Guerra Económica y Guerra Psicológica: dos caras de un mismo - TopicsExpress



          

Guerra Económica y Guerra Psicológica: dos caras de un mismo propósito: Derrocar a la Revolución Bolivariana Socialista Por: Belén Arteaga y William Capó | Lunes, 18/11/2013 05:28 PM | Versión para imprimir Fidel que ve al enemigo batallando sin descanso, las siete bases militares, el ataque de los paramilitares; aquí dentro los temas que nos afectan, la inseguridad, estos temas eléctricos, el tema del agua, etc. Entonces él dice: “Chávez, la guerra tuya es muy distinta a la mía, aquí mis enemigos más acérrimos se fueron, están en Miami, allá tú los tienes en tus narices, tú Miami está allá Chávez”. “Hace rato —me dice— que yo puse distancia con el enemigo, tengo una distancia, tú no, tú lo tienes ahí al lado, convives...”. “Durmiendo con el enemigo” dice una película por ahí, ¿verdad? Está ahí, entonces es una guerra muy distinta. Me dice, “yo no sé cómo hubiera hecho yo si me hubiera tocado la tuya, aquí hicimos la nuestra y la hacemos y tal, pero la tuya es más difícil por esa razón”. Comandante Supremo Hugo Chávez Aló Presidente Nro. 345, domingo 06 de diciembre de 2009 Recientemente, en el mes de Octubre del presente año, el Presidente Nicolás Maduro afirmó que durante estos primeros 6 meses de su gestión gubernamental la burguesía venezolana no le ha dado un sólo día de tregua, parafraseando al Presidente Maduro, la Revolución Bolivariana Socialista no ha tenido, en estos 14 adolescentes años, un solo día en el que sus enemigos no hayan intentado por diversas vías, formas, medios, escenarios y espacios lograr su desestabilización y el consecuente derrocamiento del Gobierno Revolucionario, ¿para qué?, para retornar al poder y entregar nuestra Patria a los intereses del capital, especialmente al transnacional. Así pues, nuestra adolescente Revolución Bolivariana Socialista que cuenta apenas con 14 años y que está en pleno proceso de construcción o de transito hacia tal objetivo, tiene una guerra que le ha sido declarada desde su propio nacimiento, en 1998 cuando se alcanza el poder político, pues nos estamos enfrentando nada más y nada menos que al enemigo histórico “El Capitalismo” cuya expresión en la actualidad es la más cruenta y abominable que haya conocido la historia de la humanidad: El Imperialismo Neoliberal. Hoy asistimos a una nueva etapa o capítulo de esta lucha histórica dialéctica entre dos sistemas o modelos económicos, políticos y sociales absolutamente antagónicos: Socialismo versus Capitalismo; expresada en dos categorías de guerras que se complementan y se integran en un único propósito: DERROCAR A LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA y de esta manera parar el avance del Socialismo en nuestra Patria y el referente que la misma prepresenta para la Patria Grande. Nos referimos pues a la Guerra Económica y Guerra Psicológica. Nuestra Revolución Bolivariana enfrenta una guerra de agresión declarada por la burguesía nacional e internacional por muchísimas razones, entre ellas quisiéramos destacar en esta oportunidad a tres de ellas: El ejercicio de una política de independencia y soberanía nacional sobre el manejo del petróleo y de los recursos naturales estratégicos que se proyecta en el plano internacional a través de la OPEP y otros organismos internacionales, a lo cual se potencia que tenemos las mayores reservas internacionales de petróleo y gas, aunado a las inmensas riquezas en recursos naturales estratégicos científicamente probadas. Las acciones que desde sus inicios y en materia de política internacional ha emprendido nuestro proceso revolucionario, orientadas a contribuir con la construcción de una nueva geopolítica internacional que se traduzca en un mundo multicéntrico y pluripolar para hacerle frente a las pretensiones de dominación del Capital Transnacional y obviamente que garanticen una zona de paz planetaria. Nuestra Democracia Participativa, Protagónica y Revolucionaria que cada día avanza más en la construcción del Poder Popular y el Estado Comunal y en conquistar la Suprema Felicidad Social para nuestro pueblo, lo cual sin duda representa un gran ejemplo, referencia y esperanza para los países del mundo que luchan por su liberación en medio de la actual crisis estructural del capitalismo a escala planetaria. Las hijas e hijos de Bolivar y Chávez tenemos una vez más este gran compromiso histórico con el presente y futuro de la humanidad. Invitamos a nuestras lectoras y lectores a seguir definiendo otras razones que desde los intereses del neoliberalismo justifican esta guerra de agresión silenciosa y hasta no hace mucho aparentemente sin rostros; mientras tanto avancemos un poco en discutir sobre el carácter de estas guerras y la tarea que los revolucionarios y las revolucionarias tenemos en este contexto. Toda guerra tiene estrategias emarcadas en el propósito que las define y como hemos dicho la oligarquía insiste en su nefasta aspiración de derrocar al gobierno constitucionalmente legítimo de nuestro Presidente Nicolás Maduro, para ello la Guerra Psicológica como expresión de la Guerra de Cuarta Generación es una