He leído muchas veces esta semana una expresión que siempre me ha preocupado. Lo dicen muchos cristianos, que piensan que están más allá de sus responsabilidades civiles y que no deben involucrarse en los devenires de la política. Respeto esa posición aunque no la comparto. Lamentablememte la política determina quien gobierna a las naciones. Quien opina sobre ello, no es necesariamente político, sino que ejerce sus derechos, pero sobre todo sus deberes civiles. Jamás vi a los líderes bíblicos indeferentes a ello, sino al contrario. En el A.T. veo una cantidad de hombres involucrados con los líderes de las naciones y luchando por el bienestar de su pueblo. Ellos sabían que por la maleta se saca al pasajero o que esperanza de pueblo cuando el cura es loco y que según quien gobierne será el destino del pueblo. Los profetas hablaban directamente a los gobernantes. Las palabras de Jesús que siempre usan para decir que no se debe participar, a mi me dicen lo contrario: Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios, de la cual entiendo que el ser humano debe cumplir con sus responsabilidades en todos los ámbitos de su vida. los apóstoles y pastores de la Iglesia Primitiva pedían orar sin cesar por los gobernantes, en el mundo contemporáneo lideres cristianos como Martín Luther King lucharon por los derechos de las gentes. Entiendo que muchos cristianos argumentan que no deben enredarse en los negocios de este mundo y habría que estar seguros de cuáles son exactamente estos negocios. Es posible que muchos no sientan el peso y la responsabilidad por el bienestar de esta Patria, otros sí lo sentimos. es posible que Dios lo imparta de la misma forma como distribuye Dones y Ministerios o puede ser que actúe por como interpreta la Escritura. O quizá, simplemente sea más cómodo pensar de esa manera. Juzgar eso no corresponde a nadie más que a Dios. He sentido carga cada vez que debo leer a algún hermano excusándose con otros que le juzgan por participar en la diatriba acerca del presente y futuro de Venezuela. Muchos escriben con temor a ser juzgados (ese, por cierto, no es mi caso) y lo son. De la misma manera como unos juzgan a otros por participar, lo mismo podría ocurrir a la inversa. Quienes luchamos y defendemos los derechos de todos, no podemos juzgar a nadie sino respetar sus derechos a expresarse. Quienes critican y juzgan pueen estar plenamente convencidos de que tienen la razón? ¿Pueden estar seguros de que están del lado de Dios? Yo particularmente creo que es la hora de que todos contemos con todos, si en oraciones, si en palabras, si en predicación, si en participación. Venezuela necesita de todos.
Posted on: Wed, 04 Dec 2013 13:06:15 +0000
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