Hace ya algún tiempo leí un libro recomendado por un antiguo - TopicsExpress



          

Hace ya algún tiempo leí un libro recomendado por un antiguo amigo llamado "nada, nadie" de Elena Poniatowska, éste libro recopila testimonios de víctimas, familiares, rescatistas voluntarios y sobrevivientes del temblor que sacudió esta ciudad en 1985; estremecedoras las voces de aquellos que sufren el desarraigo inexplicable, ineludible de ver lo único que pudiéramos considerar remotamente firme, sólido, inamovible, nuestro sustento fundamental, la tierra, sucumbir; muchos son los testimonios que llegan a mi memoria de aquel libro sin embargo hay uno, uno que me quedó profundamente grabado, no lo recuerdo en palabras exactas pero trata grandes rasgos de lo siguiente: Un señor relata la desolación de haber perdido todo, de haber visto en los momentos de crisis las ausencias más grandes de quienes esperaría ayuda para él y los suyos, el socorro no llegó ni del gobierno, ni de familiares, ni de dios, "después del temblor ya no creo ni en dios, ni en el gobierno, ya sólo creo en los jóvenes, ellos abierta y decididamente sin esperar nada a cambio se lanzaron a ayudar a la gente a rescatar a quien podían arriesgando aún la propia vida, después del temblor ya sólo creo en los jóvenes..." A 28 años de aquel desastre otros tiempos oscuros sacuden y azotan a nuestro país y su gente; los discursos apologéticos sobre la justeza de las luchas me provocan a menudo pereza; tristeza al mismo tiempo de saber que lo loable de una lucha no es suficiente en nuestro país para indignarse, para encabronarse y sentir que nos hieren en lo más hondo las infinitas listas de horrores. Hace tres semanas que llegamos al campamento con quienes nos enseñaron a escribir y sentí algo proyectado en relación con aquel relato que mencioné anteriormente, cuando nos presentamos como alumnos de la UNAM una maestra grito "¡Bravo!", carajo que emoción sentí, pero me da un miedo terrible que hoy la juventud no responde ante el desastre de la misma manera. Miro mi universidad y hay brotes de conciencia, embrionarios pero presentes, el cierre de algunas facultades es un precedente nada desdeñable, pero de eso a sancionarlo como "histórico" hay un trecho largo, me preocupa que la Universidad que debiera estar produciendo conocimiento socialmente útil, sirve hoy como una sucursal de la empresa privada cuya lógica no es la de otorgar soluciones técnicas y humanas a los problemas de la mayoría, sino la de conseguir la mayor ganancia en el menor tiempo posible; esa es una realidad profunda y triste de nuestra universidad; siempre pudimos ayudar desde antes, pero no hay tal propósito de largo aliento o al menos no de manera generalizada y constante; la política como instrumento está desvalorizada y se reproducen de manera inconsciente las dinámicas propias del sistema que se dice combatir; me preocupa que como juventud nos encandilemos de esfuerzos parciales y no podamos ver que afuera las cosas siguen, exactamente igual, acostumbrado a pensar con el pesimismo de la razón, me preocupa; me preocupa que más allá de ese refuerzo moral que nos dejan sentir los maestros cuando marchamos a su lado no se trascienda de eso, de un refuerzo moral; me preocupa que si bien aún se escuchan los testimonios de quienes creen en la juventud, no nos pongamos a pensar hasta que punto como juventud creemos aún en nosotros mismos. Los maestros nos enseñaron a estudiar y a luchar, pero nunca dijeron que eligiéramos sólo una de las dos.
Posted on: Fri, 20 Sep 2013 01:31:54 +0000

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