pieza clave de la agresión. A través de la Guerra Psicológica se busca manipular nuestras mentes a favor de este propósito perverso, atacando nuestras emociones y sentimientos más básicos de supervivencia al margen de toda racionalidad. Es así como a través de diversas estrategias y medios generan un estado de percepción de la realidad totalmente disociado y sin sustento que se resume en desastre total, vulnerabilidad e inseguridad individual y de la familia, generando de esta forma angustia, desesperación, desesperanza, así como molestia, rabia, disconformidad y animadversación hacia el Gobierno Revolucionario, justificando como única salida a tal escenario apuntar todas las miras a las elecciones del 8 de diciembre, que dentro de su estrategia de desestabilización política quieren hacer ver como un plebiscito y por tanto deslegitimación del Presidente Constitucional Nicolás Maduro. ¿Sobre quiénes surte efecto estos ataques? En principio debemos decir que el ataque va dirigido a toda la población venezolana, pero especialmente surte efecto en aquellas personas que por diversas razones son susceptibles de manipular. Hagamos referencia a tres grandes grupos: Los afectos al oposicionismo que mantienen una postura sectaria para abordar la realidad y en quienes se ha naturalizado de manera irracional la oposición por la oposición misma al proyecto impulsado por el Gobierno Bolivariano, sin fundamentos, prejuiciados y predispuestos a que todo lo que venga del gobierno revolucionario es malo, asumiento una postura de rechazo a priori, donde es muy difícil plantear una discusión seria pues no la asumen desde la razón sino desde la emoción (manipulada por la guerra psicológica) y lo visceral inoculado en gran medida por uno de los instrumentos de este formato de la guerra actual contra el proceso revolucionario bolivariano, como lo son los medios masivos de difusión de información. Los no afectos al oposicionismo ni a la Revolución. Los militantes y simpatizantes declarados del proceso revolucionario, pero que tienen una débil formación política e ideológica (revolucionaria y socialista) y en los métodos adecuados de análisis e interpretación crítica de la realidad que les permita descifrar críticamente los códigos de esta guerra planteada en el corto, mediano y largo plazo. La Guerra Económica declarada por la oligarquía nacional busca exacervar los efectos de la Guerra Psicológica a través de los resultados que el desequilibrio en la economía nacional puede producir en la economía familiar, imposibilitando el acceso a los bienes y servicios básicos por parte de la gran mayoría de la población venezolana, en la insatisfacción de las necesidades del pueblo, sean estas reales o inducidas históricamente por el consumismo capitalista neoliberal (necesidades superfluas). Esta Guerra Económica que hasta no hace mucho era silenciosa y no tenía rostros, es el complemento perfecto de la Guerra Psicológica que el imperialismo norteamericano, a través de sus agencias y en complicidad con la burguesía muy bien llamada parasitaria y amarilla, idearon como parte del Plan Octubre Colapso Total, denunciado recientemente en reiteradas oportunidades por nuestro Presidente Constitucional Nicolás Maduro. Decía el filósofo Friedrich Nietzsche “lo que no me mata, me fortalece”, y efectivamente la Guerra Económica se les ha revertido a partir de la contraofensiva del Gobierno Revolucionario emprendida en los primeros seis meses de gestión del Presidente Nicolas Maduro y en continuidad con la lucha asumida por nuestro Comandate Eterno de la Revolución Hugo Chávez y que se intensifica en las últimas semanas, levantando la moral combativa del pueblo revolucionario y concientizando a un importante sector que hasta ahora no apoyan a nuestro proceso, pues entre otras cosas ha desvelado el rostro del neoliberalismo ante los ojos de un pueblo que mira con asombro la verdadera y más elocuente práctica de la ética capitalista: robo descarado a la nación y al pueblo, usura, especulación, corrupción, conspiración, saqueo del humilde presupuesto familiar, explotación de la clase trabajadora, acaparamiento... Los hallazgos hechos como parte de los resultados de la contraofensiva de nuestro Gobierno Revolucionario son muestra de lo que en muchísimas alocuciones, discursos y documentos el Comandante Supremo Hugo Chávez nos alertó al referirse a la naturaleza o esencia del Capitalismo, como el sistema de explotación donde el fin de lucro o de enriquecimiento está por encima de los derechos fundamentales del ser humano y que ese afán desmedido de lucro, de maximización y acumulación de sus ganancias nos llevaría irremediablemente a la destrucción de la naturaleza y del planeta. “El capitalismo pregona a los cuatro vientos la no existencia de clases ni desigualdad alguna, porque existe una supuesta igualdad de oportunidades que garantiza todos los goces, privilegios y derechos a todas las personas sobre la tierra, cuando sabemos que toda su perversidad se fundamenta precisamente en quebrar todo equilibrio posible entre legalidad y justicia, y aún más, en tiempos de crisis, al caerse las caretas, dejando al