Hay quienes son partidarios del olvido y hay quienes lo son de la - TopicsExpress



          

Hay quienes son partidarios del olvido y hay quienes lo son de la memoria. Hay también, a quienes les da lo mismo. En los últimos tiempos se ha visto a falsos progresistas, que proponen la falacia de que hay que olvidar para salir adelante y avanzar como sociedad. En lo personal, creo que la memoria es un instrumento indispensable para el pueblo en su afán por no volver a ser avasallado, ni tropezar con las mismas piedras, como una y otra vez ha ido ocurriendo a lo largo de la historia. Que la historia haya sido escrita por los vencedores no es un dato menor, si tenemos en cuenta quienes han sido estos, en general. Por ende, al rememorar, hay que estar atento a qué tipo de memorias se remonta uno y principalmente, a tomarlas como de quien viene. En el último tiempo he visto a periodistas y escritores intelectuales, orgullosos de su entrenada memoria a corto plazo e inmediatamente como se hizo eco esta apología del olvido en grandes multitudes. Esto demuestra, que olvidarse de las cosas malas, de los padecimientos anteriores, es más placentero que vivir renegando por penurias pasadas. Sin embargo, la historia demuestra que lo barato sale caro y que si no se le hace frente a esas cicatrices, la herida quedara abierta y se volverá a infectar. El 18 de septiembre de 2006, al enterarme de la desaparición en democracia de Jorge Julio Lopez, habiendo crecido rodeado por la mentira del “nunca más”, fue un baldazo de agua fría para mi. Creía que era un horror de otro tiempo, que nunca más volvería a ocurrir. De veras lo creía. Los juzgamientos a muchos de los asesinos de la dictadura, aunque la mayoría de los responsables todavía estén libres, fueron un alivio y aunque suene frio y paradójico, también fue un símbolo muy importante, la muerte de Videla, dentro de una cárcel común. Pero los reiterados comentarios, limítrofes algunos, otros ya habitantes de lo facho, que se escuchan a diario; son como mínimo inquietantes. No es momento para ser liviano con las críticas y los pensamientos golpistas. Se roba, se miente y se es negligente, pero hay una justicia que debe apresar a los corruptos. Sí es momento, en cambio, para discutir los más diversos temas, en pos de una patria más justa, libre y soberana, pero ante todo, hay que cuidar la democracia como un tesoro, pues ya conocemos las atrocidades cometidas cuando nos la arrebataron. Recordar es volver a sentir las cuestiones del corazón, pasado un tiempo de haberlas sentido y el dolor no es menos que la alegría en la balanza del corazón. Por lo tanto, hace tanta falta recordar los aciertos colectivos, como los errores. Dicen que para ser feliz, es menester haber sentido el dolor y la tristeza. Si nuestra búsqueda como pueblo es la de la felicidad conjunta, habrá que recordar las heridas sufridas en el pasado, para que no vuelvan a ocurrir. Si se juzga de utópica y aventurera la tarea encomendada, agradeceré tal distinción; pues tan falaz y dañina como la idea del olvido, es la que incentiva a los jóvenes a mantener los pies sobre la tierra, cuando la historia ha demostrado que solo se tuerce cuando los pueblos hacen de sus sueños sus leyes.
Posted on: Thu, 03 Oct 2013 17:28:28 +0000

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