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HOY QUIERO COMPARTIR CON USTEDES ESTE CUENTITO QUE ESCRIBÍ...ME INSPIRÉ EN EL DESAMOR Y EN EL AMOR...SÓLO CUANDO ESTOY ASÍ MELANCÓLICA ME SALEN COSAS BONITAS... A MÍ ME ENCANTA, DISFRÚTENLO... EL MENSAJE VA PARA TODOS. LA MUJER DEL RUBÍ (CUENTO) Por Marilín Marka Flores Sucre, 2 de julio del 2013. Una mujer deambulaba por las calles de una vieja ciudad, llevando envuelto en un lienzo un rubí, tan rojo, hermoso y enorme que temía que alguien simplemente con verlo lo robara. Buscaba un comprador, alguien que pagara el precio de esa valiosa joya; sin embargo, el indicado no aparecía por ningún lugar porque pensaba que el precio no era el justo. Una tarde, cansada de tanto caminar sin poder vender su tesoro, se sentó junto a un hombre que al verla tan nerviosa le preguntó que le sucedía. Ella le mostró lo que llevaba y entonces el extraño le dijo que era un hermoso rubí y le pidió que por favor le regalara un pedazo de esta joya, le dijo que no tenía dinero pero que si ella podía obsequiarle sólo un trozo podría pagar la costosa curación de su esposa, quien estaba muriendo porque no tenía dinero para los medicamentos. Ella lo miró, tuvo compasión del pobre hombre y con ayuda de un martillo desprendió varios trozos y le regaló uno, los demás los guardó en su bolsillo. Y mientras hacía esto sentía que algo muy adentro de su pecho le dolía, pero que al mismo tiempo le daba mucha felicidad. Mientras seguía recorriendo el lugar escuchó a una pareja que discutía por dinero, le dio mucha pena que los dos pequeños escucharan la escandalosa discusión de sus padres en plena calle así que se acercó y les obsequió varios trozos del rubí y les pidió que por favor dejaran de pelear por dinero si se amaban. En esa ocasión también sintió algo extraño, en el momento que ponía los trozos de rubí en sus manos sintió una sensación de que se caía a un vacío. La pareja tomó los rubís, le agradecieron y se fueron para venderlos y pagar sus cuentas. Ambos esposos estaban muy contentos con su buena suerte. La noche caía así que la mujer del rubí buscó posada y pagó con un pequeño trozo que aún le quedaba en el bolsillo una hermosa habitación, donde podía quedarse tranquilamente 5 meses si quería hacerlo. Entonces al pagar con ese trozo, sintió que todo su ser se adormecía, una sensación de ser un objeto y no una persona. Pasaron los días y no había nadie que se interesaba en comprar el rubí, buscó a un anticuario, quien le ofreció una enorme cifra de dinero, y le explicó que podría haberle ofrecido más si no fuera por ese defecto del rubí, la grieta que salía desde el centro. Ella le dijo que esperaría porque le parecía que el rubí valía más a pesar de la grieta. Salió casi corriendo porque tenía una extraña sensación de malestar, como si no quisiera quedarse ahí ni un segundo más. Nuevamente encontró al hombre que tenía la esposa enferma, ahora mostraba una bella sonrisa en su rostro y ya no se veía melancólico como la primera vez. Él le contó que su mujer ya estaba sana y que le agradecía mucho lo que había hecho por un extraño. La mujer del rubí se sintió muy contenta pero le contó que ella todavía era muy infeliz porque aún no encontraba al comprador de su rubí. Entonces, el hombre le dijo que él conocía a un rico hombre de negocios a quien seguramente le interesaría poseer un rubí tan hermoso como ese. Buscó a este hombre rico y le mostró la bella pieza. Mientras el rico observaba con detenimiento la roca ella miró a su alrededor y vio que realmente él era muy adinerado y seguramente pagaría mucho dinero por su rubí y que adornaría un bello sitio en su casa. -Es muy hermosa, le puedo pagar hasta 2 millones de dólares…ese es su precio- dijo contento el rico. La mujer lo miró desanimada y le respondió, -creo que debo pensarlo, aún no estoy segura de aceptar ese precio. Pensó que este comprador era diferente, no había visto como defecto la grieta que tenía el rubí, más bien le parecía hermosa; sin embargo, decidió que no sería justo comprara su joya para