Gas shale una aventura de alto riesgo para México La aplicación - TopicsExpress



          

Gas shale una aventura de alto riesgo para México La aplicación de técnicas como el fracking, para su explotación, representa un crimen al medio ambiente, al utilizar inmensas cantidades de agua potable: expertos Por: SinEmbargo A nivel de países con mayores reservas mundiales de gas shale, México se encuentra en cuarto lugar México es uno de los cinco países en el mundo con mayores riesgos de enfrentar secuelas por la explotación de gas shale a través del llamado fracking o fractura hidráulica, toda vez que es la cuarta nación con el mayor número de reservas de este energético, advierte un documento elaborado por el Movimiento Mundial Antifracking. En el documento llamado “Qué quiere, cómo opera y lo que sigue”, el movimiento destaca que en México existen 681 reservas de gas shale en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Jalisco, Sinaloa, Durango, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí y Veracruz, lo que hace a estas entidades, una vez que inicie la explotación en serie, susceptibles a los desastres ecológicos con los que se asocia a esta práctica. También advierte que las políticas oficiales en el país ante los riesgos que representa esta práctica son “moderados”, lo que significa que “existen importantes desafíos a los que no se puede hacer frente, por ejemplo, la presión que pueden ejercer las grandes empresas para conseguir contratos. Los grupos de presión ‘hostiles’ pueden ejercer una influencia desproporcionada sobre el gobierno y la política”. Además destaca que en México la infraestructura para realizar este tipo de operaciones es deficiente y los sindicatos no estarán en condiciones de ejercer la presión suficiente para impedir que se realice la explotación de pozos del energético. El documento “Chale con el gas shale”, elaborado por la organización ambientalista Greenpeace, establece que Petróleos Mexicanos (Pemex) estima que sólo para explorar las posibilidades de gas shale en el país sería necesaria una inversión de aproximadamente 30 mil millones de pesos en los próximos tres años para 195 pozos, de los cuales casi 300 millones de pesos ya se han gastado en trabajos exploratorios. Considera que se requerirá un presupuesto estimado de 600 mil millones para el óptimo desarrollo del hidrocarburo para los próximos 50 años. El término está asociado al gas shale que se encuentra atrapado en los sedimentos de esquisto. Su extracción se hace a través de la técnica de fractura hidráulica o fracking, que empezó en Estados Unidos en la década pasada y que años después ocasionó que miles de familias se encuentren atrapadas en medio de agua potable y aire contaminados. Las pérdidas para los ciudadanos, sólo en ese país, se calculan en miles de millones de dólares. La explotación del gas shale es uno de los puntos centrales de la Reforma Energética, propuesta por el gobierno de Enrique Peña Nieto. La técnica parte de la perforación de un pozo vertical que, una vez alcanzada la profundidad deseada, da paso a una perforación horizontal que puede extenderse entre 1 y 1.5 kilómetros. Esta perforación se repite en diferentes direcciones, partiendo del mismo pozo de perforación vertical inicial. Una vez hechas las perforaciones, y debido a la baja permeabilidad de la roca de esquisto, es necesario fracturar con la inyección de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a elevada presión que liberan el gas. Pero el flujo disminuye muy pronto y para mantener la producción, es necesario realizar continuamente el procedimiento de fractura hidráulica en un mismo pozo. Un mismo pozo puede ser fracturado hasta 18 veces. LOS PRIMEROS EFECTOS Datos de la Alianza Mexicana Contra el Fracking, integrada por distintas organizaciones civiles para oponerse a esta práctica, plantean que se requieren de 9 a 29 millones de litros de agua para la fractura de un solo pozo. La explotación de los 20 mil pozos anuales que se está planteando en México desde diversos sectores, supondría un volumen de agua equivalente al necesario para cubrir el consumo doméstico de entre 4.9 y 15.9 millones de personas en un año. Esto traería, consecuentemente, la disminución de la cantidad de agua disponible para otros usos. En Coahuila, una de las regiones donde esta actividad se está realizando, la disponibilidad de agua es ya limitada, según las organizaciones civiles. Además, el Congreso del Estado de Nuevo León exigió el mes pasado al gobernador Rodrigo Medina que, “de manera urgente”, conforme una comisión investigadora para determinar si el uso del método de extracción de gas shale, es el culpable del aumento de los sismos en la entidad. Luego de que la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) presentara un estudio que relaciona el aumento de la actividad sísmica con la controversial técnica extractiva del fracking en diversos municipios de Nuevo León, por unanimidad los diputados locales aprobaron el exhorto al gobernador e incluso propusieron que se detenga su uso hasta que un grupo de expertos determine sus consecuencias. Estadísticas recientes del Servicio Sismológico Nacional (SSN) muestran un aumento en la intensidad y la frecuencia de sismos en Nuevo León, entidad que sólo este año reporta más de 40 movimientos telúricos de entre 3.1 y hasta 4.3 grados en la escala de Richter. El 23 de marzo, el vicecoordinador de Movimiento Ciudadano (MC), Ricardo Mejía Berdeja, exigió prohibir la aplicación de técnicas como el fracking, para la explotación del gas shale, pues argumentó que “representa un crimen al medio ambiente, al utilizar inmensas cantidades de agua potable”.
Posted on: Fri, 18 Jul 2014 20:38:24 +0000

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