Faltan solo 76 días para el 2014 y por supuesto usted no va a querer entrar en el nuevo año llevando cosas malas. Entonces ¿qué hacer con ese montón de sobres de votos que usted fue juntando y que ahora no tiene cómo cumplir? He recibido en mi blog innumerables comentarios y e-mails con ese tema. Las historias son muy parecidas a pesar de llegar de varias partes del mundo: “El pastor ofreció el sobre en la fe, vi que era un propósito de Dios y lo agarré. Solo que ahora estoy confundida. ¿Por qué Dios no honró mi fe?” La respuesta es: porque no era fe. Probablemente fue una emoción que la llevó a esa situación y, después que pasó, los sobres y las dudas quedaron. Pero, ya vio que no es la única, ¿no? Yo también ya hice eso y luego me sentí la persona más irresponsable del mundo y sin fe para reclamarle algo a Dios (a fin de cuentas, yo estaba en falta con Él y el diablo aprovechaba para acusarme). Pero después, meditando y pidiendo la dirección de Dios, llegué a la siguiente conclusión: todos los propósitos de la Iglesia son de Dios, entonces, no es en eso que debo basarme para hacer un voto, si no, ¡tendría que participar en todos! Obviamente no es posible hacerlo, no solo por cuestiones económicas, sino también para no dividir nuestra fe. En la Universal aprendemos a enfocar la fe y no a dividirla. Entonces, usted debe estar atenta para oír la voz de Dios. Siempre que el pastor hable de una campaña, ore a Dios y pida que Él hable con usted y le dé la certeza de que usted debe participar o no. Si usted tiene que dejar pasar el sobre, todo bien, no haga de eso un problema y no deje que el diablo le acuse. Pero cuando participe, viva la campaña intensamente, hasta el día de entregar el sobre. Un propósito de fe no se limita a colocar una ofrenda y una petición adentro de un sobre, y sí de vivir la fe de esa campaña día a día. Por ejemplo: si usted tomó un sobre el domingo para entregar en el siguiente domingo, ore con el sobre todos los días de la semana, lea el pasaje bíblico que inspiró aquel propósito, medite sobre él y separe la ofrenda lo antes posible. Cuando esté en la iglesia, ore con su propósito y no se avergüence por no tomar otro sobre mientras no entregue aquel. Viva un propósito cada vez, enfocando en él toda su fuerza. Tampoco necesita hablar con nadie acerca de que no tomó el sobre de hoy porque ya tiene el de ayer… quédese tranquilo, nadie tiene que saber sobre su fe y sus propósitos. Eso es entre usted y Dios. Y si usted tiene sobres acumulados en casa, con votos atrasados, busque a su pastor y vea lo que le orienta, pero no siga con esos pendientes. Cuando eso me sucedió, los junté a todos, los puse en un sobre grande, oré, Le pedí perdón a Dios por los votos precipitados y los devolví con una ofrenda representando mi pedido de perdón. Quedé muy aliviada y luego aprendí la lección de ¡no hacer más “la cadena de los sobres” en casa! ¿Qué tal aprovechar este domingo para resolver este tema? “Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque Él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.” Eclesiastés 5:4-5
Posted on: Fri, 18 Oct 2013 02:29:42 +0000
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