que sólo se quedara de adorno en un lugar tan hermoso pero tan vacío, y nadie más que él podría apreciar su belleza. Este hombre era un solitario que únicamente vivía cada día de su vida para ganar dinero. Y en sus pensamientos la joya representaba una cifra exacta, nada más. Además sintió mucho frío en esa habitación. Dos meses ya habían pasado y no conseguía lo que buscaba. De pronto, vio nuevamente a la pareja a quienes había obsequiado pedazos del rubí, esta vez estaban en un hermoso auto y vestidos con finas ropas pero seguían discutiendo. Ella se acercó y les preguntó que les sucedía. La pareja la reconoció y dejaron de discutir, le agradecieron lo que ella había hecho y le contaron que con ese dinero habían podido abrir el negocio que siempre soñaban tener y que ahora les iba bien económicamente pero ahora tenían muchos problemas porque no sabían cómo dividirse el dinero que habían acumulado ya que se estaban divorciando. También le contaron que tenían bastante para comprarle ese hermoso rubí. No quiso escuchar más, rechazó la oferta, los miró con tristeza y luego se despidió con cortesía. Caminó muchísimo, muy pensativa y luego se sentó muy cansada, desenvolvió su hermoso rubí y se dijo a sí misma -Ay rubí, ellos nunca serían capaces de encontrarse, pues en su corazón no tienen guardado nada tan valioso como el amor- Recordó cómo había llegado a sus manos ese rubí. Una noche, su amante le había roto el corazón y su amor se escapó por una grieta, entonces deseo que ya no latiera, y se volviera una piedra fría. Mientras se lamentaba de esta manera, un duende le escuchó y se le apareció. Le propuso que él le regresaría el amor a su corazón, si ella le prometía traerle en dinero el valor de su corazón y sólo esperaría 4 meses y ni un día más. Esa misma noche dejó de latir, luego sintió que una llaga se abría en su pecho y literalmente su corazón se había convertido en un hermoso rubí que cayó en sus manos. Eso había pasado hace ya más de dos meses, y decepcionada de su búsqueda, y sin ser capaz de ponerle precio a su propio corazón, la mujer miró el enorme rubí, recordó todo el dolor que había sentido por amar y pensó… -Es imposible que encuentre un precio para este corazón, que aunque está vacío todavía es mío. No quiero dejarlo en un frío salón de un hombre rico, o en manos de un vendedor que lo intercambiará por otros artículos y mucho menos se lo vendería a una pareja que estaba dividiendo todo en su vida, y terminarían partiendo por la mitad al rubí para llevarse una parte- Y el único lugar donde deseaba dejar su corazón era en la casa del hombre pobre, pero este nunca le había pedido dinero, ni quería comprarlo. Se marchó nuevamente a su hogar, muy triste porque no pudo cumplir la parte del trato con el duende. Una noche cuando había luna llena el duende nuevamente apareció, y le dijo: -Lo que me pagaste era suficiente, ahora ya sabes que tu corazón no tiene precio…ese era el valor que esperaba que me des-. La mujer lo miró y le preguntó: -Si ya pagué su precio por qué todavía tengo este rubí en mis manos y no siento que mi corazón está lleno de amor otra vez-. El duende le dijo: -el amor volverá a renacer en tu corazón cuando tú quieras, ese es el gran milagro que puede realizar cada humano; sin embargo, necesitan sentir que se ha escurrido de su pecho recién para darse cuenta que lo necesitan- Luego el duende desapareció y la mujer sonrió como comprendiendo lo que él había dicho. El rubí se convirtió en un pétalo de rosa que se fue con el viento y su corazón otra vez latió. Un tiempo después, el hombre rico se quedó pobre porque hizo mal un negocio…pero nunca había podido olvidar a la mujer del rubí, la buscó y le dijo que no tenía dinero para comprarle cosas pero que le ofrecía su corazón. La mujer sintió que el duende cumplía la parte del trato, y desde entonces siempre toca su pecho para asegurarse que es capaz de hacer latir su corazón por sí sola, con su propia magia.
Posted on: Wed, 03 Jul 2013 01:43:10 +0000

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