Flora Desiertos y sobrecogedoras montañas nevadas se entremezclan a lo largo de la geografía boliviana adornada también con tierras y valles fértiles mediterráneos en los que crecen aceitunas, nueces, trigo, maíz y uvas. En el sureste de Bolivia se encuentran los chatos y casi impenetrables chaparrales del Gran Chaco. El chato terreno está cubierto por una maraña de árboles espinosos y cactus. En el norte y este del territorio esta la Amazonia, una tierra chata y escasamente poblada, compuesta principalmente por pantanos, junglas, chaparrales y bosques pluviales, que abarca un 50 de la superficie total de Bolivia. Entre el Altiplano y las tierras bajas se abren valles cubiertos de una densa vegetación tropical, entre caminos que descienden hasta la selva. En los yungas las formaciones vegetales se extienden entre los 1.800 y los 3.400 metros de altura. La Hoja de Coca Uno de los productos de la tierra boliviana que más han caracterizado su cultura desde tiempos inmemoriales es la hoja de coca. Así, la diosa incaica del amor estaba representada con hojas de coca en las manos. La leyenda cuenta que Manco Capac, hijo del dios Sol, quien tuvo una aparición mística en la Isla del Sol del Lago Titicaca, trajo la divina hoja de coca, que sacia el hambre y fortalece a los débiles. En un principio la coca estaba reservada a las familias privilegiadas y tenía un significado religioso, pero en tiempos de la conquista su utilización ya estaba difundida entre los indígenas, y los sostenía durante prolongados períodos de trabajo agotador en durísimas condiciones de esclavitud. Las hojas de coca se mascan con cenizas de otras plantas. El zumo que se extrae produce una sensación de bienestar, brinda un alto grado de insensibilidad al hambre, a la fatiga y el dolor, e indiferencia ante las penurias y la angustia. Los españoles aprendieron rápidamente que la coca era un estimulante perfecto para incrementar la eficacia de los peones indígenas y promovieron su utilización. En consecuencia introdujeron plantaciones comerciales en una importante porción del territorio. Cuando se fundo La Paz, su importancia aumentó por el tráfico de coca de las plantaciones en las Yungas, hasta las minas de Potosí. Una plantación de coca dura 40 ó 50 años y rinde de 3 a 4 cosechas al año. La coca es el único cultivo que brinda un negocio lucrativo a los campesinos de una economía deprimida principalmente agrícola. Actualmente se cultivan por lo menos 60.000 hectáreas de coca y, aunque es difícil estimar el impacto de la industria de la coca en la economía boliviana, sin duda, constituye un importante respaldo para las actividades económicas. Fauna En el Altiplano se dan unas condiciones climáticas de extrema dureza, debido a la gran altitud. Esta situación favorece la conservación de una fauna autóctona original. Entre las especies más llamativas destacan la llama, el animal emblemático de Bolivia, y la alpaca. A primera vista estas dos especies resultan similares pero la llama presenta una estructura más corpulenta que la alpaca. El cóndor es otro de los mitos del país, su vuelo majestuoso le convierte en el símbolo de los Andes. Es fácil distinguirlo si consideramos la gran envergadura de sus alas. Otro animal característico del país es el ñandú petizo, parecido al avestruz. Es un simpático animal escurridizo, que habita en el pajonal estepa de hierbas duras. También podrá admirarlo en los Parques y Reservas Nacionales. La vicuña, distinguida por su gran velocidad, tiene un pelo muy apreciado por lo que fue perseguida en otros tiempos. Ahora es una especie protegida. En la Laguna Colorada, en la Reserva Nacional de Fauna Eduardo Avaroa, en el departamento de Potosí, podrá encontrar a la parina, una especie de flamenco boliviano de gran belleza.
Posted on: Wed, 28 Aug 2013 16:48:02 +0000
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