FELIZ DÍA DEL MÚSICO Como músicos, creemos - TopicsExpress



          

FELIZ DÍA DEL MÚSICO Como músicos, creemos profundamente en la importancia de lo que hacemos y el poder de la música para sanar. Sabemos que usted también lo creé, como fan de la música clásica, así que lo siguiente puede ser de interés para usted. Es un discurso de bienvenida dado a los padres de los estudiantes de primer año del Conservatorio de Boston, a cargo de Karl Paulnack, pianista y director de la división de música. Discurso de bienvenida, por Karl Paulnack “Uno de los miedos más profundos de mis padres, sospecho, es que la sociedad no me valoraría apropiadamente como músico, que no sería apreciado. Tenía muy buenas calificaciones en preparatoria, era bueno en ciencias y matemáticas, y ellos imaginaron que como doctor o químico investigador o ingeniero, podría ser más apreciado de lo que sería como músico. Aún recuerdo la observación de mi madre cuando anuncié mi decisión para aplicar a la escuela de música – ella dijo, “estás DESPERDICIANDO tus calificaciones.” En algún punto, creo, mis padres no estaban seguros acerca del valor de la música, cuál es su propósito. Y ellos amaban la música, escuchaban música clásica todo el tiempo. Ellos solamente no tenían clara su función. Así que permítanme hablarles un poco de ello, porque, vivimos en una sociedad que pone a la música en la sección de “artes y entretenimiento” del periódico, y la música seria, el tipo de música que sus hijos están a punto de realizar, no tiene absolutamente nada que ver con entretenimiento, de hecho es todo lo contrario al entretenimiento. Permítanme hablarles un poco acerca de la música y de cómo funciona. Las primeras personas en entender cómo funciona realmente la música fueron los antiguos griegos. Y esto les va a fascinar; los griegos decían que la música y la astronomía eran dos caras de la misma moneda. La astronomía era vista como el estudio y relación entre objetos observables, permanentes y externos, y la música era vista como el estudio y relación entre objetos invisibles, internos, ocultos. La música tiene la manera de encontrar las piezas grandes e invisibles dentro de nuestros corazones y almas y nos ayuda a encontrar la posición de las cosas dentro de nosotros. Permítanme darles algunos ejemplos de cómo funciona esto. Una de las más profundas composiciones musicales de todos los tiempos es el Cuarteto para el Fin de los Tiempos del compositor francés Olivier Messiaen en 1940. Messiaen tenía 31 años cuando Francia entró en la guerra contra la Alemania Nazi. Fue capturado por los alemanes en 1940, enviado a través de Alemania en un vagón de ganado y aprisionado en un campo de concentración. Fue afortunado de encontrar un guardia de prisión comprensivo que le daba papel y un lugar para componer. Había otros tres músicos en el campo, un chelista, un violinista y un clarinetista, y Messiaen escribió su cuarteto teniendo en mente estos ejecutantes específicamente. Fue estrenado en Enero de 1941 para 4000 prisioneros y guardias en el campo de prisioneros. Ahora es una de las más famosas obras maestras del repertorio. Teniendo en cuenta lo que hemos aprendido sobre la vida en los campos de concentración, ¿por qué alguien en su sano juicio desperdiciaría su tiempo y energía escribiendo o ejecutando música? Había apenas suficiente energía en un buen día para encontrar comida y agua, para evitar las golpizas, para mantenerse calientes, para escapar a la tortura - ¿por qué alguien se molestaría con la música? Y Sin embargo – de los campos tenemos poesía, música, artes visuales; no fue sólo Messiaen el único fanático; muchas, muchas personas crearon arte. ¿Por qué? Bueno, en un lugar donde la gente está sólo enfocada a sobrevivir, en las necesidades básicas, la conclusión obvia es que el arte debe ser, de alguna manera, esencial para la vida. En los campos no había dinero, no había esperanza, no había comercio, no había entretenimiento, no había respeto básico, pero no estaban sin arte. Arte es parte de la supervivencia; arte es parte del espíritu humano, una inquebrantable expresión de quiénes somos. Arte es una de las formas en que decimos, “Estoy vivo y mi vida tiene significado”. El 12 de septiembre de 2001 yo era un residente en Manhattan. Esa mañana alcancé un nuevo entendimiento de mi arte y el mundo. Esa mañana me senté al piano a las 10 de la mañana para practicar como era mi rutina diaria; lo hice a fuerza de hábito, sin pensar en ello. Levanté la cubierta del teclado y abrí mi música y puse mis manos sobre las teclas y quité mis manos de las teclas. Y me senté ahí y pensé, ¿esto realmente importa? ¿No es esto totalmente irrelevante? Tocar el piano justo ahora, dado lo que pasó ayer en la ciudad, se ve tonto, absurdo, irreverente, sin sentido. ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué lugar tiene un músico en este momento en el tiempo? ¿Quién necesita a un pianista justo ahora? Estaba completamente perdido. Y entonces yo, junto con el resto de Nueva York, fui a través del camino pasar esa semana. No toqué el piano ese día, de hecho, contemplé brevemente si quería o no tocar el piano de nuevo. Y luego observé como pasamos ese día.Al menos en mi barrio, no tiramos al aro o jugamos scrabble. No jugamos cartas para pasar el tiempo, no veíamos televisión, no fuimos de compras, ciertamente no íbamos al centro comercial. La primera actividad organizada que vi en Nueva York ese mismo día fue CANTAR. La gente cantó. La gente cantó alrededor de las estaciones de bomberos, la gente cantaba “Venceremos (We shall overcome)”. Mucha gente cantaba América la hermosa (America the beautiful). El primer evento público organizado que recuerdo fue el Requiem de Brahms, al final de esa semana, en el Lincoln Center, con la Filarmónica de Nueva York. La primera expresión de duelo pública organizada, nuestra primera respuesta comunitaria a ese evento histórico, fue un concierto. Ese fue el principio de una sensación de que la vida podría continuar. Los Estados Unidos aseguraron el espacio aéreo pero la recuperación fue liderada por las artes, y por la música en particular, esa misma noche. A partir de estas dos experiencias he llegado a entender que la música no es parte de las “artes y entretenimiento” como la sección del periódico nos haría creer. No es un lujo, un lujo que financiamos de lo que nos sobra del presupuesto, no un juguete, una diversión o un pasatiempo. La música es una necesidad básica de la supervivencia humana. La música es una de las formas en que le damos sentido a nuestras vidas, una de las formas en que expresamos sentimientos cuando no tenemos palabras, una forma de entender cosas en nuestros corazones cuando no podemos con nuestras mentes. Algunos de ustedes quizás conozcan la desgarradoramente hermosa pieza de Samuel Barber, Adagio para cuerdas. Si no la conocen por nombre, quizás entonces la recuerden como la música de fondo que acompañó la película de Oliver Stone Pelotón (Platoon), una película acerca de la guerra en Vietnam. Si conocen esta obra, de cualquier manera, saben que tiene la habilidad de romper nuestro corazón como si fuera una nuez; puede hacerlos llorar por tristeza que no sabían que tenían. La música puede deslizarse por debajo de nuestra realidad consciente para llegar a lo que realmente está pasando dentro de nosotros en la forma que un buen terapista hace. Apuesto a que nunca han estado en una boda donde no había absolutamente ninguna música. Puede que haya habido sólo un poco de música, pero les apuesto que había algo de música. Y algo muy predecible pasa en la bodas – la gente llega toda reprimida con todo tipo de emociones, y entonces, hay un momento musical donde la acción de la boda se detiene y alguien canta o toca la flauta o algo. Incluso si la música es floja, incluso si la calidad no es buena, predeciblemente 30 o 40 por ciento de la gente que va a llorar en la boda, llora unos momentos después de que la música comienza. ¿Por qué? Los griegos. La música nos permite movernos alrededor de esas piezas grandes e invisibles de nosotros y reorganizar nuestro interior para que podamos expresar lo que sentimos incluso cuando no podemos hablar de ello. ¿Pueden imaginar ver Indiana Jones o Superman o Star Wars con los diálogos pero sin música? ¿Qué pasa con la música tocando en el momento justo en ET para que todos los blandengues de la audiencia comiencen a llorar exactamente en el mismo momento? Les garantizo que si mostraran la película sin la música no sucedería de esa forma. Los griegos: La música es el entendimiento de la relación entre objetos internos e invisibles. Les daré un ejemplo más, la historia del concierto más importante de mi vida. Debo decirles que he tocado un poco menos de mil conciertos en mi vida hasta ahora. He tocado en lugares que creía eran importantes. Me gusta tocar en el Carnegie Hall; Disfruté tocando en Paris; me hizo muy feliz complacer a los críticos en San Petersburgo. He tocado para personas que creí eran importantes; críticos musicales de los periódicos más importantes, presidentes extranjeros- El concierto más importante de toda mi vida tuvo lugar en una casa de reposo en Fargo, hace 4 años. Estaba tocando con un amigo muy querido que es violinista. Comenzamos, como frecuentemente hacemos, con la Sonata de Aaron Copland, que fue escrita durante la Segunda Guerra Mundial y dedicada a un joven amigo de Copland, un joven piloto que fue derribado durante la guerra. Ahora frecuentemente hablamos con la audiencia sobre las obras que vamos a interpretar en lugar de