descubierto a muchos capitalistas como verdaderos capos”. Las líneas de Chávez. Caracas: Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información (Minci), 2010. La ética del capitalismo se desvela ante la contraofensiva del Gobierno Revolucionario y ahora podemos conocer las caras de los enemigos del pueblo que durante mucho tiempo han estado saqueando los ingresos de nuestros trabajadores y nuestras trabajadoras. ¿Cuáles son esos hallazgos?, revisemos algunos de ellos: Usura y especulación, con precios que en un número importante de casos exceden al 1000% sobre la base de la estructura de costos, los cuales fueron comprados con dólares de la nación a 6,30. Cadenas de comercialización totalmente bajo la propiedad y control de un mismo grupo económico. Ofertas engañosas. Remarcaje de precios. Expendio al público de productos con alguna deficiencia sin indicarse de manera precisa y clara en las facturas. En la Guerra Económica actual el capitalismo conspira en contra del Gobierno Revolucionario sin dejar de acumular riqueza a través de la especulación y la usura y ahora mismo, con las medidas que se han tomado, siguen ganando muchísimo dinero a través del incremento insospechado que se está produciendo en las ventas de los productos que hasta ahora el Gobierno Revolucionario, sobre la base de la estructura de costos que presentan los productos, ha establecido sus precios justos. En tal sentido, no estamos en presencia de ofertones o rebajas que generosamente esté dando la burguesía comercial, sino de precios justos establecidos gracias a la acción decidida y efectiva del Gobierno Revolucionario. Los capitalistas al contrario de lo que los voceros de los partidos de la burguesía parasitaria señalan, no pierden y muchos menos quiebran, sino que están aumentando sus volúmenes de ventas, están vendiendo más en menor tiempo, eso sí han disminuido sus expectativas de ganancias con base en los precios especulativos a los que están acostumbrados a robar al pueblo. No podemos pensar que hemos derrotado al capitalismo, éste sigue intacto y continuan acumulando jugosas ganancias en medio de esta crisis que entre otras cosas ha traído como consecuencia el incremento vertiginoso de sus ventas, de ahí la necesidad de sumarnos al llamado de no ser víctimas del consumismo, como una expresión del capitalismo. Sin embargo, esta situación ha traído una consecuencia muy favorable coyunturalmente para nuestro pueblo, pues gracias a las medidas económicas asumidas por el Gobierno Bolivariano, su poder adquisitivo se ha fortalecido y en momentos cuando sólo podía comprar un producto ahora compra 3 y hasta 4. Tal como afirmara el presidente Nicolás Maduro cuando en uno de sus tantos llamados al pueblo al ahorro y no ejecutar compras nerviosas dijo “... hemos defendido el salario, el ingreso de los venezolanos (…) Yo llamo a todos y a todas a moderarse, a ahorrar. Le pido al pueblo venezolano no caer en el consumismo”. La Guerra Económica es una expresión de la lucha dialéctica entre el Socialismo y el Capitalismo, hoy estamos en presencia de una batalla importante para estabilizar la economía del país, pero las batallas decisivas están por venir, pues debemos empeñarnos en llevar a la práctica cada letra del legado de nuestro Comandante Supremo expresado a través del Programa de la Patria 2013-2019 y pasar de una economía rentista petrolera a una economía productiva en manos del pueblo. Una economía de carácter comunal con base en empresas de propiedad social directa e indirecta comunal, tal como lo establece la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal, diversificadas y extendidas a lo largo y ancho de todo el espectro que conforman los sectores económicos del país como el agrícola, agroindustrial, manufacturero, construcción, servicios, por mencionar sólo algunos, así como en todos los componentes del ciclo económico: producción, almacenamiento, transporte, distribución y consumo. Una economía comunal que dé respuestas en primer lugar a las necesidades de las comunidades donde están establecidas y donde sus excedentes sean distribuidos para satisfacer las necesidades de otras comunidades aledañas y más remotas a través de un sistema socialista que articule todo este esfuerzo, pues el capitalismo siempre estará acechando para apoderarse de lo que produzcamos y especular. La economía comunal es la alternativa socialista ante la barbarie capitalista, al respecto el presidente Nicolás Maduro en el Primer Encuentro de Comuneros y Comuneras manifestó: “Ustedes son la vanguardia. Sin comunas no habrá Venezuela nueva, las comunas son el epicentro para la vida verdaderamente humana, para la vida en socialismo”. En el mismo acto hizo tres propuestas, la tercera de ellas orientada al desarrollo de un plan de economía comunal: “Quiero recibir todos los proyectos, desarrollar la economía productiva, ustedes vean cómo podemos dinamizar, yo les propongo la agricultura urbana, los textiles, el calzado. Construyamos una economía con base productiva, una poderosa economía o no habrá socialismo”.
Posted on: Mon, 25 Nov 2013 20:56:26 +0000

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