HOTEL PALACE GUAYAQUIL FELICITACIONES Hotel Palace, 55 años entre recuerdos y remodelacionesCuando era apenas un niño, Vittorio Miraglia Orabona corría todos los sábados por los pasillos del hotel Palace detrás de su padre, Vittorio Miraglia, cuando este supervisaba por las mañanas las actividades en el establecimiento. En complicidad con su hermano Mario, subía a la terraza y cambiaba los cables de la central telefónica. Todo era una aventura. Ahora, sin necesidad de correr y al mando como su gerente general, Miraglia recorre los mismos pasillos en los que ayer se celebraron los 55 años de creación del hotel, que desde sus inicios abrió sus puertas en las calles Chile y Luque. Y para traer esa época a la memoria de los visitantes ayer se exhibieron piezas antiguas, que en la década de los cincuenta había en las instalaciones. Entre ellos una central telefónica –la misma con la que a veces jugaba, afirma– básculas de cocina, teléfonos sin discado, vajillas con el logo del hotel y máquinas de escribir. El hotel Palace ha vivido varias remodelaciones, señala Miraglia, quien asumió el cargo luego de la muerte de su padre, en 1986. De las iniciales 48 habitaciones, ahora cuenta con 95 y 4 salones de eventos. Esta ampliación, dice, se logró con la adquisición del terreno que está sobre la calle Chile. Su restaurante, conocido por platos como el filet mignon o la corvina Palace, fue reubicado del quinto piso a la planta baja, y mantiene estas dos preparaciones dentro de su actual menú, pero, además, tiene recetas estrellas como el moro cremoso con lomo y limonada de coco. “Los últimos tiempos, a raíz de esta última remodelación que hicimos, el cambio ha sido radical porque empezamos a ver la hotelería de otra manera”, añade. Antes de convertirse en hotel, el terreno del Palace fue concebido para un edificio de oficinas renteras, negocio de moda en la época, sostiene. Pero la visión de un compañero de su padre, que solo recuerda por su apellido Estrada, dio un nuevo rumbo a esta edificación. “Lo que me han contado los mayores es que en algún momento un señor italiano que sabía del negocio de hoteles y que, entiendo, lo trajo el señor Estrada, para trabajar en los hoteles Humboldt, se dio cuenta de que en Guayaquil no había muchos hoteles y convenció a mi padre de cambiar el fin del edificio”, relata. Miraglia asegura que no solo el hotel ha evolucionado, sino también la forma de hacer turismo y los visitantes. Antes, afirma, Guayaquil era vista como una plaza comercial y entre sus clientes se hospedaba un 95% por cuestiones de trabajo y un 5% por vacacionar. Este porcentaje ya cambió. Prueba de ello, agrega, son las certificaciones a la excelencia de la página TripAdvisor, donde los huéspedes hacen sus comentarios sobre el servicio del hotel, los cuales lo han ubicado en el primer lugar de la lista de establecimientos más recomendados para hospedarse dentro del país. Más datos del establecimiento Patrimonio El edificio del hotel está en la lista de bienes patrimoniales de la ciudad. Nuevo servicio Desde el 2010 tiene la cafetería La Pausa. Se sirven sánd-wiches, ensaladas y piqueos.
Posted on: Wed, 24 Jul 2013 23:10:11 +0000
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