le dieron la experiencia para hacer, en dos meses de proselitismo, una campaña eficiente, eficaz y contundente. Desde luego que el gobernador poblano blindó sus estrategias, pero eso fue desde 2012. En el 2013 en cada sección electoral no hubo muchas dudas de que Toño Vázquez ganaría los comicios locales. Hasta la próxima, le dejo un fuerte abrazo.
Posted on: Sat, 03 Aug 2013 02:49:45 +0000

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