«FULGORES DE GLORIA»* A pedido de mi hermano Ramón, dedico - TopicsExpress



          

«FULGORES DE GLORIA»* A pedido de mi hermano Ramón, dedico esta poesía a sus Jefes (sic) y camaradas de armas del glorioso Regimiento Pitiantuta. Canto de gloria que el destino quiso que él recogiera más allá de los astros en el misterioso azul. ¡Soldado del heroico “Pitiantuta”! ¡Loor a tu pujanza y tu bravura! Cien veces empujaste la metralla De la trágica selva en la espesura, Y en defensa del Derecho herido, Cien veces castigaste el ultraje, De nuestro heroico Paraguay querido. ¡Émulos de la gloria! ¡Loor a tu denuedo y valentía! Al mando del indómito Palacios, Tras rápida y espléndida jornada, Cual rayo por la selva dilatada, Con ímpetu arrogante, Bajo la inmensa bóveda radiante, Llevando en tu carrera, La insofrenable audacia de la raza, En acción militar más atrevida, Disteis golpe mortal a las indiadas, Ofrendando a la Patria vuestras vidas. Curtidos por el sol del mediodía, Indómito y bravío, Como el león que acecha en el boscaje, Abriendo con audacia un derrotero, Frente a las furias hordas invasoras, Con altivez y decisión llegaste. El primer batallón marcha adelante, Gómez Sánchez comanda un pelotón, (1) Álvarez, Samaniego y Pessolani, (2) Arrollan con empuje al invasor. Y Scarone valiente capitán, Arenga a sus soldados, Altivo se abalanza, ¡Ofreciendo su pecho cual coraza! (1) Mi hermano Ramoncito luchó bravamente al mando de su invicto pelotón, que fue aniquilado, salvándose él con cuatro soldados que fueron retirados después de la victoria completamente extenuados, en su puesto de honor! El Regimiento Pitiantuta se componía de la mejor juventud asunceña, todos bisoños adolescentes. (2)Tenientes de Reserva que perdieron la vida en la gloriosa Jornada. Se siguen los invictos pelotones Barrios y Téllez atacan cual leones, Del segundo y tercero batallón. ¡A la carga! Ya ordenan el asalto, Se cruzan los aceros, Las llamas centellean, Y en rojas llamaradas se difunden, Fantásticas, siniestras; Y en tu arrojo viril, Tu bautismo de fuego, fue de sangre, ¡De sangre juvenil! Y en el trágico horizonte que dilata, Como una flor de púrpura escarlata, Fulguraba radiante tu Victoria, ¡Envuelta en la epopeya de tu Gloria! ¡Oh, heroico batallón! Cien veces en rudo batallar, Asombrastes al mundo americano, Floreciendo sangrante tus laureles, En hazañas espartánicas crueles. Cien veces la Vestal su himno entona, Tejiéndote una espléndida corona, Y cien veces se agolpan como flores, Como premio triunfal sobre tu frente, ¡El ósculo de amor de tus amores! ¡Soldado del heroico “Pitiantuta”! ¡Loor a tu pujanza y tu bravura! ¡Loor a los caídos en tus files, En épicas y bélicas jornadas, Con las sienes de gloria coronadas, Con el alma vibrante de la raza! ¡El último fulgor en que se abraza! Sobre sus tumbas frías, Sobre sus cuerpos yertos, Y el postrer estertor de su agonía, Sollozan las Vestales a porfía, ¡El duelo inmenso de la Patria mía! (*) Fuente: De la página 154 a la 156 del libro «Enriqueta Gómez Sánchez Caballero (1892-1952) La dama de oro y acero, alas de águila y corazón de paloma – Biografía – Adherida a la Historia; aderezada con poemario contemporáneo – Año del Bicentenario de la Independencia del Paraguay – Equinoccio de otoño del 2011. Enrique Lorenzo Caballero Gómez-Sánchez.» Copyright©-2013 youtube/watch?v=Xhe_NWlTUz8
Posted on: Wed, 12 Jun 2013 14:45:40 +0000

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