Hace unos días se cumplieron 34 años del primer show de HABITAT, ejecutando en esa ocasión canciones de otros artistas. Un saludo a todos aquellos que compartieron aquella primera etapa. Se adjunta un documento recordatorio. Habitat Staff Aquí el documento publicado sin las fotos originales. Quien desee recibir el pdf vía mail puede solicitarlo aquí o a habitatmusica@gmail El origen de Hábitat se remonta a fines de los 70 en Remedios de Escalada cuando Aldo Pinelli y Darío Zapponi comenzaban la secundaria, aunque en tiempos de fin de la primaria ambos ya hablaban de formar un grupo. Pinelli había cambiado de escuela en quinto grado, mudándose su familia de la zona Oeste de Escalada al Este, debida esta mudanza al fallecimiento de su abuelo materno y dado que su abuela se quedaba sola. Esta mudanza iba a tener mucha influencia en la adolescencia de Aldo. El, siempre dispuesto a comenzar debió esperar a Zapponi mucho tiempo, ya que al principio el grupo solamente existía de palabra. Darío tenía una intensa dedicación al básquet en el Club Social y Deportivo Luz & Arte, en donde su padre era presidente. En estos tiempos los dos tocaban en cumpleaños y reuniones de amigos cantando canciones de Los Beatles, Sui Generis, Pastoral y Vivencia entre otros. Juntos lograban muy buenas armonías vocales, idénticas a los modelos originales. El nombre del grupo era Galaxia que fue reemplazado por Cuarzo (de duración fugaz) hasta que Zapponi propuso el definitivo a principios de 1978, influenciado por una clase de Biología tratando el tema del nicho ecológico y del ecosistema. En ese mes de enero Darío compró su primera guitarra electro-acústica Caiola Mobel de luxe y Aldo hizo lo propio con su primer bajo: un Faim modelo Höfner usado (perteneciente a uno de los ídolos del grupo musical del barrio: Spectrum), gastando parte del primer sueldo de su primer trabajo: repartidor de garrafas de gas con su padrino en vacaciones de verano. Aunque Zapponi seguía sin tomarse muy en serio lo de formar un grupo, la insistencia de Pinelli hizo que los muy espaciados encuentros para hacer algo de música pasasen a ser algo un poco más regular. El descubrimiento de los grupos ingleses de rock progresivo-sinfónico por parte de Pinelli fue definitivo para marcar el rumbo futuro del grupo. Algunos integrantes más pasaron fugazmente (Rolando Bazán -guitarra-; Ricardo Vázquez -bongó-) pero los dos fundadores seguían buscando otro camino y la ideología de Hábitat se afianzó entre ellos. Pero ¿cuál era esta ideología?: una exploración que pretendía refinamiento estético, preponderancia de las melodías, oposición a lo convencional, belleza paisajística y aires intelectuales. El grupo básico se estableció cuando en abril de 1980 conocieron al baterista Roberto Curci, quien tenía una muy buena batería Colombo, contactado por el guitarrista Daniel González, que en esos tiempos estaba en la banda para tocar en las primeras presentaciones. González a su vez había sido referido por Ricardo Vázquez, amigo de Aldo y Darío, que seguía de cerca los pasos del grupo después de haber participado con bongó casi exclusivamente en “And I love her”, de Los Beatles. Así, el cuarteto empezó a preparar temas propios (Carreras en el cielo, El lago y las estrellas). El 3 de mayo Hábitat tocó por primera vez sus composiciones, aunque un adelanto de ésta formación (Zapponi, Pinelli, González) se había realizado el 10 de noviembre de 1979 en una presentación junto a otros grupos en una escuela del barrio. Esa fue la real primer actuación de Hábitat fuera de aquellos cumpleaños y reuniones aunque sin tocar temas propios. Ese día de mayo también los acompañó en algunas canciones el tecladista Luis Lhicy Costa, conocido de Daniel González. Costa era el hijo del director del conservatorio donde estudiaba Pinelli, tal como lo había hecho alguna vez González y donde Curci acababa de ingresar. El tecladista era el líder del grupo de folk-rock sinfónico Aquellos Días, y mostraba un estilo influenciado por Keith Emerson y, tal vez en menor medida, por Rick Wakeman. Aquel año Pinelli compuso canciones que él mismo consideraría años después entre las mejores de toda su producción. Sin embargo, nunca llegaron a ser tocadas por Hábitat. Otro concierto en septiembre mostró una veta más experimental del trío que había tenido tiempo de ensayar otros temas en los que Costa participó en teclados. Ese año concluyó con una última presentación en diciembre sin músicos invitados. Durante el verano del año siguiente, 1981, hicieron una presentación en el Club Social y Deportivo Belgrano deportivo que estaba frente a la casa de Aldo, donde él siempre había practicado deportes años atrás. Esto fue en una fecha de los bailes de carnaval que allí celebraban. El trío de Pinelli, Zapponi y Curci ya era un grupo por sí mismo, funcionando como un perfecto mecanismo de relojería, utilizando cortes y contratiempos, particularmente basados en el excelente