FARC y J. M. Santos siguen ganando. ¿Hasta cuándo? 23.09.2013 08:39 Antigüedad: 4 hrs Por: Jorge Enrique Cubillos Caicedo (*) Gobierno y guerrilla saben que tienen la sartén por el mango. Con una paz que todos queremos y añoramos, y de la cual Santos presidente vio allí la oportunidad de desmarcarse del tutelaje de Uribe (poseedor de la patente “seguridad”), para concebir de consuno con unos subversivos ávidos de rescate (ante el empantanamiento y agotamiento de la utopía de toma de poder por las armas), el famoso “Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”. ¡Qué jugada tan benéfica para ambas partes! Tanta ha sido la euforia con el consenso parcial del primer punto de la agenda (Política de desarrollo agrario integral) que los recientes paros y protestas agrarias son solamente un pequeño pulso de lo que se sigue desarrollando en La Habana. Como una tenaza, gobierno y guerrilla seguirán manejando los hilos, y en cuyo protagonismo se añadirá el ELN y otra ciudad de uno de los tantos gobiernos latinoamericanos “progresistas” y amigo de la reconciliación y pacificación (¿?). Igual optimismo, sobrevendrá con cada punto vago que acuerden. A la guerrilla que sabe en que anda y para dónde va no les importa a cuál de los burócratas u oligarcas de los partidos tradicionales y/o de sus partidos o movimientos máscara, los colombianos elijan. Ellos, y la mayoría de intelectuales, artistas, periodistas, medios e izquierdistas, le dieron el triunfo a Belisario Betancur, a Andrés Pastrana y ahora reelegirán a Santos en la segunda vuelta. J. M. Santos con fama de traicionero y astuto jugador de póquer está sentado en la mesa jugando, perdón negociando, con las FARC el destino de Colombia. Las conversaciones en La Habana y el diálogo con los campesinos después de las protestas agrarias lo quieren hacer aparecer ahora como cercano a los ideales “progresistas”, y dispuesto a concertar acciones para atemperar lo que él mismo impulsó y gestionó como ministro de Comercio Exterior de Gaviria, ministro de Hacienda de Pastrana y ministro de Defensa de Uribe. Las FARC y ELN no tienen premura de tiempo; firmarán las partes un acuerdo etéreo, generalizado e insabible que será votado por el prurito de paz sin importar consecuencias. Pero no solamente siguen ganando las FARC y J. M. Santos. Aunque el botín que es la Presidencia de la República será apuntalado por las actuales mayorías de los Partidos Liberal, de La U, Conservador y Cambio Radical (el cual Vargas Lleras no quiere dejar marchitar); Uribe y su Centro Democrático también saldrán favorecidos con un gran apoyo electoral ciudadano. Su candidato irá a la segunda vuelta, y con dignidad afrontarán el veredicto, desbalance de una mayoría de intelectuales, artistas, periodistas, medios e izquierdistas que ganan con J.M. Va a ser interesante el gobierno de J.M. Santos II. Los partidos Liberal y Conservador abrogaron y renegaron de sus propias consultas populares; Consulta popular y constituyente para desarrollar la firma del acuerdo y la reinserción de los perdonados, amnistiados o indultados (Justicia transicional); hay sin salidas para renegociar los tratados de libre comercio (TLC) y demás acuerdos exigidos por La Habana y el paro campesino, ante la vergüenza de una antesala previa por la OCDE y la OTAN; siguen las protestas, la crisis, la indignación, la violencia y el déficit. OTROSÍ: Tendrán que recular los que patalean ante la decisión del hoy “diosito” presidente Santos que colocó a Vargas Lleras al frente de la fundación Buen Gobierno. Sepan dirigentes de los partidos Liberal y Conservador que ese también piensa en ser Vargas Lleras I y II. Desde el día que abrogaron las consultas populares cavaron su propia sepultura. Siguen el ejemplo de vuestro patrón, Álvaro Uribe Vélez. ¡Pobre mi Colombia! Persistiremos. Habrá un mañana. (*) Magíster en Estudios Políticos, U. Javeriana Contacto: cubilloscaicedo@hotmail
Posted on: Mon, 23 Sep 2013 19:09:37 +0000