“HE AQUÍ, YO ESTOY A LA PUERTA Y LLAMO.” (Apocalipsis - TopicsExpress



          

“HE AQUÍ, YO ESTOY A LA PUERTA Y LLAMO.” (Apocalipsis 3:20) Intimidad con Cristo, ¿por qué no? El cuadro es convincente: Cristo viene en busca de nosotros con insistencia. Entonces, ¿por qué no le abrimos la puerta? Por dos razones: (1) Por miedo Thomas Keating escribe: “Puesto que la confianza es tan importante, nuestro viaje espiritual puede estar bloqueado si acarreamos actitudes negativas hacia Dios desde la tierna infancia. Si tenemos miedo de Dios o le vemos como un padre enfadado, un policía que sospecha, o un juez severo, ¡todo eso hará difícil el que se desarrolle entusiasmo o interés en establecer una relación con Él!” ¿Cuál es la solución? Orar: “Creo; ayuda mi incredulidad” (Marcos 9:24b). Entiende esto: Dios nunca te usará ni abusará de ti. Ninguno ha sido decepcionado de todos los que han atrevido a poner su confianza en Él. (2) Por autosuficiencia Lee: “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad” (Apocalipsis 3:17b). En la iglesia de Laodicea pensaban que porque no tenían necesidades materiales, no necesitaban a Dios. Confiaban en que lo que consumieron iba a satisfacerles, sostenerles y asegurarles. ¿Te suena familiar? Hoy en día, muchos de nosotros creemos que no necesitamos tener un propósito. La tecnología no lo requiere. El consumo mantiene a los trabajadores en el trabajo, los salarios pagados, la gente gastando, los inventores inventando y los inversores invirtiendo… lo que resulta en un mayor consumo. El sistema es independiente de los valores y no necesita una filosofía para apoyarse en ella. Es un círculo perfecto, completo en sí mismo… y vacío por dentro. No des un paso más sin Jesús. Abre la puerta de tu corazón e invítale a entrar. Al hacerlo, todo en tu vida cambiará para mejor… ¡todo! Dios Te Bendiga.
Posted on: Fri, 12 Jul 2013 07:19:01 +0000

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