entendimiento de la base rítmica (algo que siempre ocurrió con cada baterista que tocó con Pinelli, dentro y fuera de Hábitat), y la falta de un tecladista y primer guitarrista no se concretó en esos primeros tiempos, aunque varios músicos pasaron fugazmente cuando el grupo ya tocaba con alguna regularidad (Marcelo Montesano –guitarra eléctrica-; Guillermo Acebal -guitarra eléctrica-; Gustavo Popi“ Spatocco - piano eléctrico y órgano - ), algunos de ellos apenas uno o dos ensayos. A formado en su totalidad por chicos de Banfield vecinos de Daniel González. No obstante, este cuarteto fue la formación más acabada de esa época y el grupo sonaba muy aproximado a lo que Pinelli y Zapponi querían lograr. Los tres conciertos dados con Andrés en teclados dieron cuenta de ello, aunque las partes diferentes en que se dividían las canciones, a veces no eran bien recibidas por ciertos públicos acostumbrados a formas de rock más directas y menos elaboradas. Pero al grupo poco le importaba esto, cortando repentinamente una sección fuerte y quedando solamente una guitarra acústica arpegiando. Por otra parte, Aldo había construido su estilo como bajista basándose en Paul McCartney y Chris Squire y el cantar de Darío recordaba por momentos a Nito Mestre. En marzo de 1982 un guitarrista respondió a un aviso que Aldo había colocado en la revista Segundamano: Fabián Peluzzi, quien permaneció un par de meses en Hábitat y aportó buenos arreglos dando más agresividad a la música del grupo, pero alejándose antes del primer concierto en que se iba a presentar esta formación, el 2 de julio. Quedando como trío otra vez, cargando una nueva desilusión por la nueva pérdida, recibieron nuevamente la colaboración del tecladista Luis Costa. A mediados de año se planteó el alejamiento de Roberto Curci, que al final no se concretó. El estaba entusiasmado por participar formalmente en Shakty, aquel grupo de fusión donde tocaba Eduardo Andrés, que tenía su formación completa estando muy bien equipados, cuestión que en Hábitat era carente: apenas un equipo Alarsonik de bajo de 40w, un Calsel de guitarra muy baqueteado y un par de micrófonos no profesionales. El padre de Darío les había construido en su taller dos pies para aquellos micrófonos que los acompañaron por un tiempo. No obstante, Curci ya había participado de dicho grupo como músico invitado. El baterista había evolucionado mucho como instrumentista, tomando clases con Omar Belmonte de Nahual, ejecutando con una inclinación melódica y de matices que recordaba a Chester Thompson en su época con Génesis. En noviembre de ese año, en un concierto en donde Pinelli fue guitarrista y Blas Molinari -bajista de Shakty- lo reemplazó, ya estaba hecho el contacto con Enrique Hittos, quien fue espectador y además prestó su guitarra y pedales a Aldo. Hittos, cuyo estilo denotaba su gusto por Jan Akkerman y Robert Fripp, estaba recién separado de su anterior grupo, Ixion. Con ellos había hecho algunos conciertos y grabado un demo. La tendencia era progresiva con influencias de la música contemporánea, aunque Hittos ya utilizaba su laúd, habiendo compuesto anteriormente “La enamorada del juglar”, tema que volvería a tener un lugar en la historia de Hábitat. La conexión entre Aldo y Enrique había sido hecha por un aviso que el guitarrista colocara oportunamente en la revista Expreso Imaginario y que Aldo leyó, llamándole mucho la atención. Dicho aviso decía: Busco músicos capaces de sacarse el cassette de la estupidez de la frente. Toco bajo, guitarra y varios instrumentos antiguos. Respecto a las circunstancias que habían llevado a Aldo a tomar el rol de guitarrista tenían que ver con enriquecer el sonido del grupo, tras la reciente posible partida de Curci, además de la continua imposibilidad de conseguir guitarrista permanente. Pinelli originalmente era un guitarrista y tomar el puesto fue algo natural que sólo le había llevado un tiempo previo de elaboración. De todos modos, ese fue el único concierto con esa formación ya que la inesperada aparición de Enrique Hittos en la historia de Hábitat vino a solucionar el problema, volviendo Pinelli al bajo. Pero el futuro mostraría que el rol de guitarrista de Aldo sería requerido otra vez. 1983 arrancó con el cuarteto tocando muy entusiasmado, incorporando composiciones de Hittos. No había teclados pero la colorida guitarra le daba otro vuelo a la música que no mostraba grandes vacíos, mientras Zapponi seguía apoyando a la base con su acústica, además de intervenir con flauta dulce en algunas canciones (Ella y las Bestias, Llegó el viento). Las buenas armonías vocales continuaban. Hittos además aportó el contacto del grupo con la Música Antigua incorporando el laúd. El aspecto visual era cada vez más cuidado, con ropas seleccionadas, luces y muñecos en telgopor diseñados por Oscar Bitz, artista visual que colaboraba con el grupo, compañero de colegio de Pinelli. Aldo llamó a un tecladista que había