Género Policial La función del detective es exorcizar el demonio del delincuente sin rostro que se oculta en la ciudad moderna, donde la ciudad y el psicoanálisis nacen y se desarrollan casi juntos.. La muerte, el robo, la violencia, el atropello, los negocios escrupulosos, las conductas dobles... buscan intrigar al lector o televidente y azuzar su apetito de esclarecimiento. La sociedad debe sanar la herida y volver a la normalidad. El detective es el héroe de este “juego de ingenio”, el adalid que saneará la metrópoli, para lo cual instrumenta la lógica deductiva y la filosofía. Es el 007 o el Agente 86, en su forma paródica, un "recontraespionaje" que surge durante la guerra fría, tras la segunda guerra mundial. La novela policíaca o detectivesca es una clase de texto o género literario dentro de la novela, que es, a su vez, un subgénero de la épica y la narrativa: ahora el mal convive en el vecindario. El cine, por su capacidad de direccionar ánimos y afectos, es su soporte o molde ideal. El culpable es el menos sospechado, las hipótesis son dramáticamente falsas... Hércules Poirot aparece en la primera novela de Agatha Christie. Poirot es un oficial de policía jubilado de origen belga, con una gran opinión de sí mismo; su bigote y cara en forma de huevo lo han hecho leyenda global. Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes, que destaca por su inteligencia, su hábil uso de la observación y el razonamiento deductivo para resolver casos difíciles. Gilbert Keith Chesterton, artífice del padre Brown, un sacerdote investigador. En Francia tiene su cuna el elegante e inasible Arsenio Lupin, ladrón de guante blanco, ideado por Maurice Leblanc. Y los escritores Allain y Souvestre dieron vida a la popular serie Fantomas, un archivillano. Edgard Allan Poe (fundador del género, según Borges) articuló el terror con el policial. Sus cuentos están protagonizados por el inspector Dupin. “Los crímenes de la calle Morgue” (1841) es un ejemplo de misterio macabro que debe ser develado, siguiendo pistas, indicios, huellas y la investigación policial y forense (es decir, aliada a la ciencia y la tecnología), que retrotrae la historia a un momento anterior, arroja luz sobre los móviles del crimen y reflexiona sobre los comportamientos y las psicologías de las personas. El desenlace inesperado y la explicación del caso: el culpable, lejos de toda lógica, es un simio. Incluso Edipo Rey, tragedia griega escrita por Sófocles, es considerada, además de teatro, un policial, en la que el mismo héroe busca el origen de la plaga y escasez de alimentos en Tebas, para llegar a la conclusión de que el mismo "detective" es la causa de esa tremenda calamidad, y así confirmar el vaticinio del oráculo. Ya en el siglo XX, el manejo y el conocimiento de las reglas del género están presentes en algunas narraciones de Horacio Quiroga(1878-1937), que tanto admiraba a Poe y a Verne: "El triple robo de Bellamore" (1903), "El crimen del otro" (1904). También en "Operación Masacre" (1957), una investigación periodística de Rodolfo Walsh donde las técnicas narrativas y la organización misma del relato son deudoras del policial. La invención de Morel, de Bioy Casares. Seis problemas para don Isidro Parodi, de Bioy y Borges. La muerte y la brújula, de Borges. Son relatos fantástico-policiales de los escritores y poetas argentinos. En el relato de Borges la verdad se pone de manifiesto solo para clausurarse... El arte, la lógica, la ciencia y el cine hacen una buena conjunción en favor de la trama detectivesca.
Posted on: Wed, 26 Jun 2013 17:00:03 +0000
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