Había una vez, unas catequistas que tenían que dar como tema central del encuentro semanal, el Amor de Dios. Empezaron con la creación y surgió inevitablemente la destrucción del medio ambiente, aferrándose de las nuevas ciencias, hablaron de Ecología y la forma de preservar lo que queda, siguieron con la creación amorosa de parte de Dios Padre del hombre y la mujer, de su igualdad en dignidad e inevitablemente surgió el tema de la violencia de género y de las opresiones y como pudieron, sabiendo que en algunas de sus casas se vivían este tipo de abusos, volvieron a tragar saliva y sin poder recurrir a ninguna ciencia repartieron el mate cocido que siempre compartían . Siguieron apostando y dijeron que como resultado del distanciamiento del hombre por culpa del pecado, Dios no los había abandonado y había mandado a Jesús, su hijo, para redimirnos de la muerte e inevitablemente surgió el tema de por qué se mueren los buenos y quedan los malos. A ésta altura del encuentro las catequistas habían agotado toda la ración de saliva y se dieron cuenta que en palabras no podían demostrar el Amor de Dios. continuará .....
Posted on: Sat, 10 Aug 2013 15:05:00 +0000
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