Hace medio siglo, en una humilde casa de madera de la antigua - TopicsExpress



          

Hace medio siglo, en una humilde casa de madera de la antigua Victoria de Las Tunas, nació un niño al que al contrario de lo que tradicionalmente le dicen a todos los niños cuando nacen, la vieja Toña le dijo a su madre: Nina, que muchacho más feo. Ese niño nació feo, en una casa hecha con madera comida de comején que había sido usada en otras casas antes, y en un pueblo insignificante de Cuba, pero ese bebé vino al mundo para tener lo que ahora es su tesoro más preciado. Una familia. Papá y Mamá juntos hasta que la muerte los separó, hermanos que no escatimaron esfuerzo para mimarlo y protegerlo, un amigo de infancia que se presenta siempre como su otro hermano aunque solo fuera su vecino. Dios le dio amigos, buenos y malos, fuerza e inteligencia aunque él no conoció a Dios hasta pasado 47 años. Entonces comenzó un periplo que comenzó en Barcelona (bella ciudad, mi ciudad) con solo 10 euros en los bolsillos y sin conocer a nadie. Allí, de la mano de Dios sobrevivió y conoció a gente maravillosa, gente con corazones puros, llenos de amor que lo hicieron sentir en familia. Gente en la calle que aunque no tenían un euro en el bolsillo y dormían en cartones como el mismo tuvo que hacer eran capaces de compartir un pedazo de pan. También supo que hay quienes tienen suficiente dinero en los bolsillos y no son capaces de ayudar a nadie, pero a pesar de las adversidades, a pesar de los falsos amigos, sobrevivió. Un hombre con mucho corazón le prestó el dinero para un pasaje a la Tierra Prometida de todos los cubanos sin pedir ninguna garantia, sin tiempo para devolverlo. Un gesto raro hoy en día y que le ha ganado no solo el respeto y el agradecimiento, sino su eterna amistad. Esta vez aquel feo niño llegó a otro país pero en esta ocasión no llevaba 10 euros, sino 50, pero aquí ya tenía a Dios con él. En la Tierra de la Libertad no durmió en la calle gracias a que una tía asumió el papel de madre y se portó como tal acogiéndolo en su casa, otro gesto bello. Dos años después de salir de su islita y con unos cuantos pelos menos en su cabeza tuvo su primer trabajo gracias a una cadena de amigos cuyo primer eslabón fue precisamente aquel mismo hombre que le prestó el dinero para el pasaje. En esta nueva tierra tuvo el amor de la familia de aquella querida señora, de Toña, cosas de la vida, y ellos, su hija, sus nietos y biznietos, le dieron el calor que hacia tiempo no tenía y sintió el amor de una familia. Casi un año después, antes de continuar con su periplo, solo se despidió de ellos y de un pichón de amigo que hizo en el trabajo. Esta vez era el amor el viento que hincho sus velas y lo llevó a Tampa. Un lugar con historia donde reencontró a viejos amigos y perdió a otros. Su viejo vecino de Las Tunas se portó como lo que es, un verdadero amigo, mientras que otro a quien consideraba un verdadero amigo ni siquiera se dejo ver, aunque él solo quería un estrechón de manos. Pero así es la vida. Hay personas pequeñas que son muy grandes, como Oscarito, mi gigante de Yaguajay, otros flacos pero con un corazon tan ancho... como Luis Lima. Otros que nunca se imaginaron lo mucho que los admiró ese muchacho por ser un ejemplo como José Infantes. Mujeres que son ángeles, verdaderas hermanas como Deli Hernández y Ana Rosa Perea. También hay amores que nunca fueron nada, solo amores imposibles pero que no se olvidan como Nora. Serían tantos los nombres (aclaro, no de los amores imposibles, si no de la gente importante en mi vida) que es imposible listarlos a todos porque aquel chico sería feo al nacer pero Dios le tenía muchos tesoros que descubrir en su camino. Su periplo está detenido HOY en Tampa, mañana no se donde estaré pero hoy a pesar de estar separado de mis hijos soy feliz con el amor de una mujer increíble que me ha permitido entrar en su vida y que espero que ese mañana, cuando continúe con mi periplo, ella vaya conmigo. HOY, a mis 50 le agradezco a todos los que se acordaron de mi por su amor, por su amistad o por su gesto. Dios los bendiga a todos. Doy gracias Dios por todas las buenas personas que ha puesto en mi camino y hasta por las malas, porque con ellos he aprendido a defenderme. Gracias. Hoy lo voy a pasar bien porque creo me merezco un día sin preocupaciones.
Posted on: Sun, 27 Oct 2013 14:40:13 +0000

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