publicado un aviso en la revista Segundamano, ofreciéndose para tocar rock sinfónico. Era Ricardo Henestroza. Y aunque no se concretó nada quedó el contacto hecho y para marzo del año siguiente Ricardo llamó a Aldo para que lo acompañase en un concierto de su grupo Eter con el baterista Mario Guerrero, evento que ocurrió en el patio cubierto del Centro Cultural General San Martín. Durante 1983 los conciertos comenzaron con tres fechas en febrero en los bailes de carnaval, esta vez en Luz y Arte. Luego se sucedieron y el grupo comenzaba a lograr cierto eco en el circuito universitario capitalino (21 de abril en Facultad de Ingeniería junto a Banana; 28 de diciembre en Aula Magna de Facultad de Medicina). Esta formación se extendió hasta junio de 1984, cuando dieron el último concierto con Roberto Curci, quién dejó el grupo en términos amistosos para dedicarse a la actividad política en el Partido de Movimiento al Socialismo. En septiembre de ese año Curci se radicó en Uruguay, su país de origen. A partir de entonces solamente siguió comunicándose de vez en cuando con Aldo. El reemplazo del baterista fue rápido. Hittos propuso a un viejo conocido suyo que además era su vecino de Banfield (a la vuelta de su casa): Carlos Vidal, ex-integrante del grupo Enciclopedia Infantil de Maravillas y Curiosidades, título de un capítulo del libro Las Sirenas de Titán, de Kurt Vonnegut. Como era un poco largo, lo abreviaron a Enciclopedia, o usaban sus siglas: EIMC. Carlos Vidal había estado con ellos desde 1978 hasta fines de 1981 y después un período final en la segunda mitad de 1982. El baterista después diría que había encontrado muchos puntos de contacto entre su viejo grupo y Hábitat. También en esos momentos Hittos conectó al tecladista Sergio Álvarez, compañero de su anterior banda, Ixion, quien participó de un solo ensayo dejando su órgano Yamaha de doble teclado en la sala de ensayos en la casa del nuevo baterista. Vidal, en muy pocos ensayos aprendió el repertorio para tocar el 29 de septiembre en un concierto como grupo único. Inmediatamente después llegaron los dos conciertos en el Centro Cultural General San Martín. Con el ingreso de Vidal y su parafernalia de accesorios de percusión - woodblocks, triángulos, derbake, glockenspiel, templeblocks-, también se incorporó el órgano de Sergio Álvarez, aún no retirado de la casa de Vidal y tocado por Aldo durante los ensayos, pero no en forma constante sino en breves pasajes, solos, introducciones y finales. En todo este período Hábitat cultivaba un estilo de rock sinfónico a medias, dada la presencia intermitente de los teclados, y justamente ésta ausencia constituiría un síntoma en el grupo por largo tiempo en el futuro. Predominaban tanto los arreglos barrocos como progresivos, con matices y sutilezas de cada instrumento, permaneciendo cierto ingrediente folk dado por la guitarra acústica rasgueando como base o segunda guitarra. También presentaban un set acústico con guitarra clásica, flauta dulce, laúd y derbake, de contenido medieval y renacentista. Las letras eran cuentos fantásticos con imágenes bucólicas en su mayoría, mostrando incipientes influencias de los libros de J. R. R. Tolkien por un lado y, por otro, el amor por la Naturaleza y los paisajes. Los conciertos sanmartinianos fueron el punto más alto de aquella época (viernes 5 y 26 de octubre de 1984), y de aquella formación. Pero comenzado 1985 el desánimo y la carencia de ensayo dados por problemas personales de Hittos, la dedicación a la universidad de Zapponi y a la incertidumbre de Vidal ante el grupo al que había ingresado hacía poco tiempo, dejan a Aldo Pinelli solo con su entusiasmo y energía. El tecladista Ricardo Henestroza, quien había estado a punto de ingresar al grupo el año anterior -y que fuese el presentador de Hábitat con su contacto en el C.C.G. San Martín.- tuvo dos o tres ensayos con Pinelli y Vidal en marzo de ese año pero no se concretó su incorporación por algunas incompatibilidades con Pinelli en la manera de armar los temas, y el último concierto ocurrió el domingo 14 de abril en Sociedad Cultural y Recreativa Luz & Arte, el club de barrio de Remedios de Escalada que viese crecer al grupo desde sus comienzos. Para esta ocasión habían tenido un solo ensayo, siendo el anterior a ese en noviembre del año anterior. Durante un par de meses Pinelli hizo ensayos a solas con Vidal, pero éste decidió dejar la música e Hittos comunicó telefónicamente a Pinelli su imposibilidad de continuar. Darío Zapponi, apareció una tarde en casa de Aldo y conversaron un rato acerca de una posible presentación en canal 13 por medio de alguien que Darío conocía, pero todo era inconsistente y no se concretó. Habiendo dejado grabaciones de ensayos y conciertos -precarias en su mayoría-, muchas fotos y grandes ilusiones, en esos días Hábitat dejó de existir como grupo. HABITAT - ETAPA I Enero 1978 – Abril 1985
Posted on: Thu, 21 Nov 2013 00:25:07 +0000