darles unas notas al programa escritas. Pero en este caso, dado que empezamos el concierto con esta pieza, decidimos hablar de esta pieza más tarde en el programa y comenzar tocando la música sin explicación. A medida que avanzaba la pieza, un hombre de edad avanzada sentado en una silla de ruedas cerca del frente de la sala de conciertos comenzó a llorar. Este hombre, que más tarde conocí, era claramente un soldado – incluso en sus 70’s, era claro por su corte de cabello, mandíbula cuadrada y comportamiento general de que había pasado gran parte de su vida en el ejército. Me pareció un poco extraño que alguien se emocionara hasta las lágrimas con ese particular movimiento de esa pieza en particular, pero no era la primera vez que escuchaba a alguien llorar en un concierto y seguimos con el concierto y terminamos la pieza. Cuando regresamos a tocar la siguiente pieza del programa, decidimos hablar acerca de la primera y segunda piezas, y describí las circunstancias en las que Copland fue escrito y mencioné su dedicatoria al piloto caído. El hombre al frente de la audiencia se alteró tanto que tuvo que dejar el auditorio. Yo honestamente me imaginé que no lo veríamos de nuevo, pero al final del concierto se acercó tras bambalinas, con lágrimas y todo, para explicarse. Lo que nos dijo fue esto: “Durante la Segunda Guerra Mundial, yo era un piloto, y estuve en un combate aéreo en donde uno de los aviones de mi equipo fue golpeado. Observé a mi amigo expulsarse y vi su paracaídas abrirse, pero los aviones japoneses que nos atacaron regresaron y ametrallaron las cuerdas del paracaídas para separarlo del piloto y vi a mi amigo caer en el océano cayendo en la cuenta de que estaba perdido. No había pensado en esto en mucho tiempo, pero durante la primera pieza musical que interpretaron este recuerdo vino a mi tan vívido que fue como si lo hubiera vivido de nuevo. Yo no entendía por qué esto sucedía, por qué ahora, pero cuando comenzaron a explicar que esta obra fue escrita para conmemorar a un piloto perdido fue más de lo que pude soportar. ¿Cómo hace eso la música? ¿Cómo encontró esos sentimientos y recuerdos en mí? Recuerden a los griegos: la música es el estudio de la relación entre objetos internos e invisibles. Este concierto en Fargo fue el trabajo más importante que haya hecho. Tocar para este soldado y ayudarlo a conecta de alguna forma con Aaron Copland y conectarlo con sus recuerdos de su amigo perdido, ayudarlo a recordar y honrar a su amigo, ese es mi trabajo. Por eso la música es importante. Lo que sigue es parte de lo que diré a los estudiantes de primer año cuando les dé la bienvenida dentro de unos días. La responsabilidad con la que encargaré a sus hijos e hijas es esta: “Si esta fuera una escuela de medicina, y ustedes estuvieran aquí como estudiantes de medicina practicando apendicetomías, tomarían su trabajo muy seriamente porque se imaginarían que una noche alguien a las 2 de la mañana llegará a la sala de emergencias y tendrán que salvarle la vida. Bueno, amigos míos, alguien a las 8 de la noche va a llegar a su sala de conciertos trayendo consigo una mente que esta confundida, un corazón que está abrumado, un alma que está cansada. El que ellos salgan plenos de nuevo dependerá en parte de qué tan bien hagan su obra. No están aquí para convertirse en animadores y no tienen que venderse. La verdad es que no tienen nada que vender; ser un músico no se trata de distribuir un producto, como vender autos usados. Yo no soy un animados; soy mucho más cercano a un paramédico, a un bombero, un rescatista. Ustedes están aquí para convertirse en una especie de terapistas para el alma humana, una versión espiritual de un quiropráctico, un fisioterapeuta, alguien que trabaja con nuestro interior para ver que las cosas se alinean para ver si podemos estar en armonía con nosotros mismos y estar saludables y felices y bien. Francamente, damas y caballeros, espero no sólo que dominen la música; espero que ustedes salven el planeta. Si hay una ola futura de bienestar con este planeta, de armonía, de paz, de fin de las guerras, de entendimiento mutuo, de equidad, de justicia, no espero que venga del gobierno, de la fuerza militar o de una corporación. Ya ni si quiera espero que venga de las religiones del mundo, que en conjunto parece que han traído tanta guerra como paz. Si hay un futuro de paz para la raza humana, si habrá un entendimiento de como estas cosas internas e invisibles deben encajar juntas, yo lo espero venir de los artistas, porque es lo que hacemos. Como en el campo de concentración y la tarde del 9/11, los artistas son los que serán capaces de ayudarnos con nuestras vidas internas e invisibles.”
Posted on: Sat, 23 Nov 2013 04:37:32 +0000

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